La sonda japonesa, en camino hacia la Tierra.
Punto final a una de las mayores odiseas espaciales de los últimos años, durante las cuales hemos explorado, en órbita y desde la superficie, el asteroide Ryugu. Un tipo de cuerpo planetario que, a pesar de existir en números incalculables distamos de conocer a fondo, y que pese a la idea ya desfasada de simples "rocas inertes", han demostrado ser mucho más interesantes y complejos de lo que se creía antaño. Por ello todo lo conseguido ahora, y lo que se conseguirá una vez la sonda llegue a nuestro planeta y entregue las muestras recogidas, es de un valor difícil de cuantificar.
Fue este pasado 13 de Noviembre cuando un encendido de los impulsores químicos de la Hayabusa 2 rompieron los tenues lazos gravitatorios que la ligaban con Ryugu, tal como confirmó posteriormente la propia JAXA. Posteriormente llegó el encendido del impulsor iónico, que será el responsable, si funciona correctamente, de llevarla de regreso a la Tierra, un camino más fácil que el camino opuesto, ya que ahora mismo ambos cuerpos están relativamente cerca y no será necesario recorrer los 300 millones de kilómetros que debió cubrir en su viaje de idea. Se espera que alcance la vecindad de nuestro mundo a finales de 2020.
Cuando esto ocurra la Hayabusa 2, colocándose en una trayectoria que la llevaría a incinerarse en la atmósfera de nuestro planeta, lanzará una capsula con todo el material que se espera haya podido recoger, para su posterior recuperación. Esto marcará el punto final de este viaje, pero, a diferencia de su predecesora, no será el final de la sonda propiamente dicha. Después de completar el lanzamiento de la cápsula maniobrará para evitar la colisión y, con reservas de combustible aún destacables, iniciará un nuevo viaje a otro asteroide, posiblemente 2001 WR1, aunque esta vez solo para sobrevolarlo antes de perderse para siempre en las profundidades del espacio. Se espera que esto ocurra en algún momento a lo largo de 2023, aunque aún falta la confirmación oficial.
Se termina así este maravillosa aventura, el mayor y más rutilante éxito de Japón en el terreno de la exploración interplanetaria, en que lo aprendido por la anterior Hayabusa preparó en camino para su sucesora. Una gran noticia para la siguiente y aún más increíble aventura, la exploración y toma de muestras de las lunas de Marte, Fobos y Deimos. Viendo lo conseguido por las gentes de la JAXA, y que sin duda se aplicarán en ella lo ahora aprendido, podemos ver el futuro con esperanza.
Hayabusa 2 y algunos de sus rover en superficie nos dejó imágenes para la historia, testimonio de su tremendo éxito.
El posible futuro objetivo de la sonda, el asteroide 2001 WR1.
Japanese space probe Hayabusa2 set to return to Earth from asteroid Ryugu
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