Esta sonda tiene un nexo de unión con el también veterano Opportunity. Ambos llevan años trabajando sin descanso, ambos siguen siendo científicamente productivas, y ambas sufrían la extraña obsesión por parte de la actual administración de la Casa Blanca de querer desconectarlas. O mejor dicho, no asignar presupuesto para mantener las actividades de ingeniería y ciencia, lo que en la práctica es lo mismo que obligar a desconectarlas. Afortunadamente ambas siguen activas gracias a no poca gente que han trabajado sin descanso, tanto el Senado como la Cámara de Representantes, para evitar semejante absurda. Y parece que en 2016 este peligro se superará de nuevo. Aunque no sea lo habitual, el sentido común en ocasiones es capaz de imponerse.
Lanzada el 18 de Junio de 2009, la LRO (Lunar Recoonaisace Orbiter) lleva desde entonces explorando la superficie lunar con su potente conjunto de instrumentos, contribuyendo al conocimiento de una compañera de viaje que aún guarda muchos enigmas y sorpresas. Posiblemente ninguna otra misión espacial desde los Apolo han contribuido tanto a entender la complejidad de lo que no deja de ser un mundo por derecho propio. Y por encima de todo lleva 7 años regalándonos imágenes espectaculares de la geografía lunar. Y en ocasiones de algo más.
La LRO experimenta 12 veces al día la visión de una Tierra en el horizonte. Sin embargo, la sonda está casi siempre ocupada mirando la superficie, ya que al fin y al cabo ese esa es su meta. Es un espectáculo que siempre se pierde. O casi. Ocasionalmente esta sonda apunta sus cámaras hacia el exterior para adquirir observaciones de la extremadamente delgada atmósfera lunar y realizar mediciones de calibración. Momentos que se pueden aprovechar para captar a nuestro planeta en todo su esplendor. Como ocurrió el pasado 18 de Octubre, en una serie de tomas posteriormente combinadas para dar lugar a posiblemente la mejor y más clara visión de la Tierra saliendo por detrás del horizonte selenita.
No fue un trabajo sencillo. Nunca lo es, ya que se trata de lograr de la sonda algo para lo cual no está diseñada, pero su equipo en tierra acumula ya tanta experiencia en su manejo,saben muy bien lo que puede y lo que no puede hacer (como ocurre con Opportunity), que son capaces de llevarla más allá. El resultado, que combina los datos de la NAC (high-resolution Narrow Angle Camera), que ofrece imágenes en blanco y negro a alta resolución, y de la WAC (lower resolution Wide Angle Camera), de menor resolución pero en color, posteriormente procesados para compensar el desplazamiento de la superficie lunar entre unas y otras (la sonda se desplaza a 1600 Metros/Segundo con respecto a ella), es sin duda espectacular.
"En la Tierra, la salida y puesta de la luna diaria siempre son momentos inspiradores", explica Mark Robinson de la Universidad Estatal de Arizona."Sin embargo, los astronautas lunares verán algo muy diferente: Desde la superficie lunar, la Tierra nunca se sale o se pone, ya que la Luna está bloqueada por las mareas, por lo que nuestro planeta está siempre en el mismo lugar por encima del horizonte, sin apenas diferencia más allá del provocado por su propio movimiento de libracion (bamboleo). La Tierra no se mueve a través del 'cielo', pero la vista no es estática. Los futuros astronautas verán los continentes rotan dentro y fuera de la vista y el patrón siempre cambiante de nubes siempre estará ahí para atrapar su mirada. Al menos si están el el hemisferio visible. En la cara oculta nunca lo es. Imaginemos un cielo sin Tierra o sin Luna.¿Que pensarán los futuros exploradores de la cara oculta al no tener a nuestro mundo sobre sus cabezas?".
Posiblemente soledad, la sensación de haber dejado de verdad nuestro planeta atrás y adentrarse en lo desconocido, y un deseo apenas soportable de dar medias vuelta y regresar allí donde llega su azulada luz. Pero es solo una suposición. Lo que si podemos estar seguros es de lo pasa por nuestras cabezas al ver la Tierra de esta manera: Asombro, maravilla, pero especialmente incredulidad. No por lo ella misma, sino por la idea de que alguien, en algún lugar, crea que lo mejor sería desconectar una sonda que es capaz, no solo de seguir siendo productiva científicamente hablando, sino de tomar imágenes como esta.
La imagen ahora publicada es el resultado de un largo trabajo de procesamiento para sacar lo mejor de ella. Empezando desde la izquierda: La Tierra y La Luna con el mismo contraste, con el brillo lunar aumentado para resaltar más su paisaje, y finalmente con los datos en color de la WAC aplicados al disco terrestre.
NASA Releases New High-Resolution Earthrise Image
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