El curioso inquilino de la Casa Blanca nunca deja de dar motivos para hablar de el, para lo bueno y, en una proporción aún mayor, para las malas. Lo único cierto es no deja indiferente a nadie. Y sus propuestas en temas espaciales no podía ser una excepción. También ahí arriba Trump parece querer dejar huella, y su última idea ciertamente da mucho de que hablar, especialmente porque el mismo concepto hace que no pocos hagan volar su imaginación de las formas más extrañas. Comprensible, porque el término "fuerza espacial" para llevarnos a escenarios propios de películas de ciencia ficción. La realidad, pero, es algo más mundana.
Casey Dreier, de la Planetay Society, nos explica de forma un poco más clara de lo que se está hablando realmente. Veamos los puntos más importantes:
-¿Que es la "fuerza espacial" propuesta por Trump? Básicamente a lo que se refiere es a reorganizar las actividades espaciales del ejército de los Estados Unidos en una nueva rama de las fuerzas armadas. Esto es más una reorganización burocrática del Departamento de Defensa que un cambio significativo en la forma en que el país usa el espacio para la defensa nacional.
- ¿Tener una Fuerza Espacial significa que los EE. UU están militarizando / armando el espacio? Es eso legal? Existen tratados de proliferación de armas de destrucción masiva en el espacio, pero las consideraciones militares (especialmente para la recolección de inteligencia, las comunicaciones y la navegación) han impulsado la política y las inversiones espaciales mundiales desde el comienzo de la era espacial, por no hablar de otros proyectos que seguramente desconocemos. Hoy día todas las potencias, desde los propios EEUU hasta China y Rusa están militarizando el espacio en menor o mayor grado, pese a su posición oficial contraria, conscientes de que este puede ser uno de los campos de batalla del futuro. Tener estas actividades organizadas en una Fuerza Espacial no cambiaría esta situación de forma fundamental.
Sin embargo algunas voces críticas temen que pueda inducir una carrera de armamentos espaciales en todo el mundo, y podría contribuir a un mayor nivel de hostilidad y la probabilidad de que el conflicto se extienda a las actividades espaciales.
- ¿Que haría una "fuerza espacial" exactamente? Según el departamento de Defensa, se pueden resumir en:
1- Vigilancia global persistente para posibles objetivos de misiles avanzados
2- Indicaciones, advertencias, objetivos y seguimiento para la defensa contra amenazas balísticas.
3- Ofrecer posicionamiento, navegación y temporización alternativos en entorno denegados para el para el GPS.
4- Conocimiento de la situación en el espacio de forma global y casi en tiempo real.
5- Desarrollo de capacidad de disuasión.
6- Dotase de infraestructura de soporte espacial adaptable, resistente y normalmente basadas en tierra.
7- Comandos, controles y comunicaciones de gestión de batalla entre dominios, en red, independientes.
-¿ Y que no haría? Básicamente nada de lo que se encarga la NASA, es decir, la exploración del espacio y de otros planetas. Nadie espere SpaceShip Troopers desembarcando el La Luna y Marte.
- ¿Por qué los Estados Unidos necesitan algo así? Acaso los militares no tienen ya un programa espacial propio? Aquí entramos en el punto central de la actual discusión entre los que están a favor y en contra.
Los primeros argumentan que las actuales actividades espaciales militares son tratadas como cuestiones secundarias por la Fuerza Aérea. Una Fuerza Espacial permitiría a los EE.UU. reaccionar más ágilmente a las amenazas espaciales emergentes, particularmente en respuesta a los crecientes desarrollos de la tecnología de agresión y antisatélite de China y Rusia. Podría trabajar más eficazmente con la industria para desarrollar e implementar rápidamente nuevas capacidades, defenderse a sí mismo y sus especialidades internamente dentro del Departamento de Defensa, y concentrarse en capacitar a una fuerza de trabajo con la experiencia necesaria para satisfacer las necesidades de seguridad y defensa espacial
Los contrarios a ella argumentan que estas amenazas están siendo exageradas, que la Fuerza Aérea está haciendo un buen trabajo y no es necesario que haya una nueva y costosa burocracia en capas entre las necesidades de los servicios armados existentes y sus activos espaciales. Además, una Fuerza Espacial casi con certeza sería una rama relativamente pequeña de los servicios armados en comparación con otras, y no tendría el peso burocrático y presupuestario para defenderse de manera efectiva. También existe el costo significativo, tanto en tiempo como en dinero, de defender una nueva rama de los servicios armados que podría (según los opositores) ser mejor utilizada.
- ¿Puede el Presidente Trump crear esa nueva rama militar? No sin el apoyo del Congreso. Sin embargo el Departamento de Defensa a propuesto los pasos para poder seguir adelante con el proyecto sin dicho apoyo, y que se basa en una reorganización de su estructura interna, en la cual dicha rama sería reconocida como tal.
- ¿Cual sería el coste? El vicepresidente Pence anunció que la administración está preparando una petición formal de 8.000 millones de dólares a lo largo de los próximos 5 años para hacer realidad este proyecto, aunque aún no está claro si serían recursos extra o se extraerían de otras partidas militares. Actualmente EEUU ya invierte 20.000 millones de dólares en aspectos de seguridad nacional relacionadas con el espacio.
- ¿Qué significa una Fuerza Espacial para la NASA? Muy poco, al menos directamente. La Fuerza espacial está centrada en temas de defensa, no en la búsqueda de conocimientos científicos o exploración espacial, ya que esas esas son las prerrogativas de la NASA. Esta podría beneficiarse de una mayor inversión en investigación y desarrollo de hardware y técnicas espaciales.
Lo que suceda con los fondos de la NASA en el futuro depende de si el Congreso decide controlar sus gastos y de qué manera. Tanto esta como el Departamento de Defensa se consideran cuentas "discrecionales" dentro del presupuesto, es decir, el Congreso ejerce su discreción cada año cuando elige cuánto financiar cada una de ellas. La seguridad nacional siempre recibe un fuerte apoyo político, hasta el punto de que la financiación discrecional se divide funcionalmente en dos:"Defensa", que representa aproximadamente $ 700 mil millones por año, y "no de defensa", que se calcula en alrededor de $ 600 mil millones por año. En esta parte del espectro económico encontramos a la NASA.
Durante los primeros años de la presidencia de Trump, el Congreso ha aumentado significativamente los fondos para el Departamento de Defensa. Hasta el momento, los Demócratas en el Congreso han insistido en aplicar aumentos similares al lado no de la defensa. Pero a medida que pasa el tiempo y el déficit crece, se ejercerá más presión sobre el tamaño de esas cuentas discrecionales, y la NASA podría encontrarse compitiendo dentro de un grupo de fondos cada vez menor.
¿A favor o en contra? El escenario es complejo, y aunque la habitual desconfianza con todo que teng que ver con los EEUU, y aún más con el actual inquilino de la Casa Blanca, hace que el mundo vea con malos ojos esta propuesta, hay que tener en cuenta que la militarización, en menor o mayor grado, de la órbita terrestre es una realidad antes, ahora y en el futuro, y lo será más en el futuro, con o sin los EEUU de por medio. Hay que olvidarse de esa idea caduca que solos los norteamericanos hacen esas cosas. En realidad son un protagonista más, capital pero no único, de esta situación. Rusia y en especial China empujan con determinación en este campo, aunque paradójicamente no reciben tantas críticas externas. Es la ventaja de no ser vistos como los "malos de la película", como si ocurre de forma casi obsesiva con los EEUU.
Pero es esta idea de las "fuerzas espaciales" la respuesta adecuada a los tiempos actuales y futuros? Ahí está la cuestión.
Las fuerzas aereas de los EEUU ya realizan una monitorizanción de la órbita terrestre. Con las "fuerzas espaciales" de Trump, se crearía una rama propia especializada en estos temas, en lugar de estar diluida en esas primeras.
El presidente Trump sostiene la Directiva de Política Espacial-3 el lunes 18 de junio de 2018, después de su firma en la Sala Este de la Casa Blanca, y donde ordena al Pentágona crear una rama especializada en el terreno espacial.
Y no, de estos aún no hacen falta. De momento.
Space Force: An Explainer
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