Nuestro mundo y el planeta rojo son como dos corredores siempre compitiendo uno con el otro, con la Tierra haciendo "trampa" y recorriendo un camino más corto y rápido que el marciano. Como resultado, poco a poco, le va ganando distancia, hasta el punto de atraparlo y dejarlo de nuevo atrás, en un ciclo que se repite cada 26 meses terrestres. Repetidos pero no idénticos, ya que sus respectivas órbitas no son perfectamente circulares y el momento del "sobrepaso" puede coincidir con momentos más alejados o cercanos. Por ejemplo, en 2003 ambos estuvieron más cerca que nunca en 50.000 años, lo que no se repetirá en un futuro cercano. Los carriles de ambos corredores planetarios, como vemos, están lejos de ser tan exactos como los que vemos en una competición atlética.
El 6 de Octubre de esta año tendrá lugar otro de estos encuentros, o dicho mejor, el momento en que la Tierra adelante a Marte. En ese momento ambos estará a solo 62 millones de kilómetros uno del otro, tan cerca que el planeta rojo hará honor a su nombre y resplandecerá con su brillo rojizo, solo superado por el Venus. Pocos días después, el 13 de Octubre, llegará su oposición, cuando lo veamos en fase llena, alcanzado su pico de luminosidad, el mayor hasta 2035.
Principios de Octubre serán, por tanto, días más que interesantes para mirar hacia el planeta rojo, incluso para aquellos no familiarizados con el mundillo de la astronomía, ya que verlo brillar en el cielo nocturno será un espectáculo de la naturaleza que está por encima de cuestiones científicas. Y la belleza es universal.
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