La larga y dura y travesía por el desierto que para los EEUU está siendo el verse sin la capacidad para enviar misiones tripuladas al espacio, mientras naciones como China y especialmente Rusia muestran claramente su fortaleza en este campo, está cada día más cerca de terminar. El próximo 4 de Diciembre es la fecha marcada para que el sucesor de los transbordadores espaciales haga su entrada en escena, de prueba y sin tripulación, pero que deberá demostrar, con un vuelo de algo más de 4 horas en que completará 2 órbitas alrededor de La Tierra y se elevará hasta los 5.700 Kilómetros (15 veces la altura a la que se mueve la ISS), la capacidad de este vehículo no solo de transportar tripulantes y traerlos de vuelta sino también de afrontar posibles futuros viajes al espacio profundo, los primeros desde los Apolo.
A falta del enorme SLS, aún en desarrollo y que en el mejor de los casos quizás podríamos verlo en 2017, será un Delta IV Heavy, el cohete más potente actualmente en servicio, el encargado de impulsar la misión EFT-1 (uncrewed Exploration Flight Test-1), la primera Orión que ve la luz, y que pondrá a prueba todos los elementos críticos para hacerla segura para sus futuros tripulantes, como el control de altitud, ordenadores, sistemas electrónicos, aviónica, escudo térmico, paracaídas, ect...Si la prueba es un completo éxito Orión, nacida más como una reacción opuesta a la decisión presidencial de retirar los transbordadores y cancelar el proyecto Constellation que como una apuesta decidida de la NASA, estará más cerca de nueva de ser una realidad.
Veamos como será el viaje de esta nueva integrante de la familia de naves tripuladas:
La trayectoria de la Orión EFT-1, que incluirá una órbita que la llevará a 5.700 Kilómetros de distancia, en lo que puede considerarse un ensayo para futuros viajes al epacio profundo. En total unas 4 Horas y media de vuelo.
1) Lanzamiento. Comienza el primer viaje de una Orión.
2) Los paneles de protección que rodean al módulo de servicio son expulsados y el sistema para abortar el vuelo y llevar de nuevo a tierra a la tripulación en caso de problemas durante las primeras etapas del vuelo de separa.
4) Separación de Orión.
5) Una nave tripulada debe ser capaz de controlar perfectamente su orientación. Orión, antes de entrar en la atmósfera terrestre, pondrá a prueba el sistema de propulsores destinados a esta función.
6) Entrada atmosférica a una velocidad superior a los 30.000 Kilómetros/Hora, generando temperaturas de 2.200 Cº que su escudo térmico deberá soportar.
7) Despliegue de su sistema de paracaídas, que deberá reducir la velocidad de Orión desde los 482 Kilómetros/Hora de después de su entrada atmosférica hasta unos confortables 32 Kilómetros/Hora en el momento del contacto con el océano Pacífico.
8) Recuperación por parte de la United States Navy. Llega la hora de evaludar los resultados.
¿Será este primer vuelo el impulso definitivo que necesita un proyecto de tal calibre, tan ambicioso en sus metas generales como falto de objetivos definidos, para convertirse en una realidad y unirse a las actuales Soyuz y Shenzhou como nuevo miembro de la familia de las naves tripuladas? El tiempo lo dirá, aunque sin duda una prueba plenamente exitosa podría inclinar definitivamente la balanza. De momento, este próximo 4 de Diciembre si no se retrasa por motivos técnicos o climáticos, tenemos una cita con Orión.
El ensamblaje final de la primera Orión construida, con los paneles de protección y el sistema para abortar el vuelo en caso de problemas en el despegue.
Orion Passes Key NASA Flight Review – “GO” for Maiden Test Flight on Dec. 4
Cool Infographics Explain 8 Key Events on Orion’s EFT-1 Test Flight
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