Curiosity se pone de nuevo en movimiento y ya se encuentra muy cerca de Glenelg, su siguiente gran objetivo.
Fue su casa durante 40 días marcianos, el lugar donde se tomaron las primeras muestras de material para su análisis tanto por parte de SAM como de CheMin, una suave duna de fina arena donde uno tras otras se acumularon las señales dejadas por el brazo robotico, cuya imagen nos acompañó durante tan largo tiempo...y que ahora queda ya muy atrás. El gran rover, finalmente, se mueve de nuevo.
Se concluye así la primera gran pausa en el viaje de Curiosity, donde el interés por examinar y analizar a fondo el material que forma la duna conocida como Rocknest, un alto en la actividad de la Mars Odyssey y la reorganización del equipo técnicos y científico, con el paso a horario terrestre y la marcha de muchos de ellos a sus respectivas instituciones para seguir su trabajo a distancia, confluyeron para extenderlo desde Sol 60 a Sol 99.
Una situación a la que se añadió una fase bien conocido por los que trabajaron con Spirit y Opportunity los llamados "Soles restrictivos": Los rovers reciben los comandos por la mañana (en Marte), los ejecutan durante el día y envían los datos e imágenes por la noche, y en una situación ideal el equipo de operaciones evalúa durante el día terrestre todos estos datos mientras el rover "duerme" y prepara nuevos comandos para la mañana siguiente. Pero, como está ocurriendo recientemente, la del equipo en tierra y la del rover, coinciden en el tiempo esto no funciona, ya que si Curiosity trabaja durante el día las imágenes posteriores no llegan hasta el final del día de actividad del equipo, demasiado tarde para que sean usadas para planificar el siguiente operación, lo que hace que todo ocurra de forma más lenta.
Afortunadamente es una situación temporal, que irá desapareciendo a medida que la ligera diferencia en la duración del día en La Tierra y Marte haga que ambos se vuelvan a separar y el trabajo recupera su ritmo.
En Sol 100 llegó el momento de la partida, y lo hizo con una maniobra que le veremos realizar bastante a menudo...pasando por encima de Rocknest, aplastando la duna y borrando con ello las señales de su anterior actividad. Una operación que tiene como objetivo facilitar el trabajo de DAN, que está diseñado para estudiar la presencia de Hidrógeno en el suelo marciano situado justo por debajo del vehículo.
En Sol 102 Curiosity alcanzó la frontera de Glenelg, el punto donde el terreno que hasta ahora a visto el rover desde su llegada cambia a otro más brillante y rocoso, no sin antes poner en práctica una nueva maniobra conocida como "touch-and go" y que permitió, en un solo día, desplegar el brazo robótico, realizar una rápida integración de APXS en un trozo de roca o el suelo útil, plegarlo y ponerse en movimiento de nuevo. Sin duda una forma de acelerar ciertas operaciones en esta etapa de lentos movimientos.
Ahora, finalmente en el que era el primer gran objetivo de Curiosity antes de que Rocknest apareciera en el camino, la primera perforación y extracción de material de estratos rocosos es cuestión de tiempo, con lo cual se habrán desplegado ya todas y cada una de las posibilidades de este vehículo extraordinario.
La situación actual de Curiosity, en la frontera de Glenelg.
Glenelg después de que Curiosity pasara por encima para utilizar DAN...la suave duna que nos acompañó durante tantos días es ahora un recuerdo.
El gran rover en la frontera de Glenelg...la diferencia de contrastre entre la zona por la que se había movido hasta ahora, a la izquierda, y la nuevo zona, más brillante y rocosa, es evidente.
Curiosity sol 102 update: Eppur si muove
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