En 2007 salió a la luz la existencia (o posible existencia, siendo más precisos) de uno de las estructuras planetarias más extrañas y asombrosas jamás encontrados en nuestro vecindario galáctico. Todo empezó cuando se observaron una serie de eclipses inusuales procedentes de una estrella situada a 420 años luz de la Tierra. Eso atrajo la atención de no pocos astrónomos, y en 2012 un equipo de Japón y los Países Bajos razonó que este fenómeno se debía a la presencia de un gran exoplaneta (designado J1407b) -con un sistema de anillos masivo. Y por masivo entendemos al menos 100 veces más extensos y con mayor masa que los de Saturno, tanto que si estuvieran alrededor de este último, serían claramente visibles desde la Tierra a simple vista. Los 37, ya que esta es la cantidad que se cree podemos encontrar, extendiéndose hasta 90 millones de Kilómetros de distancia.
Su misma escala colosal a todos los niveles genera, y es lógico que así sea, dudas sobre si realmente existen. Teniendo en cuenta el hecho de que el planeta se periódicamente más cerca de su estrella, un sistema de anillo de esta tamaño experimentarían unos tirones gravitatorios que deberían disiparlos. Y sin olvidas que el mismo planeta aún debe ser confirmado de forma definitiva. Por tanto la primera pregunta que debemos responder, antes de avanzar hacia adelante, es si algo así es posible, si estos superanillos son realmente posibles, y si es así cuanto tiempo podrían sobrevivir. Es lo que se propusieron responder Steven Rieder (del Instituto RIKEN en Japón) y Matthew Kenworth (Universidad de Leiden en los Países Bajos). Sus conclusiones demuestran que son realmente viables, aunque eso si, bajo ciertas circunstancias igualmente extrañas..
Para ello realizaron una serie de simulaciones (Utilizando el Astrophysical Multi-purpose Software Environment o AMUSE). Al final, sus resultados mostraron que con un período orbital 11 años y una órbita retrógrada podrían sobrevivir por lo menos 10.000 órbitas, o lo que es lo mismo 110000 años. Como Reider explica "el sistema sólo es estable cuando los anillos giran en dirección opuesta a cómo el planeta orbita la estrella. Puede ser que sea inverosímil: anillos masivos que giran en sentido contrario, pero ahora hemos calculado que un sistema "normal" no puede sobrevivir".
La respuesta, por tanto, esconde otro enigma, ya que estamos hablando de anillos retrógrados, algo fuera de lo común. Los investigadores creen que podrían ser el resultado de un evento catastrófico (tal como una colisión masiva) que causó los anillos (o el propio planeta) cambiaran su rotación. Sus resultados también indican que algo así permitiría los eclipses observados, como lo de 2007, mientras que el responsable sea algún otro tipo de objeto no parece una opción. "La posibilidad de que sea eso es mínima", asegura Rieder.
Aún queda un largo camino en esta investigación, que ahora se centrará en desarrollar modelos que abarque su formación y evolución a través del tiempo. De momento, con estos resultados, y aunque plantean un escenario realmente extraño, muestran que bajo dichas circunstancias estos gigantescos anillos son viables. No es una demostración definitiva, pero si un paso adelante para que así lo sea. Pero que realmente esta especie de SuperSaturno sea viable ya resulta extraordinario. Que extraño y maravilloso es el Universo.
Impresión artística de como se verían los anillos alrededor de J1407b desde la Tierra si se colocaron alrededor de Saturno.
Giant rings around exoplanet turn in the wrong direction
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