viernes, diciembre 23, 2016

Una familia de tres

Determinada la órbita y edad de Próxima Centaury. 

Es la estrella más cercana a la Tierra conocida, y desde hace unos meses es un foco de atención primordial en la búsqueda de otros mundos potencialmente habitables desde que se descubrió que tenía un compañero planetario potencialmente (que no necesariamente significa que lo sea realmente) habitable, que ahora conocemos como Próxima b. Una situación que puede hacer pensar que lo conocemos todo sobre ella. Pero nada más lejos de la realidad, pues ni tan solo estábamos seguros de su edad o de si era integrante de un sistema triple junto a Alfa Centauri A y B, a pesar de que habitualmente se la considerara como tal, y por tanto compartiera nombre con ellas. Que estuviera gravitatoriamente unidas era una suposición más que un hecho comprobado.

Pero finalmente parece que tenemos la respuesta, gracias al trabajo de tres astrónomos, Pierre Kervella, Frédéric Thévenin y Christophe Lovis, de que las tres estrellas efectivamente forman un sistema único. Viajan juntas y posiblemente nacieron juntas, ya que todas tienen la misma edad, otro de los resultados de este estudio.

Todo gracias al buscador de planetas de la ESO, HARPS, ha proporcionado una medición extremadamente precisa de la velocidad radial (con la que se acerca o aleja de la Tierra) de las 3 estrellas. Incluyendo estos nuevos datos, los cálculos de las órbitas de todas ellas indican que la velocidad relativa entre Próxima Centauri y el sistema binario Alfa Centauri está muy por debajo del umbral por encima del cual no existirían ataduras gravitatorias entre ella y Próxima solo sería una estrella de paso, no una integrante del sistema. Y esto, por extensión, implican que si forman un sistema triple deben tener la misma edad, lo que a su vez nos lleva a la del famoso Próxima b, que sería por tanto algo más antiguo que la Tierra, unos 6.000 millones de años por los 4.500 de nuestro planeta. 

Los astrónomos especulan que el planeta puede haberse formado alrededor de Próxima en una órbita más extendida y luego fue llevado a su posición actual, muy cercano a su sol, como resultado de la estrecha trayectoria de este con respecto a sus compañeras/parientes de Alfa Centauri. O quizás, en una hipótesis opuesta, pudo haberse formado alrededor del sistema Alfa, y más tarde pudo haber sido atraído por la gravedad de Próxima. Si una de ellas es correcta, es posible que tiempo atrás fuera un cuerpo congelado, y que luego experimentara un proceso de deshielo, disponiendo actualmente agua líquida en su superficie. Siempre como una opción, no una realidad confirmada, claro está.

Lo que si lo es, sin embargo, que nuestras compañeras más cercanas forman un sistema estelar triple, y que la pequeño y tenue Próxima, la más cercana de todas, es una parte integrante de el, no una estrella que simplemente está de visita. Y eso es importante para entender mucho mejor su historia. Y con ella la de su planeta quizás habitable. 
 
La órbita ahora estimada de Próxima alrededor del sistema Alfa Centauri, medida en miles de años terrestres.

Próxima no tiene ese nombre por casualidad. Es la estrella más cercana (o 2ª si contamos el Sol) a nosotros, y habitualmente se le asocia al sistema Centauri. Pero solo ahora parece que tenemos datos que confirman esa relación.

El espectro luminoso de las estrellas permite saber, a partir de su desplazamiento hacia el azul o el rojo, su movimiento con respecto a la Tierra, si se aproxima o aleja. Aunque existen efectos físicos que pueden ofrecer datos incorrectos, como una superficie inestable, HARPS es lo suficientemente preciso para ofrecer resultados fiables.

Alfa Centauri es algo más grande que el Sol, mientras que su compañera Centauri B es algo menor. Próxima, por su parte, es una diminuta Enana Roja, lo que hasta ahora hizo muy dificil medir su velocidad radial.

Científicos determinan la órbita de Próxima Centauri después de 100 años

jueves, diciembre 22, 2016

Crónicas de una despedida (2): Entre lunas y anillos

Pandora y los anillos en todo su esplendor.

La última gran aventura de Cassini continúa adelante, y la promesa de que tendríamos algunas de las mejores imágenes (si es que no las mejores) de toda su larga misión en Saturno se van haciendo poco a poco realidad. El paso 18 de Diciembre cruzó por 3ª vez el plano ecuatorial del planeta, muy cerca del borde del anillo F, y en esta ocasión nos dejó testimonios visuales realmente extraordinarios, sobretodo teniendo en cuenta que todas ellas son tal cual llegaron a la Tierra, aún sin haber recibido el tratamiento visual que da a las fotografías de esta sonda ese espléndido aspecto a las que estamos acostumbrados.

Dos fueron los protagonistas. El 1º la pequeña Pandora, que se desplaza justo por el exterior del anillo F y que, junto con su compañero Prometeo, conforman las lunas pastoras que lo mantienen en su sitio, ya que es la influencia gravitatoria de ambos impide lo que de otra forma sería una inevitable dispersión. La sonda se situó a solo 40.500 Kilómetros, suficientemente cerca para lograr imágenes de una resolución de 240 metros/píxel, una de las de mejor resolución jamás lograda de este pequeño cuerpo de 104×81×64 Kilómetros de diámetro. Toda una demostración de lo que aún es capaz esta sonda a pesar de los años en activo.

Pero si Pandora resulta espectacular, aún lo son más los anillos vistos de cerca. Y aquí nuevamente tuvimos un avance de lo que está por venir. Su compleja estructura, que ya resulta asombrosa desde la distancia, crece de forma exponencial desde esta nueva órbita, que lleva a Cassini más cerca de lo que estuvo nunca de ellos. Una vez procesadas posiblemente estaremos ante algunas de las mejores fotografías de su larga historia, y eso ya es decir teniendo en cuenta todo lo que hemos visto a lo largo de estos años, pero incluso en este estado previo son capaces de dejar sin palabras.

Y para el futuro promete cosas aún mejores. Cassini nos dejará pronto, pero sin lugar a dudas lo hará por todo lo grande.

Los anillos durante el tercer cruce del plano ecuatorial, con un esplendor y complejidad más allá de todo lo imaginable. La nueva órbita de Cassini nos permitirá verlos como jamás habíamos soñado.

Pandora en todo su esplendor, vista con una resolución inédita.

Esta pequeña luna vista en una imagen tomada años atrás. Su cercanía al anillo F, junto con su compañero Prometeo, mantiene este rio de partículas en su sitio.

Pandora Up Close

Galleries

miércoles, diciembre 21, 2016

Arañas en la nieve

Observando el crecimiento de estas extrañas formaciones marcianas.

Marte es muy parecido a la Tierra en muchos aspectos, y no pocas imágenes pueden transmitir una sensación de familiaridad cuando las vemos. Pero también tiene sus propias particularidades, fenómenos que nunca veríamos en nuestro planeta, como es la formación de un casquete polar de Dióxido de Carbono. Ni existe suficiente en la atmósfera ni las temperaturas bajas nunca lo suficiente para llegar al punto de congelación de este gas como para que ocurra, ni tan solo en las más frías y desoladas noches de la Antártida. Pero Marte es otra historia, donde ambos requisitos se cumplen cuando llega el Invierno.

Y en ese escenario extraño emerge una de las formaciones más extrañas del planeta rojo, oscuras manchas que, a partir de un punto central, se expande por los alrededores. De ahí su nombre, "spiders", ya que eso es lo que recuerdan, extrañas y inquietantes (además de gigantescas) arañas marcianas. Su aparición y crecimiento se asocia con la llegada de la Primavera y el aumento de las temperaturas, y tenemos una idea bastante clara lo que son y como se forman: La luz del Sol penetra en el hielo y calienta el situado por debajo de la superficie, causando que el CO2 se convierta de nuevo en gas. La presión aumenta hasta que agrieta la superficie y ese finalmente escapa al exterior en forma de intensas erupciones, que arrastran consigo partículas de arena y polvo. Estas últimas se terminan depositando en el punto de origen y los bordes de las grietas, dándole su oscuro aspecto

Sin embargo eso es un proceso de erosión que requiere tiempo, mucho tiempo, antes de llegar a todo su esplendor. Eso significa que algunas de ellas deben sobrevivir al paso de las estaciones, ser capaz de abrirse de nuevo camino después de cada Invierno. Y hasta ahora los surcos observados habían desaparecido en apenas un año, aparentemente rellenados con arena. Sin embargo la Mars Reconnaissance Orbiter ofreció finalmente imágenes de aparentes "baby spiders" que persistieron y crecieron a lo largo de tres años marciano, expandiéndose y ramificándose mientras adquirían un aspecto cada vez más parecido a sus hermanos mayores.

"Hemos visto por primera vez que sobreviven y se extienden de año en año. Es así como las grandes arañas comienzan", explica Ganna Portyankina, de la Universidad de Colorado."Estas se encuentran en zonas de dunas, así que no sabemos si seguirán aumentando o desaparecerán bajo arena movediza". Las condiciones deben ser muy precisas, con un suelo lo suficientemente blando para ser tallado por las erupciones de gas, pero no tanto como para que se colapse sobre si mismo que rellene los canales, como se observó en el Norte. Y muy estables, a que al ritmo de crecimiento observado, que requeriría más de mil años marcianos para alcanzar las dimensiones de aquellas plenamente desarrolladas.

Marte guarda aún muchos, realmente muchos misterios. Es un lugar parecido a la Tierra, pero al mismo tiempo completamente alienígena en no pocos aspectos. Una mezcla fascinante.

Estas cinco imágenes de la cámara HiRISE de la Mars Reconnaissance Orbiter  muestran diferentes características marcianas de tamaño y complejidad progresivamente mayores, todas formadas como resultado del deshielo del hielo de dióxido de carbono que cubre grandes áreas cerca del polo sur de Marte durante el invierno.

Las "arañas" del polo sur de Marte.

Las erupciones de los polos marcianos, fruto del calentamiento de las capas subsuperficiales de hielo, con la sublimación del Co2, que se abre paso hacia la superficie arrastrando partículas de gas y polvo.

Small Troughs Growing on Mars May Become 'Spiders'

martes, diciembre 20, 2016

Los latidos del corazón terrestre

Los satélites Swarm revelan la existencia de una corriente de chorro en el núcleo terrestre. 

Solemos asociarlos a la exploración espacial, o en el estudio de la superficie terrestre desde las alturas, su dinámica atmosférica y oceánica, sus movimientos tectónicos o el efecto que nuestra actividad tiene sobre ella. Pero en realidad pueden ir más allá, adentrarse en los secretos de su interior, estudiándolo de forma indirecta, a partir de como se manifiestan fuerzas como la gravedad o el magnetismo. Y especialmente este último resulta una puerta abierta al mundo que se esconde debajo de 3.000 Kilómetros de roca, un lugar físicamente tan cercano, pero al mismo tiempo tan lejano por lo dificil que es acceder a el. No es exagerado decir que conocemos más la superficie del Sol que el corazón de la Tierra. Poco a poco, pero, estamos haciendo progresos.

Lanzado en 2013, el trío de satélites Swarm tienen como objetivo medir los diferentes campos magnéticos terrestres, que provienen del núcleo de la Tierra, el manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera. Especialmente importante eso primero, ya que es la fuente principal, una dinamo de hierro líquido cuya rotación genera el campo terrestre en su conjunto. Y los últimos datos reunidos nos ofrecen una imagen mucho más clara como este funciona y las, ahora sabemos complejas, dinámicas que lo rigen, donde lejos de ser una masa compacta que se mueve en su conjunto, tiene sus propias corrientes, parecidas a las oceánicas y atmosféricas.

Lo más interesante de estos nuevos datos es que, a partir de los cambios registrados en el campo magnético, se sugiere claramente la existencia de una "corriente de chorro" en el núcleo externo, una corriente de hierro fundido que se mueve alrededor 40 km por año, actualmente en dirección oeste. Puede parece algo extremamente lento, pero es tres veces más rápido que las velocidades habituales registradas en el, y cientos de miles de veces que el d las placas tectónicas de la Tierra. En el contexto en que todo eso ocurre, el término encaja perfectamente. 

Los datos de Swarm también permitieron a los investigadores identificar su localización: Fluye a lo largo de un límite entre dos regiones diferentes en el núcleo, y el movimiento probablemente es causado cuando el líquido se desplaza hacia el frontera entre ambas zonas, y luego se ve aprisionado desde ambos lados."Por supuesto, se necesita una fuerza para mover el líquido hacia allí", dijo el coautor del estudio, Rainer Hollerbach, profesor de dinámica de fluidos teóricos en la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Leeds."Esto podría ser causado por diferencias de flotabilidad, o quizás, más probablemente, por los cambios en el campo magnético dentro del núcleo".

Un viaje a las profundidades de nuestro mundo desde las alturas, un reino aún más desconocido que las profundidades oceánicas o el abismo estelar, tan cerca y al mismo tiempo tan inaccesible, pero del que ahora sabemos un poco más.
 
Se cree que el campo magnético de la Tierra es generado en gran parte por un océano de hierro líquido supercalentado  que forma el núcleo externo de la Tierra a 3000 km bajo nuestros pies. Actuando como el conductor giratorio en un dínamo de bicicleta, genera corrientes eléctricas y por lo tanto el cambiante campo electromagnético terrestre.

La constelación de satélites Swarm, de la ESA, trabajan en conjunto midiendo los campo magnéticos de nuestro planeta.

Un ejemplo de corriente de chorro atmosférica. Ahora sabemos que algo parecido ocurre 3000 Kilómetros bajo nuestros pies

There s a jet stream in our core

lunes, diciembre 19, 2016

Descenso a los cielos

Preparando el camino para sumergir a ExoMars en las capas altas de la atmósfera marciana.

Puede parecer una maniobra en extremo peligrosa, y ciertamente, si no se hacen las cosas realmente bien y se tienen todos los parámetros suficientemente bajo control, el riesgo es evidente. Pero los beneficios, especialmente el ahorro de combustible, son lo bastantes notables para que sea una opción no pocas veces utilizada. Y la más reciente sonda europea, ya en Marte desde el pasado 19 de Octubre, también afrontará su propio descenso a los cielos. Es la única forma de alcanzar la órbita circular necesaria para poder comenzar su trabajo científico a plena potencia.

Todo empezara el 19 de Enero, cuando el ángulo de la órbita con respecto al ecuador de Marte será ajustada a 74º para que las observaciones científicas puedan cubrir la mayor parte del planeta. A continuación, el 3 y 9 de Febrero, será ajustada a unos parámetros de 200 x 33.475 km, con un ciclo de 24 horas.terrestres. Pero todo eso solo serán los preparativos para tener todo listo para el momento crítico: El aerofrenado, cuando se utilizará el tenue rozamiento de la atmósfera para frenarla y disminuir su órbita hasta los parámetros buscados.

Los controladores de misión de la ESA tienen alguna experiencia previa con esta técnica, usándola con la Venus Express, aunque esto se hizo al final de la misión y como una demostración."Esta será la primera vez que usamos el aerofrenado para lograr una órbita operacional, por lo que estamos tomando el tiempo extra disponible ahora para asegurar que nuestros planes sean sólidos  y para atender cualquier contingencia", explica el director de vuelo Michel Denis. Y así debe ser, ya que son muchos los factores que deberán ser tenidos en cuenta cuando, el 15 de Marzo, cuando 7 encendidos la hagan descender aún más, hasta situar su punto más cercano a solo 114 Kilómetros por encima de la superficie.

"Entonces la atmósfera puede comenzar su trabajo, tirándonos hacia abajo", explica el gerente de operaciones de ExoMars, Peter Schmitz."Si todo va según lo planeado, se necesitará muy poco combustible hasta el final del aerofrenado, a principios de 2018, cuando los disparos finales circularizarán la órbita a 400 km. La cantidad de arrastre es muy pequeña. pero después de unos 13 meses será suficiente para alcanzar la altitud previstas mientras se enciende el impulsor sólo unas pocas veces, ahorrando combustible".

Uno meses en el equipo de control de la misión de la ESA en Darmstadt, Alemania, deberá supervisar cada órbita para asegurarse de que la sonda no esté expuesto a demasiada calor por fricción o presión. Además el nivel de arrastre que soporte durante cada "zambullida" puede variar por cambios atmosféricos, tormentas de polvo y la actividad solar, por lo que los encargados de la dinámica de vuelo deberán medir repetidamente el efecto que sufra en cada pase y adelantarse a posibles variaciones. Todo para evitar que descienda demasiado y demasiado rápido. 

Un delicado juego de equilibro. Un descenso a los cielos de Marte que promete llevarnos al paraíso de la ciencia planetaria, pero también con el riesgo, por pequeño que sea, de arrastrarnos al infierno del fracaso. El año que está a punto de comenzar promete darnos fuertes emociones. 
 
Así será la evolución de la órbita de ExoMars hasta llegar a su órbita definitiva, gracias al frenado ejercido por las capas altas de la atmósfera.

El equipo de dinámica de vuelo, que deberán controlar con precisión las distintas órbitas de ExoMars una vez esta inicie las operaciones de aerofrenado. 

Skimming an alien atmosphere

domingo, diciembre 18, 2016

Post Vintage (211): Luna oscura

Curiosity nos ofrece las mejores imágenes de un eclipse de Sol en Marte jamás tomadas.

La Tierra vive un momento muy concreto en su larga historia que le permite asistir de forma periódica a lo que conocemos como un Eclipse Total de Sol, tan perfecto que no se repite en la superficie de ningún otro mundo. No tan lejana como para no cubrirlo por completo, no tan cercana como para asistir más bien a una ocultación, La Luna, 400 veces más pequeña que el Sol, pero 400 veces más cerca, parece encajar de una forma tan perfecta que es como si nuestra estrella se convirtiera, durante unos minutos, es una oscura esfera, mientras la brillante Fotosfera surge de las sombras allí donde se produce algún tipo de actividad explosiva, dando lugar al efecto "anillo de diamantes", y la Corona, la atmósfera solar, se hace visible a simple vista.

No siempre ocurre exactamente así, ya que la distancia entre La Tierra y La Luna no es siempre la misma, y en ocasiones esta última esta demasiado lejos para ocultar a nuestra estrella por completo. Es lo que se conoce como Eclipse Anular, ya que realmente parece que se forme un deslumbrante anillo en el cielo. Que se produzcan ambos tipos de eclipse en el mismo planeta es único, algo de lo que Marte, a pesar de disponer de 2 pequeñas lunas mucho más cercanas que la nuestra, no puede presumir.

Curiosity, desde el interior de Gale, nos ofreció la posibilidad de disfrutar de lo más parecido a un Eclipse de Sol que un futuro explorador humano de Marte podría presenciar, con Fobos cubriendo el 40% de la superficie solar. No son las primeras fotografías de este tipo, que tanto Curiosity como sus predecesores Spirit y Opportunity han observado en el pasado, pero si las más detalladas de la historia.

Curiosity sacó ventaja tanto de su situación casi ecuatorial (Fobos está tan cerca de Marte que no es visible a latitudes por encima de los 70º) como de que el momento del eclipse ocurrió en el momento en que estaba más cerca del rover, el pleno mediodía, ya que la distancia de Fobos con respecto a un punto de la superficie es notablemente mayor cuando se encuentra en el horizonte que en su cenit, por lo que traduce en una clara diferencia de tamaño. En La Tierra ocurre algo parecido con La Luna, pero la diferencia es mínima e indetectable para el ojo humano, hasta el punto de que, curiosamente, por disponer de puntos de referencia y el efecto de la atmósfera, parece junto lo contrario. 

Las observaciones de las lunas de Marte por parte de Curiosity, así como del veterano Opportunity, están ayudando a los investigadores obtener un conocimiento más preciso de las órbitas de ambas lunas. Durante las observaciones del 20 de Agosto la posición de Fobos estaba entre 2 y 3 Kilómetros más cerca del centro de la esfera solar de lo que los investigadores esperaban. "Este es de lejos la imagen más detallada de un marciano lunar tránsito jamás tomada, y es especialmente útil, ya que es anular. Ocurrió más cerca del centro del Sol de lo previsto, por lo que hemos aprendido algo" explica Mark Lemmon de la Texas A&M University y miembro del equipo de la MastCam.

La secuencia es realmente hermosa, dotando al cielo marciano de una belleza única, pero al mismo tiempo transitoria, ya que Fobos, cuya órbita va decayendo lentamente, está destinada a dejar de existir en unos 50-100 millones de años, cuando se precipite contra Marte o las mareas gravitatorias la desintegren, formado un anillo alrededor del planeta. Algo parecido a lo que ocurrirá en La Tierra con sus Eclipses Totales, aunque de forma menos catastrófica, dentro de unos 1500 millones de años, cuando La Luna, que se separa lentamente de nosotros, ya no sea capaz de tapar completamente el Sol en ningún momento, ni tan solo en el Perigeo de su órbita. Y es que así son los eclipses marcianos y terrestres, bellos pero transitorios, una eternidad para nosotros, un instante en la historia del Universo.

El perfil de Fobos casi en el centro del disco solar durante el tránsito del 20 de Agosto.

Antes del eclipse del 20 de Agosto Curiosity captó otro paso de Fobos, aunque no tan perfectamente anular como su sucesor. El rover tomó imágenes tanto del mismo eclipse como, lo que es aún más extraordinario, de la oscuridad que durante un momento llenó en el interior de Gale (1:11 a 1:22).

NASA Mars Rover Views Eclipse of the Sun by Phobos

viernes, diciembre 16, 2016

Las últimas palabras

Así fueron los datos científicos finales enviados por Rosetta. 

El 30 de Septiembre, a las11:19:37 GMT, una de las misiones más extraordinarias de los últimos tiempos llegaba a su final. En realidad esto había tenido lugar 40 minutos antes, pero la señal, o más bien su interrupción, tardo este tiempo en recorrer los 720 millones de Kilómetros que separaba el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko de la Tierra. Pero a efectos prácticos la despedida llegó en el momento en que la línea que marcaba la señal de telemetría de la sonda quedaba plana. Un vacío dificil de llenar quedó en el corazones de muchos. 

Pero Rosetta terminó por todo lo alto, enviando información casi hasta el último momento. Y lejos de ser un añadido extra significó la oportunidad de realizar mediciones muy cerca del cometa, hasta pocos metros antes del contacto con la superficie. Veamos ahora como fue este último "cofre del tesoro" por esta misión.

El lugar del aterrizaje se situó dentro de una antigua fosa en la región de Ma‘at, en la "cabeza’" del cometa, conocida como Sais, apenas a 33 metros del punto exacto elegido, lo que demostró la precisión de su trayectoria. Se tomaron numerosas fotografías de la fosa colindante, capturando increíbles detalles de sus paredes estratificadas, que contribuirán a descifrar la historia geológica del cometa. La imagen final fue tomada a unos 20 Metros por encima del punto de impacto, desenfocada porque la cámara OSIRIS, como es lógico, no estaba diseñada para capturar algo tan cercano, pero igualmente interesante. Además, recogieron datos una serie de instrumentos de análisis de polvo, gas y plasma.

Las mediciones del campo magnético, hasta unos 11 metros por encima de la superficie confirmaron las observaciones previas, que indicaban su naturaleza de cuerpo no magnético, y tampoco se recogieron partículas de polvo, mostrando un ambiente parecido a "una habitación limpia", según los investigadores, un resultado realmente interesante, ya que indica que la producción de vapor de agua era demasiado baja para levantar granos de polvo por encima de un tamaño detectable. Algo que apoya las mediciones anteriores, la última de las cuales, el 27 de Septiembre, reflejaron un descenso claro con respecto al momento de máxima actividad. Como comparación para entenderlo mejor, durante estos últimos días el cometa emitía el equivalente a dos cucharadas de agua por segundo, mientras que en agosto de 2015 era equivalente de unas dos bañeras de agua por segundo. 

Igualmente, a medida que la sonda se acercaba a la superficie, se vio cómo aumentaba la presión del flujo de gas. Los diferentes rastreos revelaron temperaturas de entre −190 y −110 ºC a unos pocos centímetros por debajo de la superficie. Es muy probable que esto se debiera a sombras y a la topografía local. Y la densidad del plasma experimento un pico a 2 Kilómetros de altura antes de caer de nuevo. Esto último esperable, ya que el gas neutro cerca de la superficie, recientemente emitido, aún no ha tenido tiempo de ionizarse."Es estupendo contar con estas primeras informaciones procedentes del último conjunto de datos de Rosetta" reconoce Matt Taylor, científico del proyecto."Las operaciones terminaron hace más de dos meses y ahora los equipos de los instrumentos están inmersos en el análisis de los enormes conjuntos de datos recopilados durante los más de dos años junto al cometa".

Rosetta descansa ya en silencio en la superficie del cometa, pero su enorme legado científico sigue ahí, aún mayor porque estuvo trabajando casi hasta los últimos segundos de su vida. Y nada mejor que ese hecho para ejemplificar lo maravillosa que fue esta misión sin igual. Cuanto la echamos de menos...
 
Las últimas tomas de la cámara OSIRIS.

Los últimos datos del Sensor ROSINA, que midió la presión del gas en la vecindad de la sonda durante sus horas finales. Las pequeñas pausas en la línea negra se deben a ajustes internos del instrumento para hacer frente a la presión creciente.

Espectros finales de Alice, mostrando la reflectancia de la superficie a corta distancia con una resolución de ~ 3m.

Yaman Evijarvi, la última partícula capturada por COSIMA, 3 días antes del final de la misión.

La superficie desde 1.2 Kilómetros, a pocas horas del impacto.

La última imagen, a solo 20 metros de altura. OSIRIS no estaba diseñada para observar cosas tan cercanas,motivo por el cual quedó desenfocada. Pero aún así resulta tremendamente emotiva por todo lo que significa.

Rosetta’s last words: science descending to a cometa

jueves, diciembre 15, 2016

Un pasado que nos llama

Curiosity desvela nuevos detalles de la evolución climática de Marte y refuerza la idea de su antigua habitabilidad. 

El cráter Gale fue escogido por una única pero enorme razón de peso. Tan enorme como una montaña de varios Kilómetros de altura, la que precisamente se eleva en su centro, y que lejos de ser el típica elevación del terreno posterior a un gran impacto, cuando la corteza "rebota" después de haber sido violentamente comprimida, formando los picos que vemos, por ejemplo, en los cráteres lunares, es una enorme acumulación de sedimentos, que en su momento llegaron a llenarlo por completo y con el tiempo y la lenta pero constante erosión ejercida por el viento, termino adquiriendo su forma actual. Se le conoce popularmente como Aeolis Mons, y es por los procesos que lo formaron un libro abierto a los primeros tiempos del planeta rojo. Resulta más que compresible que fuera el lugar elegido para hacer a Curiosity, por delante de otros igualmente fascinantes. Pero de rover solo había uno.

Y el tiempo está dando la razón. Después de un largo viaje por las llanuras que rodean la montaña, para así alcanzar su "puerta de entrada", una zona de paso entre los  oscuros campos de dunas que, como una barrera, se interponían entre Curiosity y su meta, ahora finalmente está afrontando su auténtica misión, observar, estudiar y analizar las diversas capas de Aeolis Mons y, a medida que se ascendiera, desvelar las diferencias geológicas y químicas. O lo que es lo mismo, ver como el propio medio ambiente de Marte evolucionaba a lo largo del tiempo. Y con ello tener una idea más clara de su pasada habitabilidad.

Porque esa visión de un mundo habitable (para formas de vida simple al menos) se ve ahora reforzada. Los últimos resultados presentados por los científicos de Curiosity, que nos pintan una imagen compleja de la región, donde las aguas subterráneas y su interacción con el entorno llevaron a depositar sedimentos arcillosos y diversos minerales a lo largo del tiempo. Como explicó John Grotzinge, profesor de geología del Caltech, este tipo de situación es favorable en cuanto a la habitabilidad:"Hay tanta variabilidad en la composición en diferentes elevaciones, que hemos conseguido un premio mayor. Una cuenca sedimentaria como ésta es un reactor químico. Los elementos se reorganizan. Nuevos minerales se forman y los viejos se disuelven. Los electrones se redistribuyen. En la Tierra, estas reacciones apoyan la vida".

Por ejemplo, las muestra recientemente obtenidas y analizadas por Curiosity mostraron mayores cantidades de hematita, minerales arcillosos y Boro. Todo esto proporciona pistas muy interesantes. La presencia de esta primera sugiere condiciones más cálidas y más interacción con la atmósfera. También indica que se han producido cambios ambientales, en los que la oxidación del hierro fue en aumentó con el paso del tiempo. Este proceso, en el que más electrones se pierden a través de intercambios químicos, puede proporcionar la energía necesaria para la vida.

La detección del Boro, aunque sea en cantidad muy pequeñas, dentro de venas compuesta principalmente de sulfato de calcio (fruto de la filtración del agua), es igualmente enigmática. En la Tierra, este elemento se asocia con sitios áridos donde el agua se ha evaporado, como pudo pasar con un posible gran lago. Ninguna misión anterior lo han detectado jamás, pero da lugar una imagen muy interesante de cómo el ambiente, al menos en Gale, cambió con el tiempo:"Las variaciones en estos minerales y elementos indican un sistema dinámico. Interactúan con las aguas subterráneas, así como con las aguas superficiales. El agua influye en la química de las arcillas, pero la composición de esta también cambia. Estamos viendo una complejidad química que indica una larga historia interactiva con el agua. Cuanto más complicada es la química, mejor es para la habitabilidad. Los minerales de boro, hematita y arcilla subrayan la movilidad de los elementos y electrones, y eso es bueno para la vida".

Cada vez profundizamos más en la historia de Marte, desvelando más de su pasado, y en cada paso su aparente complejidad se hace mayor. Nuestro maravilloso viaje hacia el planeta rojo continúa.

Como creemos que fue el ambiente de Gale hace unos 3.500 millones de años, con las aguas subterráneas filtrándose hacia el fondo de la meseta, transportando sedimentos, en un estado dinámico de continuo movimiento que favorecería las condiciones para la vida.

Los últimos análisis de Curiosity, en este caso a través de ChemCam, han desvelado la presencia de Boro. Como y el significado de ello aún no está del todo claro, pero nuevamente apunta hacia ambientes más cálidos, al menos en Gale.

El lento pero metódico avance de Curiosity, realizando diversas perforaciones y análisis de material. 

Martian Mineral Points Toward Past Habitability

miércoles, diciembre 14, 2016

Pequeños guardianes

Osiris-Rex buscará asteroides troyanos terrestres a lo largo de Febrero de 2017.

Se les conoce con esta denominación general porque todos ellos reciben, por convención, nombres relacionados con la homérica guerra de Troya, algo establecido desde que el primero en ser descubierto, en 1906, fue llamado Aquiles, y son unos de los cuerpos celestes menos conocidos por el gran público, aunque para los astrónomos resultan viajeros fascinantes y cualquier oportunidad para aproximarse a ellos es siempre bienvenida.

Pero empecemos por el principio.Que son los troyanos? Básicamente asteroides que se encuentran atrapados en los puntos de Lagrange L4 y L5 de un planeta, es decir precediendo y siguiendo a este en su movimiento alrededor del Sol (aunque en realidad también están presenten en la órbita de las diversas lunas). Por tanto, dado que son puntos muy estables, estos asteroides acompañan al planeta en su viaje, manteniendo siempre la misma distancia. Especialmente, como no podía ser de otro forma, en el caso de Júpiter, que acapara la mayoría de los más de 6.000 conocidos, con dos autenticas "flotas" de troyanos, casi como una guardia personal para el rey de los planetas. Marte, con 4, y Neptuno, con 6, disponen también de algunos de ellos. Y aunque durante mucho tiempo parecía que carecía de ellos, la Tierra también tiene el suyo, el pequeño 2010 TK7, de apenas 300 metros de diámetro y que, orbitando alrededor de L4, precede a nuestro planeta en su viaje anual, permaneciendo siempre a unos 80 millones de Kilómetros de distancia 

Este se descubrió recientemente, y es fácil entender el motivo. Pequeño, lejano y, desde el punto de vista terrestre, muy cerca del Sol, fue todo un logro vislumbrarlo. Y con ello la inevitable pregunta de que existen otros troyanos de la Tierra, más compañeros desconocidos que, como una escolta muy discreta, lo acompañan en su viaje. Los astrónomos creen que así debería ser, y en Febrero de 2017 podríamos tener una oportunidad extraordinaria para encontrarlos. Al menos a algunos de ellos.

Y es que Osiris-Rex, la sonda lanzada por la NASA para explorar el asteroide Bennu, se situará, entre el 9 y el 20 de Febrero, muy cerca del punto L4 terrestre. Y con el Sol a sus espaldas, en una posición ideal para realizar un escaneo metódico de la región con su MapCam, una de las 3 cámaras que conforman el equipo visual de la sonda y que tiene como meta buscar posibles diminutos satélites de Bennu. Pero mucho antes de ese momento tendrá la oportunidad de demostrar su capacidad de detección en esta campaña de caza de troyanos, que permitirá, si están ahí, encontrarlos, con todo el valor científico que esto tiene, al mismo tiempo que se adquiere experiencia de cara a su auténtica misión. Una combinación perfecta.

¿Tenemos más compañeros de viaje, pequeños guardaespaldas que viajan con nosotros alrededor del Sol,? A principios de 2017 quizás tengamos una respuesta.

Los Troyanos se asociaron inicialmente con los cientos de asteroides que siguen y preceden a Júpiter, como dos alargadas flotas alrededor de los puntos L4 y L5 joviano. Posteriormente se fueron desvelando que también existían en otros planetas, aunque sin comparación a la inmensa flota que acompaña al gigante joviano.
 

En Febrero de 2017 Osiris-Rex estará frente a frente con la región L4 terrestre. Durante 12 días escaneara de forma exhaustiva la zona para intentar "cazar" a posibles troyanos.

NASA Mission to Search for Rare Asteroids

martes, diciembre 13, 2016

Una sonda en el limbo

Juno completa su tercer sobrevuelo de Júpiter a la espera de decidir sobre su maniobra de cambio orbital.

No estamos recibiendo demasiadas noticias desde el gigante joviano, y es que la misión al mayor planeta del Sistema Solar vive actualmente en una fase de espera, casi en el limbo entre el éxito y el fracaso. A su primer sobrevuelo, que fue todo un éxito, le siguió, 53 días terrestres después, un segundo mucho más problemático, donde el anómalo funcionamiento de un conjunto de válvulas del sistema de presurización del combustible hizo finalmente suspender la que debía ser la maniobra final, un última encendido de su impulsor principal que la habría llevado a su órbita definitiva, aquella que se considera idónea para alcanzar los objetivos de la misión.

Y para completar el panorama, una vez decidido esto y seguir tomando datos e imágenes desde su órbita actual, Juno entró inesperadamente en modo seguro durante el sobrevuelo (un sistema de protección cuando se detecta algún tipo de anomalía potencialmente peligrosa), por lo que tampoco pudo ejercer su faceta científica. El 19 de Octubre no fue un buen día para todos los que trabajan en este proyecto.

Desde entonces las cosas sigue sin enderezarse por completo. Juno se recuperó y salió del modo seguro, con sus instrumentos de nuevo listos y preparados para la acción, pero las dudas que rodean a las ya mencionadas válvulas siguen ahí, y después de otros 53 días, con la sonda nuevamente en ruta de encuentro con Júpiter, finalmente se decidió aplazar nuevamente la esperada maniobra de ajuste. Una mala noticia, que denota que se sigue sin encontrar las respuestas al problema. Así, el encuentro del 11 de Diciembre nuevamente estuvo centrada en intentar obtener datos e imágenes. Y esta vez, a diferencia de lo ocurrió en 19 de Octubre, todo funcionó perfectamente. En este aspecto, al menos.

A las 17:04 UTC Juno pasó a solo 4.150 Kilómetros por encima de las nubes más altas de Júpiter, a una velocidad relativa de 57.8Kilómetros/Segundo y con 7 de sus 8 instrumentos estuvieron activos y reuniendo información. Solo el JIRAM (Jovian Infrared Auroral Mapper) permaneció desactivado a la espera de una actualización del software. Se espera que para el sobrevuelo del 2 de Febrero este ya en disposición de trabajar. A la espera de disponer de los resultados de este nuevo sobrevuelo, que esperemos sean espectaculares, se mantiene la gran pregunta. ¿Veremos a Juno en su órbita definitiva? "Tenemos una nave espacial saludable que está realizando su misión admirablemente, y podemos obtener una gran ciencia cada vez que sobrevolamos", explica Rick Nybakken, gerente de proyecto Juno del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. "No queremos añadir cualquier riesgo innecesario, por lo que estamos avanzando con cuidado". Una forma suave de decir que no lo sabemos.

Que Juno llegue a situarse en un órbita de 14 días es vital para que alcance sus metas, especialmente de levantar un mapa completo de su campo gravitatorio y composición atmosférica, al menos lo suficientemente preciso para desvelar el interior del planeta y obtener respuestas sobre su formación. En la órbita actual permite también recabar un valioso botín científico, pero queda lejos de lo que se conseguiría si se colocara en su órbita definitiva, cuidadosamente diseñada para, precisamente, lograr el máximo de rendimiento. Si finalmente esto no llegara Juno quedará para la historia como una misión en el limbo, no un fracaso, ya que llegó y generó numerosa información sin duda valiosa, pero tampoco un éxito, ya que no habrá alcanzado sus metas reales.

Solo queda esperar. Pero el tiempo y la radiación, algo menos intensa en su trayectoria actual pero igualmente dañina a largo plazo, corren en su contra.

7 de los 8 instrumentos de Juno estuvieron activos durante el sobrevuelo del 11 de Diciembre. Solo JIRAM, que estudiará las capas superiores de la atmósfera hasta una profundidades de entre 50 y 70 km, permaneció desactivado a la espera de una actualización del software.

Después de dos órbitas de captura, Juno debería haber maniobrado durante la segunda de ellas para colocarse en la órbita definitiva. Sin embargo esta operación se está aplazando ante las dudas sobre las válvulas del sistema de presurización del combustible. Si no se consiguiera finalmente colocarla en la posición buscada, los resultados finales estarán muy por debajo de lo esperado.

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