La Ionosfera, la invisible capa que permite la comunicación a larga distancia.
Poner la radio, escuchar una voz a través de las ondas. Un gesto que acompaña a la civilización tecnológica desde que en 1906 se realizó la primera emisión en los Estados Unidos, el primer escalón en una progresión cada vez más acelerada de nuestra capacidad de transmitir información, y que llevaría posteriormente a la televisión, los móviles o Internet. Algo tan aparentemente sencillo cono disponer de una estación emisora y un aparato receptor, sea un pequeño portatil o un gran equipo de radioaficionado, mediante ondas de radio. Pero no es tan simple como parece, dado que existe un gran obstáculo a superar.
Y dicho obstaculo es el hecho de que la Tierra es redonda, no plana, y que por tanto no hay una línea directa entre emisor y receptor, ya que a partir de cierta distancia ambos están más allá del horizonte desde sus respectivos puntos de vista, ocultos tras la propia curvatura del planeta.¿Como pueden entonces llegar las ondas hasta este último? La respuesta esta en el cielo, o más concretamente en la Ionosfera.
Con este nombre se conoce a una parte de la atmósfera terrestre que se extiende entre los 80-90 y 600-800 Kilómetros (aunque estos límites parece variar) y subdividida en diversas capas, donde la mayor parte de las moléculas presentes están ionizadas por efecto de la radiación solar, una situación que la convierte en un auténtico espejo para las ondas de radio, reflejando nuevamente hacia tierra la mayoría de aquellas que le llegan desde la superficie.
Y es esta propiedad tan especial lo que hace posible las emisiones de radio a larga distancia, que serían imposibles sin la Ionosfera, que permitió a la Humanidad dar el colosal salto adelante que representaron las primeras comunicaciones a larga distancia a principios del siglo XX. Sin duda estas habrían llegado tarde o temprano de otra forma, pero seguramente con un retraso de años o décadas, y el mundo habría tardado mucho más tiempo en convertirse en la aldea global que es hoy día. La expresión "estamos en el aire" nunca fue tan acertada.
Como un techo invisible, la Ionoesfera permite que las ondas de radio emitidas por un emisior llegue al receptor a pesar de la curvatura de la Tierra.
Fruto de la radiación solar, la Ionoesfera varía segun sea día o noche, y tambien cuando una tormenta solar afecta al planeta. El 5 de Mayo de 2011 dos llamaradas solares iluminaron las capas superiores de la atmósfera con Rayos-x, provocando un momentaneo aumento de la Ionización presente, lo que aumentó la propagación de las ondas de Radio de baja frecuencia. En el gráfico superior, tomado por Rogerio Marcon, estos dos momentos quedaron registrados en forma de dos claros picos (C9 Y M1) dentro de la oscilación diaria habitual.
la Ionoesfera de divide en tres capas (D,E y F), que señalan regiones especialmente activas en su reflexión de las señales de radio.
La Luna se levanta sobre la nubosa atmosfera terrestre, el invisible techo sobre el cual se apoya las comunicaciones de radio a larga distancia.
No solo la atmósfera de La Tierra presenta una Ionoesfera, pues Marte también la tiene. Diferente en algunos aspectos y parecida en otros a la que tenemos en nuestro planeta, también ella puede actuar como pantalla para las ondas de Radio.¿Será el pilar de una futura Radio Marte en un planeta rojo ya colonizado?
LA PROPAGACION DE LAS ONDAS
1 comentario:
Como radioaficionado "doña propagación" nos permite poder comunicarnos con otros colegas por muy distantes que estan. Como tu muy bien dices, la obra creativa nos permitio convertir la Tierra en una aldea global...e incluso ahora cuando ocurre un desastre la radio (en especial los aficionados) es el medio principal de comunicación ya que los otros han caido o se han roto las lineas de comunicación.
73(=saludos) de Carlos T
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