Nuestra compresión sobre la naturaleza de nuestro astro, de ese círculo luminoso fuente de luz y calor que vemos en nuestros azules cielos terrestres, ha cambiado de forma drástica en los últimos 400 años, desde la idea de un objeto celeste perfecto fruto de la mano divina (o directamente como encarnación de una divinidad, como en tantas culturas de la antiguedad), pasando por las primeras teorías más científicas para explicar su brillo (algunas de ellas realmente curiosas) y llegado a épocas más recientes, donde la aparición de la espectrografía permitó desvelar por primera vez su composición y dar los primeros pasos hacia la comprensión de los mecanismos físicos detrás de su desbordante energía, que hoy día conocemos bastante bien aunque lejos de hacerlo en su totalidad.
Junto con esta revolución en la naturaleza imaginada del Sol llego también la relacionada con su edad total, con su nacimientos, evolución y previsible final. Pero en este caso la astronomía contaba con la indudable ventaja de contar con inumerables estrellas, cada una de ellas en un punto concreto de su evolución temporal. Estudiar las estrellas, especialmente aquellos parecidas en tamaño a la nuestra (y por eso llamadas de tipo solar) representa la oportunidad de ver, como una imágen de otro tiempo reflejada en otros soles, como pudo ser el pasado del nuestro y, aún más importante, como será en un futuro lejano. Y en esto último la conocida como HIP 102152 podría ser una imágen espectral de como será el Sol dentro de varios miles de millones de años.
"Durante décadas, los astrónomos han intentado buscar gemelos solares con el fin de conocer mejor nuestro Sol, el que es capaz de dar vida. Pero muy pocos han sido encontrados desde que se descubrió el primero en 1997. Ahora hemos obtenido, a través del VLT, espectros de calidad excepcional, los que nos permiten analizar a los gemelos solares con extrema precisión, para intentar responder a la pregunta sobre qué tan especial es nuestro Sol", explica Jorge Meléndez (Universidad de São Paulo, Brasil), líder del equipo que, mediante el espectrógrafo UVES instalado en el Very Large Telescope (VLT) de la ESO en el Observatorio Paranal, desveló la naturalza de la estrella HIP 102152, situada a solo 250 años-luz de La Tierra, como un Sol de futuro.
En todos los aspectos esta estrella es indéntica a la nuestra, en masa y temperatura (solo lígeramente menor), con el mismo tipo espectral G2V (la V indica que es de la secuencia principal) y lo que es más importante, con una metalicidad (proporción de elementos más pesados que el Helio) también muy parecida, una característica que solo el 15% de las estrellas de tamaño solar comparten. Solo cambía en la edad estimada, que se situa en unos 8.200 millones de años, casi el doble que la estimada para el Sol. O lo es que lo mismos, posiblemente estamos viendo como será este último en un futuro remoto, cuando se aproxime al final de su vida estable. Una ventana temporal llena de posiblidades para los astrónomos que está permitiendo ya afrontar uno de los enigmas solares de más difícil resolución ¿por qué su contenido de Litio es tan sorprendetemente bajo?.
El Litio es el tercer elemento de la tabla periódica y según las teorías cosmológicas actules se formó en los primeros instantes del Big Bang junto con el Hidrógeno y el Helio, por lo que la presencia de este elemento debería presentar una distribución parecida entre la población estelar, algo que es justamente lo que no ocurrea. Algunas estrellas parecen tener menos Litio que otras, y más concretamente en el caso del Sol, este sólo el 1% del litio original que poseía el material a partir del cual se formó, mientras que gemelos solares más jóvenes han mostrado contienen cantidades muy superiores de este elemento. Se sospechaba una relación entre esto y la edad de la estrella pero no se había podido demostrar una clara correlación. Hasta ahora.
"Hemos descubierto que HIP 102152 posee muy bajos niveles de litio. Esto demuestra claramente, por primera vez, que los gemelos solares más antiguos efectivamente tienen menos litio que nuestro propio Sol o gemelos solares más jóvenes. Ahora podemos estar seguros de que las estrellas destruyen de alguna forma el litio que las compone a medida que envejecen" explica TalaWanda Monroe (Universidad de São Paulo), autora principal de este nuevo estudio. Queda aún camino que recorrer, como explicar el como, pero es realmente un avance hacia la resolución de este antiguo misterio.
Un último detalle que parece unir aún más a HIP 102152 con el Sol como hermanos separados por el abismo del tiempo es que ambos tienen una composición química inusual, algo diferente a la que posee la mayoría de los gemelos solares, pero similar a la del propio Sol, con una baja presencia de aquellos elementos que son abundantes en los meteoritos y en la Tierra, lo que es un fuerte indicio de que podría albergar planetas rocosos terrestres.
¿Existen alrededor de esta estrella ya envejecida mundos igualmente antiguos, una antigua Tierra que quizás ya dejó atrás la época en que la vida floración en ella? En la antiguedad, e incluso para mucho gente hoy día, el destino de cada uno está escrito en las estrellas, una creencia carente de toda lógica y base científica pero que, paradójicamente, así es cuando hablamos de ellas mismas.
Las posición de este Sol antiguo en el firmamento terrestre.
Detectan el gemelo solar más antiguo
1 comentario:
Quien diría no .... ¿ Habrá otro punto azul palido más vieja que está con vida microbiana alienígena diferente y distinta evolución .... ?
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