Unas que se despiden de nosotros, otras que empiezan su camino. Mientras los ecos del final de Rosetta aún resuenan en nuestros oídos, en una mezcla de sentimientos encontrados, de alegría por su éxito, y tristeza por su desaparición, la más reciente sonda lanzada por la NASA está dando sus primeros pasos, afrontando justo ahora las pruebas necesarias ordenadas desde su control de tierra con el objetivo de dejarla lista para cuando su encuentro con el asteroide Bennu, previsto para 2018.
Estos últimos días de Septiembre han sido de una intensa actividad para OSIRIS-REx, ya que, uno por uno, todos sus componentes esenciales han tenido que superar el crítico momento de ser activados por primera vez en el espacio. Un instante decisivo, ya que no hay vuelta atrás ni posibilidad de reparación. Si alguno de ellos hubiera mostrado problemas insuperables, la misión habría quedado comprometida, limitada o, en el peor de los casos, perdida. Afortunadamente no fue este el caso, y todos se mostraron en buen estado, demostrando así que habían soportado sin problemas el siempre duro estrés del lanzamiento y las nuevas condiciones ambientales a las que se enfrentan. todos los implicados pudieron respirar tranquilos.
De todos ellos fue el conjunto de cámaras OCAMS (OSIRIS-REx Camera Suite) la primera en pasar las pruebas, ejecutado su secuencia de encendido sin problemas y grabando un campo de estrellas en la constelación de Tauro, al norte de Orión, junto a la rojiza Betelgeuse. Las tres cámaras que conforman OCAMS cumplieron a la perfección las órdenes, mostrando que están listas para lo que está por venir. Poco después también lo hizo TAGCAMS (Touch and Go Camera System), igualmente vital por ser la que monitorizará la delicada maniobra de recogida de muestras de la superficie de Bennu.
Le siguieron los tres espectrómetros de los que está dotada, y con los cuales mapeará la composición química del asteroide, así como su altímetro láser, con el cual levantara un preciso mapa. Todos ellos con éxito, y en el caso de OTES (Thermal Emissions Spectrometer) superando incluso las expectativa. Todo buenas noticias, aunque las pruebas seguirán hasta el día mismo de la llegada y, en realidad, durante toda la misión.
Pero el hecho de ver sus primeras imágenes, que al fin y al cabo es lo que que nos llega de forma más directa al corazón del gran público, es siempre un momento emocionante. Los ojos de OSIRIS están abiertos. El infinito mar de estrellas brilla ahora en sus retinas, listas para afrontar su largo viaje. Y nosotros, a través de ellos, la acompañaremos en esta aventura.
Las primeras imágenes de MapCam y PolyCam, que forman parte de OCAMS, ilustran la función especializada de cada una de ellas. La resolución media de MapCam y su más amplio campo de visión ayudarán a mapear la superficie entera de Bennu en color. Mientras que el campo de visión de PolyCam, mucho más pequeño, puede ver objetos mucho más débiles a una resolución más alta. Esto dará apoyo a la delicada operación de aproximación, contacto y alejamiento del asteroide.
Tomada el 19 de Septiembre, esta imagen de MapCam es una composición realizada de tomas hechas con tres de sus cuatro filtros de color ( azul, verde, y rojo), procesadas para eliminar el ruido y resaltar las estrellas más tenues.
NASA’s Asteroid-Bound Spacecraft Aces Instrument Check
No hay comentarios:
Publicar un comentario