La suave mordedura de la estrella vampiro

Presentadas las mejores fotografías que se conocen de una estrella "devorando" a su compañera.

Vivir en comun no es tan bonito como parece, y sinó que se lo digan al mayor de los dos componentes del sistema estelar binario SS Leporis...porqué allí, a algo más de 1000 años-luz de la Tierra, justo debajo de la constelación de Oríon, expresiones como "absorver la vida" y similares, que podemos escuchar habitualmente en películas y series donde la problemática de la convivencia tenga presencia, adquiere una nueva dimensión. Porqué también las estrellas sufren sus propios problemas de pareja...

Y es que en un extraodinario trabajo de precisión, donde se combinó la luz de cuatro telescopios del VLT del Observatorio Paranal de la ESO para conseguir un nivel de detalle 50 veces superior al Hubble, nos llegan lo que posiblemente son una de las secuencias fotograficas más espectaculares de los últimos años: Una estrella "vampiro" devorando lentamente a su compañera, algo que sabíamos que ocurría, pero que hasta ahora verlo directamente había sido imposible.

Con este nombre tan melodramático se conoce a aquellas que, al igual que los vampiros de la literatura, absorben la vida de sus víctimas...con la diferencia de que no es sangre sinó materia estelar (es decir, basicamente Hidrógeno), y habitualmente de sus propias compañera de viaje a las que estan ligadas gravitacionalmente. Una relación ciertamente destructiva.

Este es el caso de SS Leporis, conformado por una Gigante Roja y una Enana Blanca separadas por una distancia equivalente a la que existe entre el Sol y La Tierra...y en la que la "Vampiro", la que esta absorbiendo el material de la otra, no es la grande, como seguramente todos pensaríamos en un primer momento, sinó la pequeña, que ya ha succionado casi la mitad de la masa de su compañera. Puede resultar extraño, pero hay que tener en cuenta que este tipo de gigantes, que se encuentran extremadamente expandidas, presentan unas capas externas muy difusas y debilmente atadas por la gravedad...todo lo opuesto a las densas y compactas Enanas Blancas. Las apariencias, como vemos, engañan.

SS Leporis es, sin embargo, algo diferente a las típicas parejas estelares de esta clase, como explica Henri Boffin, de la ESO (Organización Europe para la Investigació Astronómica en el Hemisferio Austral): "Descubrimos que la forma en que probablemente ocurrió la transferencia de masa es completamente diferente a los modelos que existen de este proceso. La "mordida" de la estrella vampiro es muy suave pero altamente efectiva".

Igualmente la estrella gigante resulta, según estas observaciones, más pequeña de lo que se pensaba previamente, lo que hace que el mecanismo que transfiere la materia de una a otra no resulte del todo claro. Los astrónomos se plantean ahora que en lugar de fluir como un torrente desde una estrella hacia la otra, esta es expulsada de la estrella gigante en forma de viento estelar para luego ser capturada por la compañera más caliente.

Como podemos ver, los problemas de pareja también están presentes en el complejo mundo de las estrellas.


La pareja estelas SS Leporis, con la pequeña Enana Blanca presentando un tono azulado, quizás fruto de la alteración sufrida por la absorción de la materia de su compañera.


Viajando hasta el hogar de la estrella vampiro.


Un ejemplo extremo...una Enana Blanca arrancando material de su compañera Gigante hasta provocar la desestabilización de esta última y conversión en una SuperNova de tipo Ib y Ic.


Aunque en ocasiones es la propia "vampiro", acumulando materia hasta superar un límite crítico, la que desata reacciones nucleares fuera de control y se convierte en lo que conocemos como una SuperNova de tipo Ia.

Un cuerpo no mucho mayor que La Tierra pero con más masa que el Sol...asi son las Enanas Blancas.

Una imagen artística de un sistema binario Gigante Roja-Enana Blanca visto desde la superficie de un mundo que los órbita a ambos.

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