Acabamos de vivir otro de esos días donde una simple coincidencia numérica, dentro de un calendario (uno de los diversos que existen) que no deja de ser completamente aleatorio en todos sus aspectos, generó una nueva ola de superstición (algunas inofensivas, otras terreno abonado para los profetas del miedo), demostrando que bajo una delgada capa de racionalidad sigue latiendo con fuerza esa parte ilógica de nuestro ser, que todos, en mayor o menos parte, tenemos en nuestro interior...y es que la diferencia en la forma de ver el mundo de una persona a otra suele marcarla cual de las facetas es por la que uno se decanta y se deja dominar.
Pero como, en ocasiones, hay que adaptarse a las modas imperantes para no quedar desfasado, veamos otro tipo de calendario, uno sin fechas "mágicas", pero al mismo tiempo lleno de ella: Aquel que indica la evolución del Universo, la vida y la Humanidad adaptando los miles de millones de años transcurridos a lo que sería un año terrestre...una visión de toda la historia conocida tremendamente aleccionadora sobre nuestro lugar en la inmensidad.
Es el "Calendario Cósmico", que recoge la visión científicamente más reconocida y aceptada de la historia del Universo, desde su posible origen hasta la actualidad...podemos ver que el Sol y La Tierra nacieron en Agosto, los primeros organismos de nuestro planeta en Septiembre, y que el gran salto evolutivo, con la aparición de formas más complejas, se concentra a partir del 15 de Diciembre.
La era de los dinosaurios, por su lado, se inicia el 22 de Diciembre y termina poco después, el día 29...¿y los seres Humanos? Para encontrarnos hemos de llegar hasta las últimas horas del último día. Asi, las primeras manifestaciones de nuestra existencia se darían a partir de las 21:30 de la noche, aunque no sería hasta una hora más tarde, a las 22:30, cuando el Homo Erectus haría acto de presencia.
¿Y la civilización? Concentrada en los últimos 10 segundos. Ciertamente en este calendario, a diferencia de todos los demás, la Humanidad no es el centro de todo sino unicamente una parte más, y bién pequeña, de la larga historia del Universo. Algunos, por sus ideas o creencias religiosas, lo pueden encontrar denigrante, pero mi visión es completamente opuesta: Somos el maravilloso resultado (con sus virtudes y defectos) de un proceso de milles de millones de años, que, finalmente, dió lugar a la aparición de seres capaces de mirar atrás y comprender el largo camino recorrido..
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