jueves, agosto 15, 2013

Esperando a la nueva generación

Mars Reconnaissance Orbiter activa su unidad inercial de reserva ante el desgaste de la principal.

La gran flota marciana, que una vez llego a contar con 4 sondas activas en órbita de forma  simultánea, fruto de una década de éxitos y esplendor en este terreno, acumula ya una edad considerable sin que ninguna otra haya llegado para tomar su lugar en los últimos años. Tan es así que incluso la más "joven" de todas ellas, Mars Reconnaissance Orbiter, ya lleva 7 años de trabajando sin descanso tanto en el estudio del planeta como en su papel como relé de comunicaciones para Curiosity y Opportunity, y eso se deja notar en una situación técanica que aún le permite actual a pleno potencial pero que obliga a ser más cuidadoso a la hora de planificar las operaciones a corto y medio plazo.

Uno de los elementos más propensos a sufrir los efectos de la edad es la llamada Unidad de Medición Inercial (IMU), que contiene un conjunto de 3 Giroscopios láser y 3 Acelerómetros que ofrece información que permite conocer en cada momento su posición orbital y su orientación con respecto La Tierra, básica para manter las comunicaciones con ella. Instrumentos todos ellos sensibles al desgaste y por ello, tal como ocurre con otros elementos esenciales, también este se encuentra duplicado para permitir afrontar problemas técnicos, IMU-1 y IMU-2.

Y es en este primero, que lleva en activo la mayor parte de la misisón, el que recientemente empezó a mostrar señales de que uno de sus giriscopios está llegando al final de su vida útil. Aún es funcional pero de seguir en activo dejaría de serlo en unos meses, por lo que los técnicos de la misión han decido pasar la actividad a IMU-2, quedando IMU-1 en reserva por si en el futuro se hiciera necesario reactivarlo durante un corto periodo de tiempo. Un proceso durante el cual Mars Reconnaissance Orbiter desconectará todos sus instrumentos, se procederá al cambio de IMU y después, una vez en modo seguro, reiniciará sus sistemas y volverá a la actividad.

Los sistemas redundantes permiten prolongar la actividad de una sonda espacial, dando la posibilidad a los técnicos de remplazar un equipo en fallo total o con serios problemas para realizar su actividad por otro idéntico, un recuros de incalculable valor cuando no existe la posibilidad de ir hasta ella para realizar las reparaciones pertinentes.

Pero ni tan solo esta opción permite alargar la vida útil de una sonda de forma indefinida, y tarde o temprando, sea por un fallo crítico o por el agotamiento de su combustible, llega al final de su misión. Y las 3 sondas que ahora mismo se encuentran en órbita marciana, Mars Odyssey (2001), Mars Express (2003) y la propia Mars Reconnaissance Orbiter (2006), están mucho más cerca del final que no del comienzo...la norteamericana Maven y la india Mangalyaan debrían llegar a Marte en 2014, seguidas, 2 años después, por la europea TGO (Trace Gas Orbiter) en 2016, en lo que podría considerarse el tan necesario relevo generacional para unas veteranas que ya han cumplido ampliamente y con un éxito fuera de toda duda sus objetivos.

Los giroscopios láser (RLG O ring laser gyro­scope) se suelen emplear en grupos de 3. Emiten un haz de luz láser que se divide, rebotan en dos o más espejos y luego se vuelven a unir. Cuando se recombinan se crea un patrón de interferencia que permite calcular cualquier cambio de orientación.

El "relevo generacional" de la ya veterana flota marciana. Maven y Mangalyaan deberían llegar durante la segunda mitad de 2014, mientras que la TGO, que forma parte del proyecto ExoMars, lo debería hacer en 2016.

Swapping Motion-Sensing Units

1 comentario:

HUGO PACILIO dijo...

Una gran era marciana de exploración , falta saber cuándo el hombre llegará a Marte .....