sábado, octubre 22, 2016

El destino de Schiapi

Los datos de telemetría y las imágenes de la MRO van reconstruyendo lo que ocurrió.

Han pasado ya unos pocos días después de la accidentada llegada ExoMars al planeta rojo. No por la sonda propiamente dicha, que se comportó maravillosamente bien, cumpliendo todos los pasos de su inserción orbital de forma perfecta, sino del pequeño módulo de prueba técnico que lo acompañaba, y que debía intentar un aterrizaje suave en la superficie, demostrando así que las tecnologías desarrolladas para el futuro rover ExoMars, la segunda etapa de esta proyecto Europeo-ruso, están listas para ese gran reto. Una prueba que ahora sabemos fallida, pero de la que es vital saber que funcionó y que no, que al fin y al cabo era su meta.

Los datos de telemetría enviados durante el descenso, recogidos por la propia ExoMars y la veterana Mars Express, han permitido ir sacando a la luz detalles del descenso, y las imágenes de la Mars Reconnaissance Orbiter desvelar su destino final: La Schiaparelli se estrelló a unos 300 Km/Hora en Meridiani Planum, a unos 50 Kilómetros de la posición actual de Opportunity, siendo la conclusión inevitable de un viaje donde, después de superar la entrada en la atmósfera y desplegar (quizás antes de tiempo? completamente?) el paracaídas, las cosas comenzaron a desviarse de lo planificado, con una separación del escudo ocurrida antes de lo previsto. Y sobretodo parece que falló en sistema de impulsores que debían frenarla en la fase final del descenso. Se activaron, pero solo unos segundos, por lo que Schiaparelli terminó en caída libre durante 4-2 Kilómetros de altura, alcanzado la superficie 50 segundos antes de lo previsto y con una velocidad catastrófica.

Es esto último no hay dudas, ya que la Mars Reconnaissance Orbiter logró fotografiar sus restos, apoyando las conclusiones sobre un fallido sistema de frenado. Parece que es ahí donde se deberá centrar la investigación, aun en una fase parcial, aunque sin olvidar el resto de componentes.¿Un fallo técnico o un problema en los comandos cargados en su ordenador centrar? El estudio de los datos recogidos, unos 600 MB de telemetría, continúa.

La conclusión final que podemos sacar de todo ello depende, como no podía ser de otra forma, de como valoremos que y cual era el objetivo de Schiaparelli, y si lo hacemos en su conjunto."Tras los acontecimientos de ayer, contamos con un impresionante satélite orbitando alrededor de Marte, listo para llevar a cabo misiones científicas y transmitir datos de la futura misión ExoMars 2020" afirma Jan Wörner, director general de la ESA."El principal objetivo de Schiaparelli era probar las tecnologías de aterrizaje europeas. Parte de su labor era registrar los datos durante el descenso y es importante que sepamos qué ha pasado para tomar medidas de cara al futuro". David Parker, director de Vuelos Tripulados y Exploración Robótica de la ESA, añade:"En lo relativo al módulo de prueba Schiaparelli, los datos que estamos recibiendo nos permitirán entender a la perfección la secuencia de los hechos y por qué no se produjo un aterrizaje suave. Desde el punto de vista de la ingeniería, eso es precisamente lo que esperamos de un artefacto de pruebas y, gracias a él, ahora disponemos de datos extremadamente valiosos con los que trabajar. Formaremos una comisión de investigación para estudiar a fondo los datos, pero por el momento no podemos especular más allá".

Ciertamente no dejan de intentar ser positivos dentro del fracaso, compresible si se tiene en cuenta que el rover ExoMars ni mucho menos tiene segura su financiación completa. El riesgo de cancelación sigue ahí, y convencer a los respectivos gobiernos cuando el intento previo de aterrizaje terminó dejando un oscuro cráter en la superficie, no es tarea sencilla. Pero tampoco es falso indicar que el objetivo de Schiaparelli era precisamente probar tecnologías, y eso es lo que hizo. Y si se descubre que falló y se sabe corregir habrá cumplido su misión. Pero es complicado liberarse de una sensación de fracaso.

Lo único cierto es que ahora, a unos 50 Kilómetros de Opportunity, existe un nuevo cráter de origen humano. Mejor ahora que en 2020, lógicamente, pero es vital desvelar los errores cometidos y saber corregirlos, y que esto genera la suficiente seguridad para que el rover ExoMars sea definitivamente lanzado. Si así ocurre, el triste destino de Schiapi, a pesar de todo, habrá valido la pena.
  
La MRO desveló el "impactante" destino de Schiaparelli.

Los propulsores debían frenarla en su descenso final, pero al fallar quedó sentenciada, aunque ya antes hubo señales de que las cosas se estaban desviando de lo previsto.

Unos 50 Kilómetros separan los restos de Schiaparelli de Opportunity. Aunque algunos sueñan con que este último visitara el lugar, es imposible, además de estar en dirección opuesta a los objetivos actuales del rover, situados más al sur. 

Los datos del descenso de Schiaparelli continúan analizándose

viernes, octubre 21, 2016

Hacia el rojo de los orígenes

New Horizons completa el envío de los datos del encuentro con Plutón, con la mirada puesta ya en 2014 MU69.

"Estamos encantados con la exploración que tiene por delante, y también sobre lo que todavía estamos descubriendo a partir de datos del sobrevuelo de Plutón", dijo Alan Stern, investigador principal."Ahora, con nuestra sonda transmitiendo ya los últimos datos, sabemos que la próxima gran exploración de este mundo requerirá que enviemos otra misión allí". Un deseo más que una realidad, ya que de momento no hay planes para ello, pero ciertamente hemos desvelado tantos misterios como desvelado otros nuevos. En contra de lo que podría pensarse por su pequeño tamaño, el antiguo 9º planeta del Sistema Solar es demasiado complejo y extraño para poder saber todo de el con una sola sonda. Y menos si es en un encuentro fugaz. Plutón nos demostró de forma espectacular que los pequeños habitantes más allá de Neptuno son cualquier cosa menos simples y sencillos de comprender.

Pero New Horizons reunió, pese a todo, una cantidad ingente de imágenes e información, y todo ese tesoro científico, realmente de valor inconmensurable, ya se encuentra en la Tierra, listo para ser "explorado", estudiado y analizado una y mil veces. Tardó más de un año en llegar, dato a dato, hasta nosotros, debido a la limitada capacidad de transmisión de la sonda y la gran distancia que se debía cubrir, pero ahora finalmente esta aquí, recibida y almacenada de forma segura. El encuentro con Plutón no podía darse por concluido hasta este momento. Un maravilloso capítulo llega a su fin.

Pero al mismo tiempo empieza otro, el de adentrarse en ese mar de información y sacar a la luz nuevos detalles, nuevos descubrimientos, nuevas maravillas. Podemos dar por seguro que seguiremos oyendo hablar de Plutón con la publicación de más y más trabajos que desvele facetas aún desconocidas. El tesoro enviado por New Horizons así lo garantiza. El viaje, en cierta forma, justo acaba de comenzar.

Y por delante 2014 MU69, el pequeño habitante de Kuiper que la sonda sobrevolará el 1 de Enero de 2019. A partir de ahora, y de forma creciente, irá centrando la atención de su equipo en tierra, y aunque aún es muy pronto para que desvela nada de su naturaleza, el Hubble nos ofrece ahora una primera pista: Su superficie es de color rojizo, tanto o más que la de Plutón, fruto de la presencia de tholinas, una especie de hollín formado por partículas de hidrocarburos como el etileno y el acetileno. Y los científicos han utilizado estos datos para confirmar que el objeto es parte de la llamada región fría clásica del Cinturón de Kuiper, que se cree que contiene algunos de los materiales prehistóricos más antiguos, en el Sistema Solar."El color rojizo nos dice el tipo de objeto que es 2014 MU69", explica dijo Amanda Zangari."El día de Año Nuevo de 2019, New Horizons estará observando uno de los antiguos bloques de construcción de los planetas".

Una etapa de cierra, pero otras se abren ya, prometiendo enseñarnos muchos más secretos de Plutón, de 2014 MU69 y de de los mismos orígenes del Sistema Solar. Y la pequeña New Horizons sigue su camino al encuentro de la historia y la eternidad.

A partir de ahora veremos publicarse mucho más estudios y descubrimientos sobre Plutón, ya que por fin tenemos la totalidad de la información recibida. Incluidas respuesta sobre enigmas planteados, como la presencia de nubes en la enormemente tenue atmósfera del planeta, que se cree que la sonda pudo ver pero que permanecer sin confirmar.

New Horizons se encuentra ya cubriendo un tercio de la distancia que separa Plutón de 2014 MO69. El 1 de Enero de 2019 tiene una cita con este último .

New Horizons: Possible Clouds on Pluto, Next Target is Reddish

jueves, octubre 20, 2016

Luces y sombras desde el planeta rojo

ExoMars entra en órbita con éxito, pero el módulo de aterrizaje Schiaparelli fracasa en su intento.

Un día de sentimientos encontrados el que dejamos atrás. El vaso puede verse medio lleno o medio vacío, según se quiera valorar. Era un viaje de dos, pero al final parece que solo uno lo consiguió, ciertamente el más importante de ambos y con diferencia, pero no por ello queda un regusto amargo y la sensación de que el futuro del rover ExoMars, que debe llegar en 2020, quizás quedó en el aire. Al fin de cuentas era una prueba tecnológica para demostrar que la ESA y Rusia están preparadas para realizar un aterrizaje suave en Marte, y esa prueba, a la espera de confirmación, resultó fallida. Pero vamos por partes y comencemos por lo positivo.

Una ves se desprendió de Schiaparelli y corrigió su rumbo para no seguirla en su camino hacia la atmósfera marciana, la ExoMars afrontó la nunca fácil tarea de entrar en órbita, realizando un encendido de 137 minutos de su impulsor principal, con el objetivo de frenar lo suficiente para que Marte la atrapara. Con sus comunicaciones de telemetría suspendidas y en una configuración de vuelo especial para afrontar esta maniobra, la sonda inició su lento frenado justo cuando estaba previsto, concluiéndola después de 137 minutos. Eso ocurrió cuando se encontraba detrás de Marte visto desde la Tierra, por lo que se tuvo que esperar unos minutos más hasta que reapareció y se confirmó que se había comportado exactamente como se quería, sin el más mínimo fallo. Una inserción orbital modélica.

Posteriormente se confirmo que la órbita era la esperada (una vuelta completa al planeta cada 4 días terrestres), que se habían recuperado las comunicaciones y había recuperado la configuración previa. Un éxito rotundo, aunque aún queda trabajo por hacer. Lentamente irá ajustando su órbita, incluida una maniobra de aerofrenado (bajar lo suficiente para que las capas altas de la atmósfera la frenen ligeramente), hasta llegar a su posición final. Esta no llegará hasta principios de 2018, pero antes, aunque sea de forma esporádica y provisional, ya tendremos retorno científico. Toca tener un poco de paciencia. Lo importante es que una nueva sonda (la 6ª nada menos) se une a la actual flota marciana, y que añade más capacidad para enlazar con las futuras misiones en la superficie que vendrán en el futuro. Nuevamente resaltar lo importante de lo conseguido.

La nota negativa vino, desgraciadamente, de Schiaparelli. Este módulo de aterrizaje, destinado a probar tecnologías de cara al futuro rover ExoMars (la segunda fase de este proyecto), se adentró en la atmósfera, despegó el paracaídas, se separó del escudo, parece que realizó todas las operaciones previstas, pero cuando se encontraba a unos cientos de metros de la superficie su señal se interrumpió por completo. Eso coincidió con el encendido de los retrocohetes, lo que ya de por si es una mala señal. Es posible que no funcionaran y terminara alcanzado la superficie más rápido de lo previsto. Con consecuencias fatales. Los intentos posteriores de escucharla, incluida una comunicación posterior prevista con la Mars Reconnaissance Orbiter, tampoco dieron resultados. Quizás la potente cámara de esta última, algún día, la encuentre y nos de una respuesta, tal como pasó con la Beagle2.

Su pérdida, en el plano científico, tendrá una importancia casi nula. Pocos instrumentos y una vida de pocos días, ya que no era esa su misión. Pero en el plano tecnológico las consecuencias están por verse. Cierto que, siendo como era un vehículo de prueba, mejor fallar ahora que cuando llegue el rover ExoMars, pero habiendo fallado precisamente algunas de las tecnologías que deberán transportarlo a la superficie de Marte ¿se tendrá que empezar de cero con el diseño?¿se cancelará?,¿quedará en entredicho la cooperación entre Europa y Rusia? ¿quizás considerarán que lo aprendido ahora, si se descubren las causas del fallo, es suficiente para evitar que pase de nuevo y se seguirá adelante? Veremos cual será la respuesta defintiva. En todo caso la telemetría reunida durante la fase en que se mantuvo el contacto serán estudiados en profundidad y podrían ser muy útiles.

En resumen un día de luces y sombras. El objetivo principal de esta primera fase era que la sonda ExoMars entrara en órbita con éxito, preparando así el camino para el futuro. Por tanto se debe considerar un éxito en conjunto. Pero la posible pérdida de Schiaparelli proyecta largas sombras de consecuencias aún por determinar. En todo caso celebramos el triunfo de esta primera, porque realmente lo vale. Lo otro, como se suele decir, el tiempo dirá.

La pérdida de la señal ocurrió coincidiendo con el encendido de los retrocohetes que debía frenarlo. Aunque existía la posibilidad que ocurriera dicha pérdida, dado lo débil de las señales de Schiaparelli, su súbita desaparición, también ante los ojos de la sonda Mars Express, que la estaba siguiendo y escuchando, es una señal funesta.

¿Que fue de ti, pequeña Schiaparelli? 

ExoMars: TGO alcanza la órbita marciana, pero la situación de Schiaparelli es incierta

martes, octubre 18, 2016

Infinito por 10

Las datos del Hubble indican que el Universo contiene 10 veces más galaxias de lo que creíamos.

"My God, it's full of stars!". Es posiblemente la frase más famosa de la igualmente mítica 2001: A Space Odyssey, tanto en su versión original en novela, como en la posterior versión cinematográfica. Sin embargo dicha expresión se queda hasta corta con respecto a la realidad. Quizás si esa historia se hubiera escrito hoy día la frase habría sido más bien un "My God, it's full of galaxies!", si no por parte del protagonista, David Bowman, si por los astrónomos que habitaran ese Universo de ficción. Como posiblemente murmuraron muchos en el de verdad ante este nuevo estudio basado en las observaciones el veterano Hubble. Y es que si el Cosmos, por si solo y solo mirando a nuestro alrededor más cercano, nos parece basto y prácticamente infinito, ahora esta inmensidad resulta aún más sobrecogedora.

¿Cuantas galaxias existen en el Universo? A mediados de los 90, las imágenes del Hubble conocidas como Deep Field (Campo Profundo) dieron una primera visión real de su población de galaxia, mientras que observaciones posterior, aún más sensibles, conocidas como de Campo Ultra Profundo revelaron una miríada de galaxias débiles. Esto condujo a una estimación de 200 mil millones. Una cifra mareante, ya que incluso teniendo en cuenta que la mayoría son muy pequeñas, débiles galaxias enanas, incluso estas contienen millones de Soles. Pero quizás la realidad es incluso más desafiante de la razón humana, ya que bien puede ser que la cifra real sea 10 veces superior.

Así lo concluye un estudio liderado por Christopher Conselice, de la Universidad de Nottingham. En su trabajo utilizaron imágenes de campo profundo del Hubble, además de datos publicados por otros equipos de astrónomos. Las convirtieron minuciosamente en 3-D, con el fin de realizar mediciones precisas del número de galaxias en diferentes épocas de la historia del Universo, y aplicando nuevos modelos matemáticos, lo que les permitió inferir la existencia de galaxias que la actual generación de telescopios no pueden observar. Y alcanzar la sorprendente conclusión de que para que el número y masa de las vemos ahora y sus masas cuadren, tiene que haber muchas otras, un 90 por ciento, que son demasiado débiles y demasiado lejanas en el espacio y en el tiempo para ser visto en la actualidad. Estas se fusionaron con el tiempo para dar lugar a las galaxias más grandes que ahora podemos observar.

Es decir, que en eras mucho más tempranas de su historia, el Universo muchas más galaxias de lo estimado, hasta 10 veces más, todas ellas pequeñas y tenues, pero que fueron las semillas que darían lugar a las grandes galaxias actuales. Las pequeñas satélites de la Vía Láctea son un ejemplo de estas agrupaciones primordiales."Es alucinante que más del 90 por ciento de las galaxias en aún no se han estudiado. Quién sabe qué propiedades interesantes nos encontraremos cuando las descubramos con las futuras generaciones de telescopios? En un futuro próximo, el James Webb será capaz de hacerlo", afirma Conselice

La disminución del número de galaxias a medida que pasa el tiempo también contribuye a la solución de la paradoja de Olbers (formulado por primera vez en la década de 1800 por el astrónomo alemán Heinrich Wilhelm Olbers): ¿Por qué el cielo oscuro por la noche si el universo contiene una infinidad de estrellas? El equipo llegó a la conclusión de que, efectivamente, existe realmente tal abundancia de galaxias que, en principio, todos los puntos del cielo contienen alguna. Sin embargo, su luz es invisible para el ojo humano y la mayoría de los telescopios modernos, debido a factores conocidos que reducen la luz visible y ultravioleta: El corrimiento del espectro hacia el rojo y más allá debido la expansión cósmicas  y la absorción de la luz por el polvo y el gas intergaláctico. Todo ello combinado, mantiene el cielo de la noche oscuro a nuestros ojos.

Son cifras que nuestra mente es incapaz de gestionar. Para ella, es pura y llanamente el infinito, aunque solo sea porque va más allá de lo que podemos imaginar y abarcar. Como es la propia idea del Universo.
 
Conocer el número de galaxias en los orígenes del Universo podría arrojar luz sobre la evolución de estas a lo largo de las eras.

El campo de visión del Hubble, en las imágenes de campo profundo, y en las del ultra campo profundo. Estos datos han sido básicos para realizar esta nueve recuentro de galaxias.

¿Cuantas galaxias existen?

"Dios mio, está lleno de estrellas....y de galaxias!!"

The Universe’s Galaxy Population Just Grew Tenfold 

Hubble Reveals Observable Universe Contains 10 Times More Galaxies Than Previously Thought

lunes, octubre 17, 2016

Una historia de dos

ExoMars y Schiaparelli se separan y afrontan ya sus respectivos viajes hasta Marte.

Era el paso previo a la gran jornada prevista para el 19 de Octubre, y como en cualquier misión interplanetaria, cada paso previsto debe cumplirse para el siguiente tenga la posibilidad de cumplirse. Por ello fue una jornada de tensión para todos, especialmente si se tiene en cuenta que, debido a que la señal entre la sonda y la Tierra tarda actualmente unos 10 minutos en cubrir la distancia que les separa, todo se seguía en diferido: Solo podíamos esperar, sin posibilidad alguna de intervención. Y con Marte a solo 3 días de distancia, podemos decir que pocas posibilidades de reacción en caso de problemas técnicos.

Afortunadamente todo funcionó como estaba previsto. O casi, ya que hubo problemas posteriores que generaron cierta preocupación. ExoMars cumplió todos los pasos previstos, todos los sistemas de ambos vehículos quedaron listos, y a la hora señalada Schiaparelli se separó de ella, iniciando su propio viaje hacia Marte. Posteriormente se debía recuperar la señal con telemetría (datos sobre el estado de la sonda) de ExoMars, suspendida mientras durara la operación de eyección del módulo, pero eso no ocurrió inicialmente. Solo llegaba la señal, sin datos. Pasarían minutos, en realidad casi una hora, antes de que esta llegara. Un pequeño susto que finalmente quedó en nada, quizás fruto de la misma separación. En todo caso es algo que se sigue investigando para preparar con seguridad los acontecimientos del próximo 19 de Octubre.

Ese día ambas afrontaran duras pruebas. Mientras ExoMars iniciará una siempre delicada maniobra de inserción orbital, mediante el encendido de su impulsor principal durante 147 minutos para frenarla lo suficiente. Mientras tanto, y de forma paralela, Schiaparelli se adentrará en la atmósfera, con el objetivo de realizar un aterrizaje suave en Meridiani Planum, relativamente cerca de la actual posición de Opportunity. Ese es su meta, ya que no deja de ser una prueba de las tecnologías que se usarán con el rover ExoMars, la segunda parte de la misión, y que llegará en 2020. Por ello su vida será limitada, así como su retorno científico. Lo importante, y hay que tenerlo siempre en cuenta, es la sonda orbital, que a su vez dará cobertura al futuro rover. Y quizás nos de una respuesta al misterio del Metano marciano, siendo ese uno de sus objetivos principales.

Ambas viajan ya, en paralelo, hacia su destino. Esperemos que el 19 de Octubre sea un gran día para Europa. Y por extensión para cualquiera que crea que nuestro futuro está más allá de nuestro planeta. O simplemente para que nos apasiona el simple hecho de alcanzar otros mundos.

El 19 de Octubre ambos tiene una cita con destino opuestos. ExoMara para entrar en órbita y con una misión de años por delante, Schiaparelli para aterrizar y tener una vida breve en la superficie.

La separación de Schiaparelli marca el inicio del segundo intento de Europa de aterrizar en Marte, después de fallido Beagle-2, y busca experiencia de cara al auténtico reto, el rover ExoMars, previsto para 2020. Las imágenes tomadas durante el descenso, por parte de una cámara diseñada específicamente para este fin, serán las únicas que nos enviará.

Actualizaciones en tiempo real llegada y aterrizaje de ExoMars

domingo, octubre 16, 2016

Post Vintage (202): Viviendo en otros mundos del Sistema Solar: La Luna

Imaginando la presencia humana en nuestra compañera celeste. 

Hemos dejado atrás Venus, demasiado duro en todos los aspectos como para ser de nuestro agrado, y seguimos adelante en busca de un nuevo hogar. Y esta vez nos dirigimos al lado mismo de nuestro planeta de origen, a su enorme satélite conocido como Luna, tan familiar que en cierta forma, aunque sea otro mundo, es como si en parte siguiéramos en casa, teniendo como tendremos a La Tierra a la vista. Pero vivir cerca de los tuyos tampoco parece una tan mala opción, y sin duda hará que la nostalgia sea más llevadera. Quizá ser un selenita no esté tan mal.

El lugar para instalar nuestra base parece evidente con solo conocer un poco la naturaleza de este cuerpo celeste desvelada por las diversas misiones exploradoras que lo han visitado, y ese es cerca de las zonas polares, donde se sabe que existen reservas más o menos amplias de hielo de agua, protegidos de la luz solar en las sombras eternas de los grandes cráteres, que con la tecnología existente podremos extraer. Y es realmente valioso, un auténtico 3 al precio de 1: Agua para beber, Oxígeno para respirar e Hidrógeno como combustible. Es decir, la casi completa independencia de La Tierra. Si quisieramos podríamos crear una república lunar y decirles a los pesados terrestres que se olviden de nosotros, pero en el fondo somos unos sentimentales y no queremos cortar lazos. No por ahora.

Otra ventaja de esta localización es que nos libraríamos de los cambios de temperatura extrema que vive en el resto de la Luna, con temperaturas que pasan de los +127 C durante el día a los -233 C en plena noche. Si colocamos nuestro base en el lugar justo viviremos en un eterno atardecer, con temperaturas moderadas. No es que importe demasiado en un mundo sin atmósfera, y por tanto donde este calor no se puede transmitir, pero tanto a nuestro hogar, así como de nuestros trajes espaciales, siempre les irá mejor si evitamos contrastes tan extremos. A no ser que queramos una base enterrada, y por tanto mejor aislada. No sería una mala elección, y nos protegería de posibles meteoritos, pero quizás duraríamos: No hemos viajado tanto para terminar viviendo bajo tierra.

Eso si, más nos vale hacerla resistente a la actividad sísmica. Lejos de ser un astro muerto en este aspecto, los sismógrafos dejados por los Apolo han dejado constancia de que existen terremotos lunares, sobretodo generados de las mareas gravitatorias generadas por La Tierra. Y no son poca cosa: Hasta 5,5 en la escala de Richter y con duraciones de hasta 1 hora son suficientes para que nos podamos llevar un buen susto de no tomar precauciones.

Una vez instalados llega la hora de dar un paseo. Y ciertamente hay lugares que merece la pena que visitemos, ya que son totalmente diferentes a cualquier cosa que hayamos visto en La Tierra. Vastas llanuras de lava se extenderían ante nuestros ojos, decoradas con grandes montañas, la más alta de las cuales llega a los 5.5 Kilómetros. En realidad estamos ante el fruto de grandes impactos, ya que en La Luna no existen placas tectónicas que pueden generar elevaciones del terreno como ocurre en nuestro planeta. También puede que nos encontremos con alguna de las cuevas descubiertas por las sondas orbitales, en realidad entradas a antiguos túneles de lava que se han colapsado en parte. Los espeleólogos sueñan con poder bajar algún día por alguno de ellos. Pero estamos de turismo, así que algunas fotos de recuerdo, una curiosa mirada al interior por si vemos algo "extraño" (quizás hemos visto demasiadas películas de ciencia ficción) y seguimos adelante.

Y si lo que queremos son grandes vistas, pues nos aproximamos al gran cráter Aristarco, que ofrecería desde sus bordes una visión que dejaría en mal lugar al Gran Cañón del Colorado y como un punto insignificante al famoso cráter de Arizona.

Toda esta actividad sería relativamente sencilla de afrontar con la baja gravedad lunar, apenas 1/6 de la terrestre: Seríamos capaces de dar saltos 6 veces más altos y 6 veces más largos que los que dábamos en La Tierra, lo que sería muy útil para superar obstáculos y mover rocas. Pero cuidado con esto último. Como ya descubrimos en Mercurio, que pese menos no significa que tenga menos masa y menos inercia. Con la ilusión de la ligereza nos podríamos hacer daño. Una roca, como se suele decir, es una roca, aquí y en Plutón.

Sin atmósfera digna de mención no tendremos que preocuparnos del clima, que simplemente no existe como lo entendemos, y estaremos acompañados de un cielo siempre negro, incluso con el Sol presente. Las largas noches de 14 días terrestres de duración, en cambio, serían una promesa cumplida de cielos estrellados más allá de cualquier sueño, aunque nuevamente no las veríamos "parpadear" con en los cielos terrestres. Con inmensidad del Universo ante nuestros ojos entenderíamos porque hay astrónomos que sueñan con telescopios lunares. Y por encima de todo veríamos la azul, hermosa y cálida Tierra, ocupando en el cielo lunar un espacio 4 veces mayor que la Luna en los suyos, y inmensamente más resplandeciente gracias a sus océanos, nubes y hielos.

Eso, claro está, que nos quedemos en la cara visible. Como La Luna tarda lo mismo en girar sobre si misma que en completar una órbita, La Tierra se mantiene siempre en el mismo lugar del firmamento según la zona en que nos encontremos, como un elemento fijo, incrustado en la Bóveda Celeste. Y con un poco de suerte, si nos quedamos el tiempo suficiente, asistiríamos a un eclipse de Sol, aunque sería nuestro antiguo planeta el que cubriría a nuestra estrella, convirtiéndose en un espectacular anillos de fuego celeste, que cubriría todo el escenario lunar de todos anaranjados, lo que los terrestres verían en ese momento como una "Luna de sangre". Lo que se llama ver la otra cara de la moneda.

¿Y que tal tomar unas fotografías de semejante espectáculo y enviarlas a casa? Una de las ventajas de vivir en la Luna es que las comunicaciones con ella serían rápidas, apenas algo más de 2 segundos de retraso entre enviar un mensaje y recibir respuesta. No está nada mal, cosas peores hemos visto cuando vivíamos en ella, y eso que estábamos en el mismo planeta. Así que no solo las podremos enviar, sino comentarlas con nuestros conocidos casi en directo.

Ciertamente el gran satélite terrestre tiene evidentes ventajas para ser nuestro nuevo hogar, Hay recursos en forma de agua helada que permiten ser autónomos en casi todos los aspectos, y la cercanía con La Tierra permite comunicaciones casi en directo, además de la posibilidad del envío rápido de suministros o ayuda en caso de que hubieran problemas de cualquier tipo. Pero aún es pronto para decidirse, y en el fondo queremos explorar mucho más allá, atraídos por la lejanía y lo desconocido, como les ocurría a los antiguos exploradores.

Nuestra siguiente parada, con la llegada prevista para dentro de una semana, es el planeta de los sueños, donde la Humanidad siempre proyectó sus deseos de exploración interplanetaria, y donde no pocos colocaron sus fantasías de antiguas civilizaciones alienígena. Marte, el planeta rojo, ya nos espera.

Infografía: Viviendo en La Luna 

What Would It Be Like to Live on the Moon?

Viviendo en otros mundos del Sistema Solar: Mercurio 

Viviendo en otros mundos del Sistema Solar: Venus

sábado, octubre 15, 2016

Un extra de 53 días

Problemas en su impulsor principal deciden el aplazamiento de la entrada de Juno en su órbita definitiva.

"La telemetría indica que dos válvulas de retención de helio, que juegan un papel importante en el encendido del motor principal de la sonda no funcionaron como se esperaba durante una secuencia de comandos que se inició ayer. Deberían haberse abierto en unos pocos segundos, pero tardaron varios minutos. Tenemos que entender mejor este problema antes de seguir adelante con la activación del motor principal", explica Rick Nybakken, director del proyecto Juno en el JPL. Las cosas no siempre ocurren como está previsto, y ser capaces de adaptarse a las circunstancias es vital para cualquier misión interplanetaria.

El 19 de Octubre debía haber sido el momento en que Juno, después del encendido de su impulsor principal conocida como PRM (period reduction maneuver), se habría colocado en su órbita definitiva, pasando de su periodo actual, de 53 a 14 días terrestres. Ahora ese momento deberá esperar hasta el 11 de Diciembre, momento en que realizará su tercer sobrevuelo. Por tanto, el que ocurrirá dentro de unos pocos días será parecido al ocurrido el 27 de Agosto, con todos los instrumentos científicos encendidos, en lugar de estar la mayor parte de ellos desactivados como protección.

"Es importante tener en cuenta que el periodo orbital no afecta a la calidad de la ciencia que tiene lugar durante los sobrevuelos cercanos a Júpiter", explica Scott Bolton, investigador principal de Juno."La misión es muy flexible en este aspecto. Los datos se recogieron durante nuestro primer sobrevuelo el 27 de agosto fueron una revelación, y anticipo totalmente un resultado similar para el este próximo 19 de Octubre". Un día muy ocupado, ya que coincidirá con la llegada de ExoMars a Marte.

Y después llegarán otros 53 días terrestres de espera, mientras la NASA y Lockheed Martin Space Systems (empresa constructora de la sonda) estudian los datos de telemetría para conocer los motivos de este comportamiento inusual y aplican soluciones. Y nos presentan un nuevo calendario, ahora alterado por este imprevisto, esperemos que solucionable, ya que de lo contrario el resultado final de esta misión quedaría notablemente mermado. Y es que nadie dijo que manejar un complejo ingenio tecnológico situado a 700 millones de Km de distancia fuera sencillo.

La órbita definitiva de Juno, de 14 días terrestres, debería haberse alcanzado con un encendido del motor principal durante el sobrevuelo del 19 de Octubre. Ahora esto queda aplazado hasta el 11 de Diciembre.

El paso del 19 de Octubre, por tanto, será parecido al del 27 de Agosto, con la sonda reuniendo ciencia a toda máquina.

Mission Prepares for Next Jupiter Pass

viernes, octubre 14, 2016

Los misterios de SuperSaturno

Poniendo bases plausibles al más colosal sistema de anillos conocido.

En 2007 salió a la luz la existencia (o posible existencia, siendo más precisos) de uno de las estructuras planetarias más extrañas y asombrosas jamás encontrados en nuestro vecindario galáctico. Todo empezó cuando se observaron una serie de eclipses inusuales procedentes de una estrella situada a 420 años luz de la Tierra. Eso atrajo la atención de no pocos astrónomos, y en 2012 un equipo de Japón y los Países Bajos razonó que este fenómeno se debía a la presencia de un gran exoplaneta  (designado J1407b) -con un sistema de anillos masivo. Y por masivo entendemos al menos 100 veces más extensos y con mayor masa que los de Saturno, tanto que si estuvieran alrededor de este último, serían claramente visibles desde la Tierra a simple vista. Los 37, ya que esta es la cantidad que se cree podemos encontrar, extendiéndose hasta 90 millones de Kilómetros de distancia.

Su misma escala colosal a todos los niveles genera, y es lógico que así sea, dudas sobre si realmente existen. Teniendo en cuenta el hecho de que el planeta se periódicamente más cerca de su estrella, un sistema de anillo de esta tamaño experimentarían unos tirones gravitatorios que deberían disiparlos. Y sin olvidas que el mismo planeta aún debe ser confirmado de forma definitiva. Por tanto la primera pregunta que debemos responder, antes de avanzar hacia adelante, es si algo así es posible, si estos superanillos son realmente posibles, y si es así cuanto tiempo podrían sobrevivir. Es lo que se propusieron responder Steven Rieder (del Instituto RIKEN en Japón) y Matthew Kenworth (Universidad de Leiden en los Países Bajos). Sus conclusiones demuestran que son realmente viables, aunque eso si, bajo ciertas circunstancias igualmente extrañas..

Para ello realizaron una serie de simulaciones (Utilizando el Astrophysical Multi-purpose Software Environment o AMUSE). Al final, sus resultados mostraron que con un período orbital 11 años y una órbita retrógrada podrían sobrevivir por lo menos 10.000 órbitas, o lo que es lo mismo 110000 años. Como Reider explica "el sistema sólo es estable cuando los anillos giran en dirección opuesta a cómo el planeta orbita la estrella. Puede ser que sea inverosímil: anillos masivos que giran en sentido contrario, pero ahora hemos calculado que un sistema "normal" no puede sobrevivir". 

La respuesta, por tanto, esconde otro enigma, ya que estamos hablando de anillos retrógrados, algo fuera de lo común. Los investigadores creen que podrían ser el resultado de un evento catastrófico (tal como una colisión masiva) que causó los anillos (o el propio planeta) cambiaran su rotación. Sus resultados también indican que algo así permitiría los eclipses observados, como lo de 2007, mientras que el responsable sea algún otro tipo de objeto no parece una opción. "La posibilidad de que sea eso es mínima", asegura Rieder.

Aún queda un largo camino en esta investigación, que ahora se centrará en desarrollar modelos que abarque su formación y evolución a través del tiempo. De momento, con estos resultados, y aunque plantean un escenario realmente extraño, muestran que bajo dichas circunstancias estos gigantescos anillos son viables. No es una demostración definitiva, pero si un paso adelante para que así lo sea. Pero que realmente esta especie de SuperSaturno sea viable ya resulta extraordinario. Que extraño y maravilloso es el Universo.

Impresión artística de como se verían los anillos alrededor de J1407b desde la Tierra si se colocaron alrededor de Saturno.

Explicando los superanillos. 

Giant rings around exoplanet turn in the wrong direction

jueves, octubre 13, 2016

Los colores de una leyenda

¿Por que motivo cambió el color del tanque principal de los Space Shuttle?

Es posiblemente el máximo exponente del deseo humano por alcanzar el espacio, y para aquellos nacidos en los 70 y 80, todo un símbolo que inspiró la pasión por el espacio a no pocos de ellos. Su imagen es ya icónica, quizás el único integrante de la flota aeroespacial que casi todo el mundo, sea de donde sea, es capaz de reconocer al instante, incluso hoy días, años después de su retirada. Un auténtico viajero de los sueños, aunque detrás de esa imagen se esconde la triste historia de un vehículo nacido para abaratar los costes de los lanzamientos pero que nunca pudo cumplir con tales expectativas. Como ocurre con tantas cosas en la historia, la percepción de algo y la realidad de ese algo, son términos divergentes.

Pese a todo su belleza era innegable, y verlo despegar era un espectáculo maravilloso. Y es aquí donde abordamos lo que no deja de ser una curiosidad, pero que seguramente habrá intrigado a no pocos entusiastas de los transbordadores espaciales, bien porque fueron testigos de esos primeros lanzamientos, quizás porque reuniendo información sobre su dilatada historia se encontrara con las fotografías de esos primeros y titánicos despegues. Y es que el aspecto del transbordador Columbia, protagonista de las misiones STS-1 y STS-2 (como su numeración indica, las dos primeras de la historia) era muy diferente a la que tanto este como sus hermanos tendrían más adelante, y que es el que todos recordamos y nos resulta más familiar.

La diferencia estaba en el gran depósito externo, sobre el cual estaban acoplado tanto el transbordador como los dos cohetes laterales, y que presentaba un reluciente y blanco aspecto, más en conjunto con sus acompañantes que posteriormente, cuando adquirió la tonalidad anaranjada que todos recordamos.¿Cual es el motivo de esta diferencia? Que en esos dos primeros viajes el tanque estaba cubierto por una pintura de látex blanco especial, no por motivos estéticos o para hacer juego con el conjunto, sino para añadir un extra de protección, especialmente ante los rayos ultravioletas, a lo que no dejaba de ser un inmenso depósito de hidrógeno y oxígeno líquido que era mejor para todos mantener bien refrigerados una vez cargados y en espera del lanzamiento.

Pero después de esos dos primeros y blancos vuelos, la NASA y Lockheed Martin, responsable de su construcción, llegaron a la conclusión que este recubrimiento extra no era realmente necesario. Su retirara significó rebajar en 270 Kilogramos su peso total, un ahorro que dejaba más espacio a la carga útil o simplemente para mejorar el rendimiento de los impulsores. Y que adquiera su color definitivo, que no es otro que el de la espuma aislante que lo recubría, que desde entonces quedó a la vista. Y con ello el transbordador espacial adquiriría su aspecto definitivo, el que lo acompañaría en su dilatada y tristemente complicada historia. Pero también el que conformó la nave de nuestros sueños.

El aspecto original que presentó durante los dos primeros lanzamientos, con el tanque externo pintado de color blanco.

El transbordador espacial con su aspecto definitivo.

Y con el muchos crecimos. 

Por qué cambió el color del enorme tanque de combustible de los transbordadores de la NASA

miércoles, octubre 12, 2016

ExoMars:La hora de la verdad

Cuenta atrás para la llega de ExoMars y el aterrizaje del módulo Schiaparelli.

El tiempo pasa rápido. Parece que fue ayer que veíamos como esta sonda era lanzada a borde de un cohete ruso Protón, y como, después de varias órbitas alrededor de la Tierra y una serie de encendidos de la fase de impulsión, rompía las cadenas gravitatorias con nuestro planeta e iniciaba su camino hacia Marte, una travesía interplanetaria que terminará este próximo 19 de Octubre. Esperemos que con la mejor de las suertes.

El primer momento crítico de la misión llegará 3 días antes,el 16 de Octubre, cuando el módulo Schiaparelli se separe de ExoMars, y ambos viajen en paralelo al encuentro del Marte. A partir de aquí los acontecimientos se precipitarán hacia el marcado 19 de Octubre, donde todo sucederá en el plazo de una hora. A las 14:47 UT el primero debería tocar la superficie marciana, mientras que el segundo finalizará el encendido de 134 minutos que le permita ser capturado por la gravedad marciana poco después, a las 15:34 UTC. Es decir, el éxito o fracaso de este proyecto de decidirá en tan corto espacio de tiempo. Serán de notable ansiedad y frenética actividad, tanto para las agencias espaciales europea y rusa, responsables de la misión, como de todos los astrónomos en general. Y por supuesto para los aficionados a la exploración espacial en general.

Evidentemente lo principal es que ExoMars entre en órbita, ya que es el primero de los dos pilares de esta compleja misión, siendo el segundo el rover ExoMars, que debería llegar en 2020, y al cual el primer dará cobertura en sus comunicaciones con la Tierra. Schiaparelli no deja de ser un extra, en realidad una demostración de las tecnologías que se usarán para hacerlo aterrizar. Por ello su carga científica es limitada (no transporta cámaras, aunque si una que tomará imágenes durante el descenso), y su tiempo de vida de unos pocos días, ya que depende de una batería no recargable. Lo importante es todo lo que los técnicos podrán aprender de su viaje hacia la superficie, tanto si fracasa y eso permite corregir conceptos, como, aún mejor, si lo logra, lo que dejará el camino abierto para el 2020. 

Pero un aterrizaje en Marte, aún en estas circunstancias, no deja de ser algo emocionante, y por tanto todos los ojos estarán centrados en ello. Incluida la veterana Mars Express, que dará cobertura a las transmisiones de Schiaparelli durante su travesía atmosférica. Y, aunque las posibilidades de lograrlo no son demasiadas, Opportunity intentará captarlo, ya que todo sucederá relativamente cerca de su posición. Si lo consigue, aunque solo sea un píxel brillante en la distancia, habrá añadido un broche de Oro más a su ya dilatada lista de triunfos.  

Buena suerte Opportunity, buena suerte a Mars Express, y claro está, la mayor de las suertes a las dos protagonistas. Una nueva aventura en el planeta rojo está a punto de empezar!!!

Así será la llegada de ExoMars y Schiaparelli desde el punto de vista de Mars Express, que ofrecerá cobertura a esta última.

El viaje de Schiaparelli, una misión de corta duración pero que representa el paso previo a la llegada del rover ExoMars.

ExoMars arrives soon!