Hablar de este personaje histórico es hablar de una personalidad extraordinaria, de una determinación a prueba de bombas, de la defensa de una visión del mundo ya anacrónica, soñando con una imposible perpetuación del Imperio colonial británico, pero al mismo tiempo dotado de una claridad en otros aspectos que le hizo percibir el peligro del nazismo cuando muchos en occidente aún lo veía con benevolencia, por no decir abierta admiración. Sin duda, con sus defectos y virtudes, fue uno de esos colosos que dejan su huella en la historia. Y ahora sabemos que aspecto, no tan conocido, se adelantó ya no años, sino décadas, a los que le rodeaban.
"Yo, por mi parte, no estoy tan impresionado por el éxito de nuestra civilización aquí como para pensar que somos el único punto de este inmenso universo que contiene criaturas vivas y pensantes, o que somos el más alto ejemplo de desarrollo físico y mental que ha aparecido jamás en los enormes confines del espacio y el tiempo". Así concluía un artículo, que nunca llegó a publicarse, de Churchill y ahora recuperado por astrofísico Mario Livio, quien lo encontró a través del director de un museo de la localidad de Fulton (Missouri).No solo es excepcional por haber sido redactado en 1939, casi 60 años antes de que descubriéramos la existencia de planetas en otras estrellas, sino también porque está dotado de una extraordinaria claridad de ideas, en buena parte todavía plenamente válidas hoy día. Directamente se adelantó décadas a cosas que solo hoy día son conocidas. No se puede más que sentir admiración por ello.
Así, a lo algo de las 11 páginas mecanografiadas que conforman este artículo, Churchill consideraba improbable que los humanos y nuestro planeta fuéramos únicos, planteándose en el proceso la definición más sencilla de la vida, basada en su capacidad de reproducirse y multiplicarse. No solo plantea la necesidad de que exista agua para que esta sea posible, sino que se encuentre a la distancia necesaria con respecto a su estrella para que esta se mantenga en estado líquido en la superficie. Lo que hoy día llamamos "zona de habitabilidad".
"El Sol es una estrella más de nuestra galaxia, que contiene muchos miles de millones de estrellas.Sabemos que hay millones de estrellas dobles, y si ellas se han formado, ¿por qué no pueden haberlo hecho sistemas planetarios? No soy tan presuntuoso como para creer que mi sol es el único con una familia de planetas", seguía Churchill, en contra de la idea imperante, defendida por astrofísicos James Jeans, que creía que formación de planetas era una rareza cósmica. Nuevamente el tiempo acabó por darle la razón.
En un arrebato de optimismo, especuló que la mayor parte de los planetas en otra estrellas "tendrán el tamaño adecuado para mantener agua en su superficie y de alguna manera en su atmósfera. Y algunos estarán a la distancia justa de su estrella madre para mantener una temperatura apropiada"."Con cientos de miles de nebulosas, cada una de ellas con millones de soles, hay una posibilidad enorme de que muchísimas de ellas posean planetas cuyas circunstancias no sean incompatibles con la vida". Nuevamente estamos ante unos razonamientos adelantados a su tiempo, y en algunos aspectos, aunque no todos, notablemente certeros.
Pero aún más destacable resulta su predicción de que "un día, posiblemente incluso en un futuro no muy lejano, será posible viajar a la Luna e incluso a Venus y a Marte", en un tiempo donde la simple idea de alcanzar el espacio, la de construir ingenios capaces de salir de la atmósfera, era visto como una simple fantasía, y los primeros pioneros que idearon la idea de los cohetes eran a menudo objeto de burla por la prensa. Posiblemente Churchill habría afrontado un destino similar de haberse publicado. Y es que ser capaz de mirar tan hacia adelante siempre atrae el menosprecio de quienes carecen de tal habilidad
Como explica Livio, veía el valor en la ciencia. Comprendía que era necesaria para ganar el esfuerzo de guerra, pero también que se debía establecer un ambiente en el que fuera importante por derecho propio, y quería que se utilizara para mejorar el mundo "Como resultado de eso, en la década de 1950, llegaron todos estos grandes descubrimientos", como la estructura del ADN o la radioastronomía, que se derivó del trabajo en radar."Una vez que generado el marco y la infraestructura para que la ciencia prospere, entonces llegan los descubrimientos". Viviendo en una época donde los políticos parecen darle la espalda, o en el mejor de los casos recurrir a ella forma interesada, tal mentalidad, ese reconocimiento de su importante y sincero interés en ella nos resulta ahora extraña
Pero así era Churchill, un coloso de la historia lleno de luces y sombras. Y algunas de esas primeras tuvieron una claridad asombrosa.
El futuro primer ministro en .1939, con Europa ya en el abismo de la guerra.
El artículo perdido de Churchill sobre la vida extraterrestre
Winston Churchill on Aliens: 1939 Essay Discovered
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