La exploración interplanetaria suele ser un trabajo en solitario, protagonizado por una sonda o rover que, equipado con toda una serie de instrumentos científicos, afronta el reto de reunir la máxima información posible de su objetivo durante el tiempo que permanezca en activo o, en el caso de las que solo realizan un sobrevuelo fugaz (como será el caso de la New Horizons), mientras esten lo suficientemente cerca para ello. Una visión única a la que, en menor o mayor grado, siempre le faltara algo de profundidad.
Excepto en Marte. La cercanía a La Tierra, su parecido a nuestro planeta y el que la lógica lo señale como el primero que pise la Humanidad lo convierte en un objetivo prioritario que ahora mismo se traduce con la presencia activa de 5 sondas exploradores, 3 en órbita (MRO, Mars Odyssey y Mars Express) y 2 en superficie (Opportunity y Curiosity), una familia que en un futuro cercano crecerá con la llegada de MAVEN y quizás la india Mangalyaan. Por tanto, y eso es un privilegio que los científicos que tienen en ningún otro mundo del Sistema Solar, tenemos la posiblidad de observar una mismo región o fenómeno desde diversos ángulos, permitiendo ir más allá de lo que una sola de ellas podría ofrecer.
Y en estas últimas semanas estamos teniendo un nuevo ejemplo, protagonizado por la Mars Reconnaissance Orbiter y los dos rovers de la superficie, una historia que empezó el pasado día 10 de Noviembre cuando esta primera empezo el seguimiento de una gran tormenta de polvo que estaba surgiendo en el Hemisferio Sur, un fenómeno relativamente habitual, especialmente con la entrada en la Primavera y el aumento de temperaturas que la acompaña. Una tempestad situada muy lejos de Curiosity y Opportunity pero de la que tanto uno como otro estan detectado sus efectos.
En el caso de Opportunity, situado a unos 1300 Kilómetros del borde externo visible de la tormenta, se está registrando una leve disminución en claridad atmosférica, mientras que Curiosity nos ofrece, gracias a REM (Rover Environmental Monitoring Station),datos más amplios, que permiten comprobar que además de un aire algo mas turbio la presión atmosférica es ligeramente más baja al mismo tiempo que la temperatura nocturna experimenta un ligero ascenso. Si se tiene en cuenta la gran distancia de ambos con la región directamente afectada resultan datos reveladores de hasta que punto este tipo de fenómenos tiene un efecto global.
A partir del 16 de Noviembre, Mars Reconnaissance Orbiter detectó un aumento de temperatur a unos 25 Kilómetros por encima de la tormenta que actualmente alcanza los 25º grados Centígrados debido a que el polvo esta absorviendo la luz solar. Esto indica que está siendo elevado muy por encima de la superficie y los vientos están crendo una neblina de polvo sobre una amplia región. Como añadido se está formando un punto caliente cerca de las regiones polares del Norte debido a cambios en la circulación atmosférica.
"Ahora una tormenta de polvo regional. Se ha cubierto una zona bastante extensa y se encuentra en una parte del planeta donde en el pasado algunas tormentas regionales se han convertido en globales. Por primera vez desde las misiones Viking, en la década de los 70, estamos estudiando una tormenta de polvo regional, tanto desde la órbita y con una estación meteorológica en la superficie" explica Rich Zurek, científico jefe de Marte en el Jet Propulsion Laboratory.
Esta una excelente oportunidad de intentar entender un poco mejor estas grandes tormentas,"una de las cosas que queremos aprender es la razón por qué algunas tormentas de polvo marcianas llegar a este tamaño y dejan de crecer, mientras que otros de este tamaño siguen creciendo y se globalizan". Entre 2001 y 2007 gigantescas tormentas globales afectaron superficie, pero desde 2007 hasta la actualidad estas no se han manifestado nuevamente...el motivo de este cambio en el clima marciano sigue siendo desconocido.
Deberemos esperar como evoluciona la tormenta, ahora mismo lejos de ambos rovers pero que podría afectaros si finalmente se extiende hasta abarcar todo el planeta. Si esto ocurre la peor parte se la llevaría Opportunity, que depende de la luz solar y podría condicionar su actividad, mientras que para Curiosity, con un generador nuclear y por tanto capaz de trabajar sin importar las condiciones climáticas, no representaría ningún problema real más allá de la aparición de neblina en las imágenes y cambios bruscos de presión y temperatura.
Sea cual sea el camino que siga la tormenta tendremos la oportunidad de observarla desde diversos ángulos, tanto desde el espacio como desde la superficie, midiendo de forma directa como afecta al clima planetario, algo que solo la presencia de diversas misiones exploradoras en activo y trabajando en colaboración puede ofrecernos. La complejidad de Marte bién se merece el esfuerzo.
La tormenta de polvo del hemisferio Sur en una panorámica construida a partir de imágenes de la Mars Reconnaissance Orbiter, delimitada por una serie de flechas. Podemos observar también la posición de Opportunity y Curiosity, muy lejos de ella pero sin embargo registrando alteraciones en su entorno.
En 2007 Opportunity afrontaron su última gran tormenta, que lo cubrió de oscuridad y le obligo a detener su actividad.
Spacecraft Monitoring Martian Dust Storm
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