Los dos satélites RBSP, que deberán estudiar los cinturones de radiación que rodean La Tierra, listos para su lanzamiento este próximo 23 de Agosto.
Durante la décads de 1950, justo antes de que el Sputnik diera inicio a la carrera espacial, científicos como Kristian Birkeland, Carl Stormer y Nicholas Christofilos planetaron la hipótesis de que grandes cinturones de radiación podrían rodear La Tierra, formados por partículas cargadas, en su mayor parte de origen solar, que eran atrapadas por el campo magnético del planeta...una idea que pocos años después se convertiría en una realidad demostrada gracias a los tres primeros satélites Explorer bajo la direccción del Dr. James Van Allen, de quién recibieron el nombre con los que se conocen actualmente: Los Cinturones de Van Allen.
Se conocen dos de ellos, uno interior, que se extiende desde los 1.000 Kilómetros de altura hasta los 5.000, y otro exterior, que lo hace desde los 15.000 hasta los 20.000...así, cuando se pone un satélite en órbita baja, se busca que se muevan lo suficientemente alto para evitar la fricción atmosférica y suficientemente bajos para evitar entrar en el cinturón interior, o como mínimo que su permanencia en el sea la menor posible, ya que de lo contrario se pondría en peligro la salud de sus sistemas.
Han pasado cinco décadas desde entonces, y aunque nuestro conocimiento sobre ello no deja de crecer, siguen guardando misterios sin resolver...¿Que mecanismo hace que estos se expandan o se reduzcan según la energía solar que reciben? Las partículas que se escapan de ellos lo hacen hacia el espacio profundo o hacia La Tierra? Porque cuando se produce una tormenta geomagnética, fruto de la llegada de una tormenta solar, los cinturones parecen decrecer y literalmente vaciarse en solo unas horas y tardar días en recuperarse? Que provoca esta fuga masiva de partículas, documentada pero no comprendida? Todos ellos son preguntas importantes, no solo en el campo del conocimiento sino también en el práctico, dado la cantidad creciente de satélites que rodea a nuestro planeta y lo mucho que dependemos de ellos...
Para responder esta y otras preguntas el próximo 23 esta previsto el lanzamiento de las RBSP (Radiation Belt Storm Probes), dos sondas gemelas que se moverán alrededor de la Tierra en una órbita extremadamente elípitica, desde los 603 hasta los 32.186 Kilómetros de altura, y cruzando por ella el corazón de los Cinturones de Van Allen, tanto las partes más estables como aquellas que presentan una mayor variabilidad, midiendo la densidad de partículas en cada momento, así como identificar los procesos que ocurren en su interior, tanto en puntos aislados como en amplias zonas.
Tal como explica David Sibeck, director científico de la misión RBSP, "las partículas de los cinturones de radiación puede penetrar en las naves espaciales y perturbar la electrónica, provocar cortocircuitos o problemas de memoria en los ordenadores de abordo...las partículas también son peligrosas para los astronautas que viajen a través de la región. Necesitamos modelos para predecir eventos peligrosos en ellos y de momento no hemos sido muy buenos en eso. RBSP ayudará a resolver ese problema".
Los datos que ofrezcan esas dos sondas serán de gran ayuda tanto en futuras generaciones de satélites como en la planificación futuras misiones tripuladas, además de entender mejor nuestra comprensión del entorno que rodea al complejo entorno de La Tierra, del que aún, como vemos, desconocemos muchas cosas.
Proceso de preparación e instalación dentro de la cofia protectora de ambas sondas, y su posterior colocación en la cima del cohete Atlas V que este proóximo día 23 debe impulsarlas hasta su órbita final.Para responder esta y otras preguntas el próximo 23 esta previsto el lanzamiento de las RBSP (Radiation Belt Storm Probes), dos sondas gemelas que se moverán alrededor de la Tierra en una órbita extremadamente elípitica, desde los 603 hasta los 32.186 Kilómetros de altura, y cruzando por ella el corazón de los Cinturones de Van Allen, tanto las partes más estables como aquellas que presentan una mayor variabilidad, midiendo la densidad de partículas en cada momento, así como identificar los procesos que ocurren en su interior, tanto en puntos aislados como en amplias zonas.
Tal como explica David Sibeck, director científico de la misión RBSP, "las partículas de los cinturones de radiación puede penetrar en las naves espaciales y perturbar la electrónica, provocar cortocircuitos o problemas de memoria en los ordenadores de abordo...las partículas también son peligrosas para los astronautas que viajen a través de la región. Necesitamos modelos para predecir eventos peligrosos en ellos y de momento no hemos sido muy buenos en eso. RBSP ayudará a resolver ese problema".
Los datos que ofrezcan esas dos sondas serán de gran ayuda tanto en futuras generaciones de satélites como en la planificación futuras misiones tripuladas, además de entender mejor nuestra comprensión del entorno que rodea al complejo entorno de La Tierra, del que aún, como vemos, desconocemos muchas cosas.
New Satellites Will Tighten Knowledge of Earth’s Radiation BeltsRead.
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