Iniciada la actualización del software.
Los primeros días no pueden haber sido más emocionantes...la primera mirada a Gale desde las HazCams, despliegue del mástil, primeros datos sobre la radiación presente en el entorno, imágenes de NavCam y MastCam, tomas en color, la llegada de las primeras tomas de MARDI durante el descenso, panorámicas completas, autorretratos del propio vehículo mostrando como algo de material levantado durante los últimos momentos del descenso había caído sobre el...y todo ello sin haber visto aún ni una pequeña parte de su potencial, dado las limitaciones que aún existen en el ritmo de transmisión de datos. Lo mejor aún esta por llegar.
Pero estos dos próximos días, hasta el 13 de Agosto, deberemos tener un poco de paciencia, ya que Curiosity afronta ahora un paso decisivo, necesario para que pueda iniciar su actividad científica a pleno rendimiento: La actualización de su software.
Aunque haya realizado, como hemos visto, bastantes actividades desde su llegada a Marte, Curiosity seguía con el software con el que había viajado desde La Tierra, y de hecho la versión R9.5 con la que trabajaba le fue enviada en pleno vuelo...por ello, para pasar del "modo viaje interplanetario" a "modo explorador de superficie", era necesario actualizar a la versión R10, un proceso que ya está en marcha y que hace unas hora cubría la primera mitad con su envío e instalación, seguido por el reinicio de los sistemas de Curiosity (como hacemos nosotros con nuestros ordenadores en esto casos), una fase, esta última, que duró unos 15 minutos, y que concluyó con el envío directo a la Tierra de la señal de confirmación.
Y si es la mitad es porqué, como debemos recordar, Curiosity tiene sistemas redundantes, y evidentemente el ordenador de abordo, el "cerebro" del vehículo no es una excepción, con uno principal (RCE-A) y otro de reserva (RCE-B)...por tanto ahora toca instalar la versión R10 en este último.
¿Porque es necesaria y que implica esta actualización? R9.5 estaba básicamente ideado para afrontar el proceso de llegada y aterrizaje del vehículo, por lo que contenía muchos comandos que ya no eran necesarios, mientras que R10, ya pensado para trabajar y moverse por la superficie de Marte, dará a Curiosity dos capacidades claves: La de detectar posibles obstáculos y esquivarlos de forma autónoma si lo considera necesario (permitiendo trayectos más largos), y la usar las herramientas que se encuentran en el brazo robótico. No son las únicas pero si las más notables.
Cuando esto concluya se continuará con la recolección de imágenes y datos, la comprobación del estado de los instrumentos y, quizás dentro de una o dos semanas, los primeros desplazamientos.
Por otro lado se van conociendo más datos sobre como ocurrió el descenso de Curiosity, como por ejemplo que el despliegue de paracaídas ocurrió 259 segundos después del inicio de la entrada en la atmósfera, dentro del margen entre los 241 y los 263 segundos en que estaba calculado que esto ocurriera. Además el radar detectó la superficie un kilómetro y medio antes de lo previsto y el punto de aterrizaje estaba solo a 2.5 Kilómetros del centro de la elipse. Finalmente se confirmó que la nube vista justo después del aterrizaje por la Hazcam fue producto del impacto y explosión (posiblemente por la presurización de los depósitos) de la fase de descenso, que cayó pocos segundos después de separarse de Curiosity a unos 650 metros de distancia.
No está previsto que Curiosity visite los restos, ya que aún le quedaban unos 140 Kg de Hidrazina, una sustancia especialmente corrosiva y por tanto potencialmente peligrosa para partes sensibles del rover, como cables o las lentes de las cámaras...igualmente tampoco el paracaídas parece un objetivo interesante, por el riesgo que alguna de las cuerdas pudiera engancharse accidentalmente con una de las ruedas.
Una futura y apretada agenda de trabajo la que le espera a nuestro amigo...y que afrontará con un "cerebro" mejor preparado para llevar a cabo toda la actividad científica con la que, esperamos, nos maraville los próximos años.
Una futura y apretada agenda de trabajo la que le espera a nuestro amigo...y que afrontará con un "cerebro" mejor preparado para llevar a cabo toda la actividad científica con la que, esperamos, nos maraville los próximos años.
La zona prevista de descenso (círculo verde), el lugar donde aterrizó (punto rojo) y el lugar donde se precipitaron los pesos de Tugsteno que liberó en el momento de entrar en la atmósfera para equilibrar su centro de gravedad.
El ahora confirmado impacto de la fase de descenso, a 650 Metros de distancia, que levanto una nube de polvo por la explosión de sus depósitos, levantando una nube de polvo que ya había desaparecido 45 minutos después.
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