El Universo es un lugar gélido, con las estrellas como los únicos y pequeños oasis de luz y calor perdidos en un mar de oscuridad, donde solo la radiación de fondo,el que se considera el eco lejano del BigBang, ofrece algo parecido al calor y lo mantiene a -270°C, relativamente lejos de los −273,1 °C, el conocido como 0 absoluto y teóricamente la temperatura más baja posible. Es la que se registra lejos de cualquier interferencia de objetos o fenómenos energéticos y, por tanto, la más fría que podemos encontrar. O casi.
La Nebulosa Boomerang, que podemos encontrar en dirección a la constelación de Centauro, a 5.000 años-luz de la Tierra, es ciertamente peculiar, una nebulosa planetaria con una configuración poco habitual que rodea a una estrella moribunda y que en 1995 aún se nos hizo más extraña cuando mediciones realizadas por el Telescopio Submilimétrico del European Southern Observatory descubrieron que en su interior se registraban temperaturas de -272°C, a solo 1 Grado del 0 absoluto. Por primera vez, y hasta día de hoy la única, estábamos ante un objeto celeste más frío que el propio Universo.
La explicación a tan extraño caso se encuentra en su naturaleza extrema, con una estrella moribunda que esta expulsando el equivalente a una milésima de la masa del Sol, una proporción entre 10 y 100 veces superior al observado en otras nebulosas planetarias, y con una velocidad extrema, 164 km/Segundo. Es precisamente esta expansión tan acelerada la que hace disminuir la temperatura hasta niveles nunca vistos, convirtiendo lo que nació como un ardiente viento estelar en un soplo gélido capaz de congelar al mismo Universo.
¿Cuál es el lugar más frío del Universo?
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