El catalogo de NEAs (near-Earth asteroids) conocidos llega a 15.000 con el descubrimiento de 2016 TB57.
La Tierra, ese planeta solitario, acompañado solo por su leal compañera La Luna. O quizás no tanto como podíamos imaginar. En realidad, como hemos aprendido estos últimos años nuestro mundo está acompañado por innumerables pequeños mundos, asteroides y cometas que habitan de forma temporal o permanente en nuestra región planetaria. La práctica totalidad de los primeros suelen pasar desaparecidos, excepto para aquellos que tiene la idea de entrar en nuestra atmósfera y desintegrarse. Afortunadamente siempre son lo suficientemente pequeños como para no generar nada más que sustos importantes, o ocurrir en zonas despobladas. Al menos en tiempos históricos.
Por ello, desde hace años, se está rastrando nuestro entorno, creando un amplio catálogo de los conocidos como NEOs (Near Earth Object), nombre que abarca todo aquellos asteroides y cometas que de forma periódica se sitúan a menos de 1.3 veces la distancia entre la Tierra y el Sol (unos 150 millones de Km). Puede parecer mucho, pero a escala espacial es poco, muy poco, y significa también que todos ellos están sujetos a las influencias gravitatorias de nuestros vecinos planetarios, por lo que sus órbitas no son estables, y pueden cambiar si afrontan un encuentro cercano. Esa combinación es potencialmente peligrosa, y por ello se hace necesario seguir las andanzas de los ya conocidos, y sacar a la luz aquellos que desconocemos.
Una cifra que no deja de crecer, en los últimos años de forma exponencial, especialmente gracias al Near Earth Object (NEO) Observations Program de la NASA, que agrupa al 95% de todos hasta ahora. Y recientemente se llegó a una cifra simbólica, que si no tiene importancia estadística, si nos recuerda con una claridad meridiana hasta que punto debemos vigilar los cielos. Nada menos que 15.000 NEOs. Un número que recae específicamente en 2016 TB57, un pequeño asteroide de apenas 16-36 metros descubierto tan recientemente como el pasado 13 de Octubre, y que este 31 de Octubre visitará nuestro planeta, pasando apenas a 5 veces la distancia entre La Tierra y La Luna.
La motorización del firmamento por parte de este programa de la NASA se basa especialmente en el Catalina Sky Survey y el Panoramic Survey Telescope & Rapid Response System (Pan-STARRS), acumulan el 90% del total descubiertos, especialmente desde que ambos afrontaron notables mejoras en 2015, que aumentó su capacidad. Aún así que con medios relativamente limitados se tengan esos resultados nos recuerda hasta que punto está poblado nuestro entorno y la necesidad que aumentar los medios de detección.
A pesar de que una cifra tan espectacular puede resultar inquietante, La Tierra es un punto en la inmensidad, y ahora mismo no existe ninguna amenaza directa contra ella en los próximos 100 años. Evidentemente hablando de los conocidos. Pero ahí fuera deben existir muchos otros que esperan ser detectados. Difícilmente de gran tamaño, ya que de lo contrario ya habría sido vistos hace tiempo, pero si "proyectiles" del orden de decenas o cientos de metros, capaces de causar daños a gran escala en la región en que se precipitaran. 2016 TB57 y sus 14.999 compañeros que le precedieron son un recordatorio de que no debemos bajas nunca la guardia.
2016 TB57, el pequeño asteroide catalogado como el número 15.000, un número que pronto quedará a tras viendo el ritmo de nuevos descubrimientos.
Desde que se aplicaron medios, aunque limitados, para rastrear el espacio profundo en busca de asteroides y cometas cercanos, la cifra no deja de crecer de forma espectacular.
Catalina Sky Survey y Pan-STARRS son la base del programa de vigilancia NEO de la NASA, acumulando entre ambos el 90% de todos los descubrimientos.
Catalog of Known Near-Earth Asteroids Tops 15,000
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