martes, enero 10, 2017

Mundos entre las sombras

El Hubble capta la posible presencia de un nuevo exoplaneta de una forma inédita

Encontrar otros planetas en otras estrellas no es tarea sencilla, a pesar de los varios miles que llevamos descubiertos, todos ellos fruto de un largo y tedioso proceso de análisis de los datos aportados por diversos observatorios terrestres y orbitales, del que nosotros solos conocemos el resultado final, el anuncio propiamente dicho. Entre otros cosas porque, al menos por ahora, ser capaces de verlos directamente está al límite de lo posible por la tecnología actual. Existen casos, en aquellos de mayor tamaño o tan cerca de su Sol que resplandecen intensamente en el espectro infrarrojo, pero en la práctica totalidad de esos miles sabemos que están ahí por los efectos que causan en el entorno, por como afecta al movimiento de su estrella, o porque tenemos la fortuna de que cruzan por delante de ella con respecto a la Tierra, generando una fluctuación en su luz que delata su existencia, especialmente cuando estas últimas son regulares. Pero verlos tal cual aún es la excepción.

Hasta que llegue el día que esto cambie, quizás con la puesta en servicio del James Webb y de una nueva generación de observatorios terrestres, la caza de otros mundos requiere tener mucha imaginación, siempre intentando afrontar nuevos caminos, nuevas opciones aún no exploradas. Una de ella es la que nos presenta ahora el Hubble, aunque como siempre la noticia es el final de un largo camino, en realidad fruto de un trabajo de años. 18 nada menos.

La protagonista de esta historia es TW Hydrae, una estrella muy joven (apenas 8 millones de años estimados) y ligeramente menos masiva que el Sol. Esa juventud implica la presencia de un amplio disco de polvo y gas, lo que se conoce como disco protoplanetario, ya que suele ser el paso previo a la formación de planetas propiamente dichos. Sin embargo posiblemente existe ya uno formado, total o aún en proceso, orbitandola en la actualidad. No podemos verlo, pero si sentir sus efectos. O mejor dicho captar la sombra que su presencia provoca. No la del planeta, sino la que parece generar las deformaciones causadas en el disco.

Ya en 2005 el espectrógrafo del Hubble (STIS) mostró una extraña anomalía, una profunda asimetría en su brillo. La búsqueda en los archivos sacó a la luz 6 nuevas imágenes, en que esta curiosa anomalía parecía moverse en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor, hasta que, en 2016, estaba en la misma posición que en las imágenes tomadas en 2000. Es decir, un periodo de 16 años, una velocidad de desplazamiento imposible para estos discos, que se mueven a velocidad mucho más lentas, con un periodo orbital, en el caso de la parte más externa, que se podría medir en siglos. Y no solo eso. Tal como remarca el astrónomo John Debes, que lideró el equipo responsable de este hallazgo,"el hecho de que viera el mismo movimiento en más 16 mil millones de Kilómetros desde la estrella era bastante significativo, y me dijo que estaba viendo algo que estaba impreso en el disco externo en lugar de algo que estaba sucediendo directamente en el disco mismo", dijo Debes."La mejor explicación es que la característica es una sombra que se mueve a través de la superficie del disco".

Se llegó a la conclusión de que lo que está provocando la sombra debe estar situado profundamente en el interior del disco, tan cerca de la estrella que no puede ser visualizada por el Hubble o cualquier otro telescopio actual. La explicación que mejor encaja con lo visto es la existencia un disco interno, que esté inclinado en relación con el disco externo. De hecho, las observaciones submilimétricas realizadas por ALMA sugirieron una posible deformación en el disco interno. Pero qué lo causa? "El escenario más plausible es la influencia gravitacional de un planeta invisible, que está sacando material del plano del disco y retorciendo el disco interno".

Llegara el día, o al menos eso esperamos, que la tecnología óptica avance hasta tal punto que podamos descubrirlos como en el pasado se descubrieron Urano, Neptuno, Plutón y no pocos mundos del Cinturón de Kuiper. Pero de momento solo nos queda, como detectives planetarios, buscar a estos esquivos mundos que se esconden entre las sombras. 
 
Estas imágenes, tomadas con un año de diferencia, por parte del telescopio espacial Hubble de la NASA, revelan una sombra que se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor del disco de gas y polvo que rodea a la joven estrella TW Hydrae. Las dos imágenes en la parte superior, tomada por el espectrógrafo del  telescopio espacial, muestran un brillo desigual a través del disco. Mediante el procesamiento de imágenes mejorado ( parte inferior), el oscurecimiento se hace aún más evidente.

Este diagrama revela la estructura propuesta para explicar la sombra observada. La ilustración muestra un disco interno que está inclinado debido a la influencia gravitacional de un compañero invisible, que está orbitando justo fuera del disco. Este proyectaría una sombra sobre el disco externo.

Hubble Captures ‘Shadow Play’ Caused by Possible Planet

lunes, enero 09, 2017

Año nuevo, fortuna de siempre

Opportunity desentierra material brillante en su avance por Endeavour.

El principio de año (terrestre) le trajo novedades inesperadas, fruto del mismo dificultoso camino que está afrontando para llegar al conocido como Valle Willamette, ahora mismo su objetivo a más corto plazo. El viaje en el que está embarcado actualmente, como lo fueron prácticamente todos los anteriores, tiene establecido que, independientemente de su meta final, cuando se encuentro con algo puede resulta interesante, el rover se detendrá para examinarlo. No deja de ser una decisión lógica, aunque esto implica alargar el tiempo necesario para alcanzar la meta auténtica. Especialmente cuando aparecen literalmente bajo tus pies.

Los últimos días de Diciembre, Opportunity se encontró un terreno difícil y empinado. Cuando trató de avanzar en pendientes de 20 grados, las ruedas comenzaron a remover el suelo, que era poco consistente, y el avance programado para esa jornada se redujo en gran medida. Nada para lo cual este rover no esté preparado, y al detectar esta situación, detuvo su avance antes de tiempo, quedando a la espera de nuevas instrucciones. El 22 de diciembre de 2016 se le hizo retroceder lo suficiente para que se colocara en un terreno más sólido y seguro. La siguiente medida era observar el terreno problemático para saber lo ocurrido.

Sin embargo eso debería esperar hasta 2017, ya que Mars Odyssey entró a finales de año en Modo Seguro, por lo que Opportunity no pudo establecer contacto con ella para enviar la información reunida y recibir nuevos comandos desde la Tierra. Los últimos días de 2016 permaneció a la espera, y no fue hasta el 2 de Enero, una vez recuperada esa primera, cuando reinició las actividades, avanzando hasta la zona problemática para saber que había provocado tal situación. La que se encontró no pudo ser mejor, ya que en su desplazamiento fallido había desplazado material superficial, sacando a la luz otro hasta ahora escondido, mucho más brillante. No hace falta remarcar que dedicará un tiempo a su estudio antes de seguir adelante.

Un buen comienzo de año para Opportunity, que en pocos días cumplirá nada menos que 13 años en activo, aún plenamente capacitada para hacer ciencia a pesar de sus inevitables problemas, fruto de tantos años soportando un ambiente tan hostil, y que avanza hacia una nueva meta tanto o más interesante que todas las que ya lleva alcanzadas desde ese lejano Enero de 2004, cuando protagonizó un aterrizaje notablemente afortunado. Fue el principio de un viaje que hoy día continúa, y como podemos ver, aún lleno de sorpresas.

Una vista más cercana del terreno brillante, quizás sales, desenterradas por las ruedas del, cuyas huellas podemos ver a la derecha.

Los últimos movimientos, una vez ya dejado atrás Marathon Valley. 

Opportunity Updates

domingo, enero 08, 2017

Post Vintage (212): La Europa de la Galileo

Desvelando nuevas imágenes de esta antigua sonda joviana.

Lanzada en octubre de 1989, la nave espacial Galileo llegó a Júpiter en Diciembre de 1995. A través de las misiones primarias y extendidas exploró el planeta gigante y su familia de lunas hasta sumergirse en la atmósfera de planeta el 21 de septiembre 2003, representando para este mundo lo mismo que Cassini para Saturno. Existió un antes y un después de su llegada, su inmenso caudal científico enviado a La Tierra a pesar de sus problemas con el sistema de comunicación (la antena principal no se desplegó adecuadamente, por lo que pasó a depender de una de reserva, significativamente menos eficiente) cambió para siempre nuestra visión del reino joviano, así como de los asombrosos mundos que lo acompañaban en su viaje, desde la volcánica Io hasta las gélidas Ganímedes, Calixto y Europa.

Fue esta última, sin embargo, la que se convirtió en el gran protagonista de la misión, cuando las imágenes y datos científicos enviados por la sonda fueron estableciendo, cada vez con mayor claridad, que por debajo de la superficie se extendían grandes masas, quizás océanos, de agua líquida. Sus dos compañeras de hielo posiblemente también tienen capas líquidas subterráneas, pero es en esta luna, algo más pequeña que la nuestra, donde las evidencias eran más claras, donde este debía estar más cerca de la superficie y donde su presencia más estaba moldeando la superficie. La Europa convertida en un objetivo prioritario en la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta nació en la Galileo. Y desde entonces no hemos vuelto a ella.

Hasta 2030 no veremos una nueva sonda explorando las lunas de Júpiter (Juno, actualmente en camino, se centrará en la atmósfera del planeta) de la mano de la sonda JUICE (Jupiter Icy Moon Explorer), aunque se centrará en Ganímedes y en segundo lugar Calixto por encontrarse en un medio menos hostil para su electrónica que Europa, que se encuentra en la parte más profunda e intensa de los cinturones de radiación jovianos, pero la sobrevolará en varias ocasiones. La Europa Clipper, de la NASA, sigue en el limbo, con los problemas presupuestarios que implica una administración con poco a ningún interés en ella. Por tanto, durante como mínimo casi 2 décadas más las imágenes de la Galileo son y seguirán siendo nuestra principal fuente de información , y por ello cada imagen sigue siendo examinada con detalle, aplicando todas las técnicas posibles para extraer de ellas visiones inéditas de este mítico lugar.

Así es el caso de esta imagen coloreada de la superficie de Europa, ahora publicada por primera vez, producto del filtrado de datos en escala de grises tomados durante uno de las sobrevuelos de la Galileo (1997), junto con los datos de color de baja resolución tomadas desde una órbita diferente (1998). Los terrenos de azul blanco indican hielo de agua relativamente puro, mientras que las zonas rojizas contienen hielo de agua mezclada con sales hidratadas, quizás sulfato de magnesio o ácido sulfúrico. Se considera probable que estas características rojizas de la superficie pueden haber estado en comunicación con una océano de agua líquida bajo durante o después de su formación, y es, junto con otro tipo de formaciones que recuerdan a las que se observan en los océanos polares terrestres durante el Invierno, uno de los pilares que sostienen su existencia, aunque no seamos capaces de detectarlo directamente.

En un futuro a medio y largo plazo quizás, finalmente, Europa reciba la atención que se merece, más allá de lo que JUICE pueda aportar a nuestra comprensión de este extraño mundo, que sin duda será muy importante pero que no deja de ser un objetivo secundario en lo que respecta a su misión, centrada en sus "hermanas mayores". Hasta ese día siempre nos quedarán las imágenes de la Galileo, buscando en ellas, como detectives planetarios, nuevos detalles que nos permitan estar, aunque solo sea un poco, más cerca de aquellos que se esconde en su interior.

Las extrañas características superficiales  de Europa sugieren una capa de hielo activa por encima de un océano de agua líquida salada.

Lo que debía haber sido (imagen superior) y lo que finalmente acabó siendo, con la antena principal incapaz de desplegarse por el fallo de uno de las varillas, posiblemente por los retrasos en lanzamiento que acabaron pasado factura. A pesar de ello y de depender de la antena secundaria mucho menos eficiente, pudo completar el 70% de los objetivos científicos de la misión y desvelar la asombrosa cara de Europa y el resto de lunas jovianas.

La Galileo en las intalaciones de la NASA, con la antena desplegada.

El lanzamiento, realizado desde la bodega de carga del transbordador Atlantis.
 
El gran viaje de la sonda Galileo. 

Reddish Bands on Europa 

A New Image of Europa Emerges

sábado, enero 07, 2017

Ese lejano planeta azul

Mars Reconnaissance Orbiter nos regala otra maravillosa imagen de nuestro mundo.

Que una sonda interplanetaria mire hacia casa no es algo extraño. Tenemos no pocos ejemplos de ello, desde posiciones no muy alejadas de la Tierra hasta desde los mismos límites del Sistema Solar, pasando por la superficie de otros mundos, en ruta de salida o sobrevolándola de nuevo mientras buscan en impulso necesario para alcanzar sus metas. Pero no importa que estas continúen llegando de forma más o menos regular. Cada una de ellas esta cargada de esa mágica que solo la imágen de saber que nos estamos viendo a nosotros mismos, rodeados de una oscura inmensidad que nos recuerda que no somos el centro de nada, solo un pequeño lugar más, por maravilloso que sea, dentro de un Universo basto y hostil. O como mínimo indiferente a nuestra existencia.

Marte es uno de nuestros compañeros planetarios, visible a simple vista la mayor parte del tiempo (excepto cuando se sitúa, desde nuestro punto de vista, detrás del Sol) y un objetivo evidente para cualquiera que tenga un telescopio, ya que en los momentos de máxima aproximación es sencillo distinguir algunas características de su superficie, como los casquetes polares. Y evidentemente, esto puede ocurrir a la inversa. En realidad incluso más sencillo, siendo la Tierra más grande, reflejar más luz solar y tener una gran luna que la acompaña. Para hacerlos una idea, nuestro planeta sería, para un hipotético marciano, lo mismo que Venus es para nosotros.

Aún estamos lejos del día en que la Humanidad ponga el pie en el planeta rojo y pueda disfrutar de sus cielos, y de una estrella azulada emergiendo entre las luces de su amanecer o de su anochecer. Pero tenemos ya una notable flota de exploradoras robóticas desplegadas en el, y algunas de ellas ya nos han regalado la vista con fotografías de la Tierra. Sobretodo de la Mars Reconnaissance Orbiter. Y no es extraño, siendo, y con diferencia, la que está dotada de una mayor potencia óptica. Algo que demostró de nuevo el 20 de Noviembre del pasado año. 

No fue una mirada causal, ni un capricho. No se suele tener mucho tiempo libre en su siempre densa agenda de actividades. En realidad tenía un objetivo, y es calibrar los datos de HiRISE, sacando partido de que el espectro luminoso de la Tierra y La Luna es bien conocido, suficiente para utilizarlo como elemento de referencia. Y en el proceso se consiguieron imágenes dignas de verse, y ahora publicada en una maravillosa imágen. Ciertamente no deja de ser una combinación de las mejores, tomadas en las longitudes del espectro Infrarrojo, rojo y azul-verde, representadas aquí en rojo, verde y azul (lo que dota a la vegetación de un tono rojizo), y la luminosidad de La Luna está calibrada de forma independiente, ya que esta resplandece mucho menos que nuestro planeta. 

Pero eso no le quita valor, ni belleza, al resultado final. Es la imágen de nuestro mundo desde otro, la visión de una sonda ya veterana, que miró hacia nosotros, hacia el planeta que le vio nacer, hacia el lugar donde envía sus imágenes y datos, hacia el hogar al que nunca más podrá regresar.

No es la primera vez que Mars Reconnaissance Orbiter nos mira desde Marte. El 3 de Octubre de 2007 nos mostró nuestro hermoso, pequeño y azulado hogar en el espacio.

Una veterana con una década sus espaldas y el sistema óptico más potente de todas las sondas actualmente en órbita marciana. 

Earth and Its Moon, as Seen From Mars

viernes, enero 06, 2017

Caminos hacia el infinito

Explorando las rutas de ambas Voyager

Son nuestras dos enviadas más lejanas, exploradoras que están cruzando ya adentrándose en el espacio interestelar y que, a pesar de haber sido lanzadas hace 40 años, siguen teniendo suficiente energía para mantenerse en activo y enviar datos desde territorios inexplorados. La posibilidad de estudiar directamente la zona donde el viento solar finalmente se detiene ante la presión externa, dando forma definitiva a la burbuja dentro de la cual vivimos, y se produce la abrupta transición hacia el medio interestelar, es quizás uno de los mayores regalos que los astrónomos han recibido desde el inicio mismo de la carrera espacial.

Y seguirán haciéndolo hasta bien entrada la próxima década, cuando sus generadores termoeléctricos de radioisótopos ya no sean capaces de ofrecer energía suficiente para seguir activas. No será una cosa repentina. Poco a poco se irán apagando los instrumentos aún en activo, con el objetivo de concertar los menguantes recursos en aquellos más necesarios, después solo quedará su tenue señal de telemetría, y finalmente se hará el silencio definitivo. Y después? El Hubble nos ofrece la respuesta, permitiendo dibujar así el "mapa de ruta" de ambas Voyager, como serán sus respectivos viajes y con que se encontraran en el futuro.

Sabemos que Voyager 1 pasará, dentro de unos 40.000 años, a menos de 1.6 años luz de la estrella Gliese 445, en la constelación Camelopardalis. Su hermana Voyager 2, por su parte, se aproximará a 1.7 años luz de la estrella Ross 248, también en unos 40.000 años. Sin embargo su viaje parece que será algo más variado: Los datos del Hubble indican que saldrá fuera de la nube interestelar que rodea al Sistema Solar en un par de miles de años, cruzará una 2ª, permaneciendo en ella unos 90.000 años, para después adentrarse en una tercera.

Evidentemente el Hubble, que debe hacer frente a una lista de espera para nuevas observaciones prácticamente inacabable, no puede dedicar su tiempo a lo que, en el fondo, no deja de ser una curiosidad. El objetivo real era combinar sus datos con los que envían actualmente las Voyager para conocer mejor como el Sol (y nosotros con el) viaja a través del espacio interestelar, además de ayudar a comprender mejor lo que nos están diciendo estas sondas, dándoles un contexto más amplio."Es una gran oportunidad para comparar las mediciones in situ del ambiente espacial con las mediciones telescópicas por parte del Hubble", explica el líder del estudio Seth Redfield ,de la Universidad Wesleyan en Middletown, Connecticut."Las Voyager están tomando muestras de pequeñas regiones mientras se desplazan a gran velocidad. Pero no tenemos idea de si estas pequeñas áreas son típicas o raras. Las observaciones de Hubble nos dan una visión más amplia, porque está mirando a lo largo de una trayectoria más larga y más ancha. Eso da contexto a lo que cada Voyager está viviendo".

Una vida larga y fructífera, que se apagará cuando casi cumplan 50 años en activo. Ninguna otra puede igualar semejante marca, y parece dificil que ninguna otra pueda ni tan solo aproximarse en un futuro a largo plazo. Son las viajeras del infinito, en el sentido más amplio de la palabra. Y su viaje apenas acaba de comenzar. Por delante les espera el eterno reino de las estrellas.
  
El Hubble observó el espacio profundo a lo largo de la trayectoria de las Voyager, permitiéndole comparar sus datos con los de las propias sondas, ofrecer un contexto a sus observaciones y, por extensión, lo que les espera a ambas en un futuro lejano.

Hasta el infinito y más allá. 

Hubble Provides Interstellar Road Map for Voyagers’ Galactic Trek

jueves, enero 05, 2017

El futuro se llama Lucy y Psyche

Así son las dos nuevas sondas aprobadas por la NASA.

Fue el final de un largo camino, en realidad el de una dura competencia entre diversas propuestas y sus respectivos equipos humanos. Poco a poco los 27 participantes de esta carrera de fondo se fue reduciendo a medida que iban siendo descartadas, hasta que al final solo quedaron 5 supervivientes, en un lucha final por los recursos necesarios para saltar de la teoría a la realidad. Todas ellas notables, como muchas de las que se quedaron atrás, pero los recursos disponibles no dan para mucho más. En realidad se puede considerar una excelente noticia que finalmente se decidiera dar luz verde a dos, en lugar de una sola.

¿Y cuales son las dos ganadoras, que comparten esta simbólica medalla de Oro? La respuesta son Lucy y Psyche, ambas destinadas al estudio de asteroides. Serán las que recibirán los recursos de la clase Discovery, uno de los 3 programas en que se dividen las sondas de la NASA, y que corresponde a aquellas con un presupuesto por debajo de los 500 Millones de Dólares, sin incluir los costes de lanzamiento. Se puede tener la tentación de considerarlas misiones "baratas" y de las que, por eso mismo, no se puede esperar demasiado, pero si recordamos que, por ejemplo, Dawn forma parte de las Discovery, la cosa se verá muy diferente. Al final tan importante resultan los recursos como la creatividad a la hora de utilizarlos. Y seguro que las ahora ganadoras no serán una excepción. Tendremos mucho tiempo para conocerlas en profundidad, ya que no llegarán hasta la década siguiente, pero hagamos ahora una primera toma de contacto.

Lucy: Programada para lanzarse en octubre de 2021 y se espera que llegue a su primer destino (un miembro del Cinturón de Asteroides) en 2025. Pero eso solo será el principio del viaje, ya que entonces se dirigirá hacia los troyanos de Júpiter, una basta familia de asteroide nunca antes explorados que viajan acompañando al gigante joviano, atrapados alrededor de los puntos de Lagrange 4 y 5. Entre 2027 y 2033, Lucy estudiará seis de ellos, en una compleja ruta que la llevara de un grupo a otro, pasando varias veces por la Tierra como punto de apoyo gravitatorio. Un esfuerzo que merecerá la pena, dado que se considera que pueden ser una auténtica caja del tesoro.

"Uno de los aspectos sorprendentes de esta población es su diversidad. Si los miramos a través de telescopios desde la Tierra, vemos que son muy diferentes entre sí. Eso nos está diciendo algo sobre cómo el Sistema Solar se formó y evolucionó. Esta diversidad, creemos, se debe al hecho de que en realidad se formaron en regiones muy diferentes del Sistema Solar, con características físicas muy diferentes .Estos objetos empezaron su existencia a diferentes distancias, pero durante la formación de nuestro sistema planeta, se movieron y terminaron sus días en estos depósitos estables cerca de la órbita de Júpiter", explica Harold F. Levison, investigados principal de este misión.

Acceder a ellos significaría, de ser cierto, tener muestras de diferentes lugares y tiempos reunidas en un mismo lugar, listas para desvelar sus secretos. No es extraño, por tanto, el interés que existía en lograr una sonda para su exploración. En realidad los 6 seleccionados cumplen precisamente esa meta, ya que son todos diferentes entre ellos.

Como sonda "barata", Lucy se construirá a partir de tecnología ya probada y basándose en el diseño de misiones previas, como New Horizons y OSIRIS-REx, de las cuales heredará tanto versiones actualizadas de algunos de sus instrumentos (como RALPH, LORRI y OTES), como algunos miembros de sus respectivos equipos en tierra, que prestarán así su experiencia a esta recién llegada.

Psyche: Programada para lanzarse en Octubre de 2023, sobrevolará la Tierra en 2024 y Marte en 2025 antes de llegar, en 2030, a su objetivo, el asteroide 16 Psyche, alrededor del cual entrará en órbita. A diferencia de Lucy, será el primero y último que visite, ya que esa es su meta definitiva. Que se llame igual no es coincidencia, como es fácil suponer.

El motivo de tanto interés no resulta extraño, ya que este cuerpo, de unos 200 Km de diámetro, es único, un asteroide compuesto en su práctica totalidad de Hierro y Níquel del que no se conoce ningún otro. Algo así no se pudo haber formado tal cual es hoy día, y lo más probable es que se trate del antiguo núcleo de un antiguo planeta, planeta enano o asteroide masivo, que llegó a generar una diferenciación por capas, con los elementos más pesados precipitándose hacia el centro, antes de que el impacto de otro cuerpo lo destrozara, dejando solo lo que una vez fue su corazón. Al menos esa parece la visión más plausible. Psyche deberá dar una respuesta definitiva, además de la increíble oportunidad de explorar, si esa es su naturaleza, un núcleo planetaria de forma directa

"La Humanidad ha visitado mundos rocosos, helados y de gas. Pero nunca hemos visto un mundo metálico. Psique nunca se ha visitado o fotografiado como algo más que un punto de luz. Su aspecto sigue siendo un misterio. Esta misión será verdaderamente de exploración y descubrimiento. Creemos que es el núcleo de metal de un pequeño planeta que fue destruido por un impacto de alta energía durante los primeros tiempos del Sistema Solar. Al visitar Psique podemos literalmente visitar un núcleo planetario de la única manera en que la humanidad puede. Vamos a visitar un espacio interior visitando el espacio exterior", explica Lindy Elkins-Tanton, investigadora principal de la misión."¿Cómo creemos que podría ser? Tiene flujos superficiales de lava de azufre en su superficie? Está cubierto de acantilados creados cuando el metal se enfriaba, encogía y el exterior del cuerpo se rompió por eso? Es la superficie una combinación de metal de hierro y cristal mineral verde como vemos en los meteoritos de hierro? Y qué aspecto tiene un cráter de impacto en metal? Podrían sus bordes o el metal proyectado congelarse en el frío del espacio antes de caer de nuevo en la superficie. No lo sabemos".

Y aún hubo una "medalla de Plata" para la misión NEOCam, un telescopio espacial destinado a la exploración de las regiones cercanas a la Tierra en búsqueda de asteroides potencialmente peligrosos. Aunque no fue seleccionada, si recibirá un año más de financiación, una señal de que si bien el proyecto presentado igual no fue suficientemente bueno para ganar, tiene potencial para llegan a buen puerto si se desarrolla más. Veremos donde queda finalmente. No tanta suerte tuvieron las dos destinadas a Venus. La NASA sigue dando la espalda al ardiente gemelo de nuestro planeta, al menos de momento.

Lucy y Psyche son dos proyectos realmente apasionantes, cada uno de ellos con metas igualmente fascinantes. Los Troyanos de Júpiter son un reino lleno de oportunidades, y 16 Psyche significa aproximarnos a un mundo único, en el sentido estricto de la palabra, cuya misma naturaleza promete ofrecer cosas nunca vistas. Quizás una distribución más equilibrara, una para asteroides o otra planetaria a Venus, habría sido mejor, en lugar de centrar tanto el objetivo en los primeros, pero en realidad no deja de ser una queja leve. En realidad ojalá hubieran recursos para haber aprobado a los 5, porque todos ellos se lo merecían. Pero al final hemos tenido dos ganadores en lugar de uno solo, lo que es un regalo que merece ser valorado. Y ambas se lo merecían.

Lucy afrontará un largo viaje hacia 6 de los asteroides troyanos de Júpiter, un basto reino lleno de cuerpos llegados de otros lugares del Sistema Solar, formados en regiones muy apartadas unas de otras y finalmente atrapados en estas regiones de equilibro gravitatorio. Eso lo convierte en una caja del tesoro lleno de muestras listas para estudiar. Entre ello uno doble, formado por dos asteroides de igual tamaño, Patroclus y Menotius, algo nunca explorado con anterioridad.

El complejo viaje de Lucy, que realizará 6 sobrevuelos, 4 de ellos en la región L4, para posteriormente regresar hacia la Tierra para adquirir velocidad para saltar a la región L5, donde le esperan Patroclus y Menotius, el asteroide doble.

Psyche irá el encuentro de un mundo único, jamás visto con anterioridad. Un cuerpo celeste de más de 200 KM compuesto prácticamente en su totalidad de Hierro metálico y Níquel. Si es lo que queda de un antiguo núcleo de un planeta destruido en los turbulentos inicios del Sistemas Solar, como todo indica, poder llegar hasta el representa un evento extraordinario, la única opción que tenemos de ver directamente el corazón planetario. Lo que podremos ver cuando lleguemos a el pertenece al terreno de las especulaciones. 

Un viaje a un mundo de metal. 

NASA is visiting 8 asteroids in 8 years. Here are 8 things to know about the missions

NASA Selects Two Missions to Explore the Early Solar System

miércoles, enero 04, 2017

El espíritu de los sueños

 
Se cumplen 13 años de la llegada del rover Spirit a Marte.

La leyenda de Opportunity, que no deja de crecer al ritmo al que sigue avanzando a través del espacio y el tiempo, superando una y otra vez cualquier expectativa, y acumulando nuevos datos científicos de su entorno, hace que la historia de su hermano gemelo haya quedado un poco a la sombra. Sin embargo fue el principio de un sueño, el primero de los dos que alcanzó el planeta rojo y el que aseguró el proyecto MERS pudiera considerar ya un éxito, dado que su carácter duplicado tenía, por encima de cualquier objetivo, aumentar las posibilidades de que al menos uno lo consiguiera. Que al final ambos lo lograran fue un maravilloso regalo, aquello que anhelaban de todos los implicados ese 3 de Enero de 2004. El día de los sueños cumplidos.

Para muchos, que lo seguimos en directo y soportamos, como soportaron las personas presenten en el JPL, los agónicos 15 minutos que transcurrieron entre la confirmación del aterrizaje y la recepción de la señal de Spirit, que indicaba que estaba vivo, ese día está destinado a no ser olvido jamás. Y viendo lo ocurrido con la Schiaparelli ahora somos aún más conscientes de lo increíble que fue lograrlo por duplicado. Sus éxitos nos acostumbraron mal, haciendo que lo extremadamente dificil pareciera sencillo.

Fue un día como hoy de hacer 13 años. Nervios, tensión, miedos y euforia confluyeron en este aterrizaje en otro mundo. Es lo que los hace tan fascinantes, tan adictivos, tan maravillosos, tan únicos. Solo hay que ver este vídeo e imaginarlo que fue ese día, teniendo en cuenta además que en ese caso no hubo salto adelante para ahorrarnos los nervios de esos 15 minutos eternos.

Aunque Spirit superó también todas sus previsiones de vida, al final tuvo que enfrentarse a condiciones ambientales incluso más extremas que las su hermano, y al final la suerte terminó abandonándolo por completo, atrapado en una trampa del terreno del que ya no pudo escapar. Podría haberlo hecho en otro momento, con más horas de luz solar y más tiempo, pero el Invierno marciano se abatió sobre el demasiado pronto, cuando se habían hecho progresos para su rescate, pero aún no suficientes para salvarlo. Había superado mil problemas, pero eso fue ya demasiado. Un final ciertamente triste, un recordatorio de que Marte no desvela fácilmente sus secretos, y que cada esquina, cada depresión, cada colina, puede esconder un peligro letal.

Pero nada de eso enturbia sus logros, que fueron amplios y tan trascendentes como los de Opportunity, ni esa tormenta de emociones que muchos vivimos un día como hoy de hace 13 años. Y eso no se paga ni con todo el dinero del mundo.

Spirit superó mil problemas, ascendió las Husband Hill, siendo el primer vehículo robótico en subir una montaña marciana, sobrevivió a tormentas, a unos inviernos más duros que los de Opportunity, a una rueda completamente fuera de servicio, y encontró, como recompensa a tanto esfuerzo, las primeras evidencias de antiguas fuentes geotermales y del fluir de un agua que, lejos de ser ácida, habría sido incluso apta para el consumo.

Buena parte de la actividad de Spirit, después de descender las Husband Hil, fue Home Plat, una zona antiguamente sometida a notable actividad volcánica, y donde el contacto entre el manga y el agua genero un evento explosivo de gran mangntud. Y ahí fue donde finalmente quedó atrapado en una "trampa de arena", un cráter cubierto de material. Situado en una inclinación inadecuada para recibir la menguante luz solar en el Invierno que se aproximaba, y sin tiempo material para sacarlo de ahí, se durmió para ya no despertar de nuevo.


Spirit, el explorador de los sueños.

martes, enero 03, 2017

Crónicas de una despedida (3): Cuando sus ojos se cerraron

Así fue la última imagen de navegación tomada por Cassini.

Saber planear la trayectoria de tu sonda espacial, sobretodo si ya se encuentra en órbita alrededor de un planeta como Saturno y su reino de lunas, es un ejercicio de delicada medición de distancias, cálculos precisos y constante seguimiento desde la Tierra, mediando el efecto Doppler de las señales de radio que llegan de ella para saber su posición, dirección y velocidad de desplazamiento. Curiosamente, aunque en ocasiones podemos suponer que es una pieza fundamental, la toma de imágenes no es la mayor de las herramientas de la que disponen el equipo de navegación para orientarse. No es así en el caso de vehículos de superficie, como Opportunity y Curiosity, pero cuando hablamos de volar entre mundos, estos suelen ser más "a ciegas" de lo que imaginamos.

Cassini es todo un ejemplo de ello. Desde su lanzamiento, en 1997 ha tomado solo 2817 imágenes destinadas a la navegación. Pueden parecer muchos, pero si las comparamos con las cientos de miles reunidas con objetivos científicos, la proporción es minúscula. Solo fueron sido necesarias para ajustar cálculos previos de cara de los sobrevuelos de sus lunas, algunos realmente en vuelos rasantes, y para confirmar la posición general. Unas pocas, capturando el objetivo del momento contra un fondo de estrellas conocidas, eran suficiente para confirmar que lo estimado encajan con la realidad. Y hacer las correcciones necesarias en caso de que no sea así.

Pero nada muestra su carácter de elemento extra, de ayuda más que elemento clave de ella, que la imagen de navegación que Cassini captó el 20 de Septiembre de 2016, con Rea de protagonista. Sería una más en circunstancias normales, pero ya nada es "normal" para ella, que está afrontando sus últimos meses. Y es que esa  fue la última destinada a tal propósito. Desde ese día y hasta el final mismo de su existencia ya no mirará de nuevo a su alrededor para orientase. Todas y cada una de las imágenes que vendrán tendrán objetivos científicos.¿Y como sabremos donde está en cada momento? Con las ya mencionadas señales de radio de la sonda y el efecto Doppler. Solo con eso el equipo en tierra podrá enviarla exactamente donde se quiere, rozar los anillos, pasar entre ellos y apenas a unos miles de Kilómetros por encima de la capa superior de nubes del planeta, y finalmente hacia su viaje final hacia su destrucción. 

Así de profundo es nuestro control sobre su posición, velocidad y trayectoria, y buenas las simulaciones que manejan su equipo para preparar el camino futuro. Cassini llevará adelante sus vuelos más arriesgados y necesariamente precisos de esta forma, con sus ojos cerrados a nada más que la exploración. Con esa última imágen se cerró otra etapa, quizás relativamente secundaria, pero que no deja de tener, si se sitúa en su contexto, una evidente carga simbólica. 
 
La última mirada de Cassini para orientarse, centrada en Rea. Una serie de estrellas ya conocidas, aquí marcadas, permitió a los encargados de navegación saber si la trayectoria era la buscada.

A partir de ahora y hasta su final, en Septiembre de este año, el equipo de Cassini orientará la sonda a partir de sus señales de radio y el efecto Doppler que lleve consigo. Esto permitirá saber posición, velocidad y dirección. Sus ojos, en lo que respecta a la orientación, se han cerrado para siempre. 
 
El efecto Doppler permite conocer el cambio de posición de un objeto, si se mueve hacia nosotros o si por el contrario se aleja, así como su velocidad.

Cassini Takes Final OpNav Image

lunes, enero 02, 2017

Exploración interplanetaria 2017

Así será la actividad de las sondas espaciales a lo largo del año que ahora comenzamos.

Llega la hora de adentrarse en el futuro a corto plazo de nuestra flota de exploradoras robóticas, a lo largo de un 2017 prácticamente carente de nuevos lanzamientos, con la notable excepción de la Chang'e 5, que en principio debería lanzarse hacia la Luna con el objetivo de traer de nuevo a la Tierra muestras de la superficie, en una réplica de los sondas soviéticas de principios de los 1970. Solo los posibles lanzamientos enmarcados en el Google Lunar XPRIZE y el de la vela solar LightSail 2, desarrollado por la The Planetary Society y que debería formar parte de la carga del 2º vuelo del Falcon Heavy de Space X, podrían romper esta falta de novedades, aunque ambos tienen un calendario aún por determinar. En el mejor de los casos llegarían para finales de año, aunque podrían retrasarse hasta 2018.

Indudablemente el centro de atención estará en Saturno. Allí seremos testigos del final de una mítica Cassini, algo sin duda rodeado de tristeza. Demasiados años justo con ella, disfrutando de sus imágenes y asombrándonos con sus descubrimientos, como para no sentir ya un pequeño vacío en corazón.  El momento de la despedida será el 15 de Septiembre, cuando la sonda se adentrará en la atmósfera del planeta. La señal se interrumpirá apenas un par de minutos antes de su desintegración, y hasta ese instante seguirá transmitiendo información científica. Activa hasta el final, como no podría ser de otra forma para una leyenda ganada a pulso.

Antes de llegar a ese punto, sin embargo, disfrutaremos de alguno de los momentos más espectaculares de toda su misión, y si todo va bien, de la llegada de imágenes para la historia, a medida que cruza una y otra vez los planos de los anillos, primero por la parte exterior, lo que ya está haciendo, y después por la parte interior, en el espacio que separa a estos del planeta. Serán meses emocionantes, aunque todo con un halo de tristeza inevitable.

Del resto de misiones se espera que todas permanezcan en activo y cumpliendo sus propios objetivos. Con un poco de suerte todas ellas seguirán con nosotros cuando lleguen las campanadas de 2018. Vamos ahora cada una de forma resumida.

Akatuski: La sonda japonesa que logró lo imposible al regresar a Venus después de un primer intento fallido, está actualmente en plena actividad científica, estudiando las dinámicas atmosféricas del planeta. Su órbita es estable y en principio no serán necesarias correcciones de trayectoria hasta 2018.

Lunar Reconnaissance Orbiter: La veterana exploradora lunar está en plena forma, y ahora, en principio, con el presupuesto asegurado, y sus 7 instrumentos plenamente activos, parece tener por delante algunos años más de actividad, ya que cuenta aún con 30 Kilogramos de combustible y solo necesita gastar unos pocos anualmente, especialmente cuando maniobra para orientarse y los impulsores son necesarios para frenar el exceso de velocidad generado por las ruedas de reacción.

Chang'e 3: Aunque apenas tenemos información de ella, en realidad sigue activa en la superficie selenita. Se espera la publicación de nuevos datos este próximo Marzo.

OSIRIS-REx: La más reciente sonda de la NASA sigue en su tranquila fase de crucero, pero el 23 de Septiembre le llegará el momento más emocionante del año, cuando se aproxime a la Tierra para recibir su impulso gravitatorio , pasando a solo 17.000 Kilómetros sobre la Antártida. Además, entre el 9 y el 20 de Febrero, intentará localizar posibles asteroides troyanos de nuestro planeta en el Punto de Lagrange 4, al que aproximará en esas fechas.

Hayabusa 2: En principio tiene por delante un 2017 tranquilo, en plena fase de crucero hacia su objetivo, el asteroide Ryugu, al que llegará en Julio de 2018.

Opportunity: Este veterano entre veteranos entra en su 13r aniversario con una nueva meta, un antiguo barranco esculpido por el agua, y que representará la primera vez en la historia de la exploración espacial que pisamos directamente una formación de esta clase. El potencial es inmenso, y por tanto existe la sensación de que podríamos estar ante uno de los momentos culminantes de una misión llena de ellas. Tardará unos meses en llegar, tanto porque el terreno es ciertamente complicado como porque se detendrá ante cualquier punto científicamente interesantes.

Curiosity: Este coloso atómico tiene por delante este año adentrarse aún más en Aeolis Mons, la gran montaña de sedimentos que se eleva en el centro del cráter Gale. A lo largo de 2016 realizó 6 perforaciones, tomó 2 "cucharadas" de material, avanzó 3 Kilómetros y se elevo 85 Metros. Para 2017 su equipo en tierra espera tener un año igual de productivo. Sus instrumentos  científicos están en buena forma, pero la reaparición de problemas intermitentes con su herramienta perforadora plantean dudas sobre si será capaz de seguir trabajando. Veremos.

Mars Odyssey: La sonda marciana en activo más veterana comenzó 2017 recuperándose del reciente Modo Seguro en el que había entrado, provocado por un momentáneo problema en su capacidad de orientación con respecto a la Tierra y el Sol. De nuevo plenamente operativa, su plan de actividades para el año que empieza seguirá tan lleno como siempre, combinando su función como principal relé de comunicaciones entre los dos rovers de superficie y nuestro planeta, con una aún productiva campaña científica. Un logro espectacular teniendo en cuenta los 15 años que lleva en Marte.

Mars Express: Otra veterana con ganas de seguir. Comienza 2017 protagonizando una campaña de observaciones científicas de la atmósfera por ondas de radio coordinada con la sonda MAVEN de la NASA. También se han mejorado, mediante actualizaciones de software, su capacidad para usar MARSIS, el radar que le permite estudiar el subsuelo del planeta.

Mars Reconnaissance Orbiter: Y seguimos con las veteranas. MRO lleva una década en activo, con los inevitables efectos de la edad y el duro ambiente que la rodea, pero su capacidad científica y de transmisión de datos sigue siendo enorme, y entra en 2017 en plena campaña científica llamada "Marte en transición", donde sus observaciones se centran especialmente en los cambios estacionales en la atmósfera y la superficie, así como otros a largo plazo que implican el hielo subterráneo.

MAVEN: La exploradora de las capas altas de la atmósfera y su interacción con el viento solar entra en su 2º año, planeando una campaña de observación parecida a la del primero año para así apreciar los cambios producidos ahora que el Sol se encuentra en una fase diferente de su ciclo. Entre ellas se incluyen ocultaciones de radio, imágenes de ultravioleta de alta resolución y observaciones enfocadas sobre anomalías magnéticas de la corteza. También se espera que siga dando apoyo de comunicaciones con Opportunity y Curiosity, algo que empezó de forma regular el mes pasado, y que aunque solo se produce una vez a la semana (su actual órbita no permite nada más), dada la lentitud aparente en que se desplaza por el cielo marciano, permite una recuperar una más que notable cantidad de información, 700 MB en su más reciente contacto con Curiosity. 

Mangalyaan: La sonda india sigue en activo y enviando datos, superando ampliamente su esperanza de vida inicial y con perspectivas de seguir así unos años más. Desgraciadamente su instrumento detector de Metano se descubrió incapaz de realizar su tarea por problemas de diseño. Por ello, y aprendiendo de la experiencia acumulada, India planea ya lanzar una Mangalyaan 2 en 2018.

ExoMars: La flamante y nueva sonda marciana tiene por delante un 2017 emocionante. No por su actividad científica, que no llegará hasta finales de año o principios del siguiente, sino por sus maniobras de frenado atmosférico que la debe llevar a su órbita definitiva. Un total de 7 delicadas "zambullidas" en las capas altas que permitirán llevarla hasta ahí ahorrando el preciado combustible. Por todo ello no puede aún trabajar a pleno rendimiento. Deberemos tener paciencia con ella.

Dawn: Con una extensión de su misión ya aprobada, comienza el año en Ceres dirigiéndose a su nueva órbita, de 7520 a 9350 kilómetros por encima de Ceres y alienada con el terminador, la frontera entre el día y la noche, lo que le permitirá obtener imágenes con una iluminación única. El cambio estacional ha llevado la luz solar a las región polar sur y Dawn comenzará la exploración de los cráteres allí presentes para encontrar regiones permanentemente sombreadas que puedan mantener atrapadas reservas de agua y otras moléculas volátiles.

Juno: Un año complicado para esta sonda joviana, cuyos problemas en las válvulas del combustible para el impulsor principal han aplazado de forma indefinida su entrada en la órbita científica definitiva. Si los problemas no se solucionan y no se produce por tanto el cambio orbital, Juno sobrevolara Júpiter el 2 de Febrero, 27 de Marzo, 19 de Mayo, 11 de Julio, 1 de Septiembre, 24 de Octubre y 16 de Diciembre. Se esperan de ellos notables datos científicos, así como imágenes espectaculares por parte de la JunoCam, pero será siempre mucho menos de lo que sería en caso de estar en su posición correcta. 

New Horizons: Una vez transmitidos todos los datos del encuentro con Plutón, su atención se centra ya por completo en la exploración del Cinturón de Kuiper. A lo largo de 2017 permanecerá en hibernación, aunque tendrá dos fases de actividad. Una, ya en marcha, incluirá la observación lejana de algunos miembros de este región inexplorada, como Pholus, Huya, 2002 KX14, Haumea y Makemake. A finales de año realizará la segunda, que incluirá a 2012 HZ84, 2011 HJ103, 2012 HE85, 2014 OE394, 2002 MS4 y Quaoar.

Voyager 1 y 2: Las dos viajeras de la eternidad se seguirán alejando del Sol, la primera ya en pleno espacio interestelar, y la segunda en busca de cruzar la frontera entre el reino solar y el de las estrellas. Con aún suficiente energía por parte de sus generadores de radioisótopos asegurada hasta bien entrada la próxima década, continúan ofreciendo datos de valor incalculable desde regiones completamente inexploradas.

Y aún hay otras, como las sondas Artemis, en órbita alrededor de los puntos de Lagrange Lunar 1 y 2, la STEREO-A, que sigue su vigilancia del Sol, o la Chang'e 5 T1, en órbita alrededor de La Luna.

En resumen, un año 2017 con casi total ausencia de nuevos lanzamientos y la sombra del final de Cassini, tan espectacular como triste por todo lo que significó para muchos de nosotros, pero que es la antesala de un 2018 que se promete frenético y lleno de novedades. Pero eso, como se suele decir, ya es otra historia que se contará en su momento.

La posición de las diferentes sondas interplanetarias en Enero de 2017.

Spaceflight in 2017, part 2: Robots beyond Earth orbit

domingo, enero 01, 2017

Feliz año nuevo


Llegamos a un nuevo año, uno más que suma un Blog que lleva en activo desde hace nade menos que 11 años..!!Como pasa el tiempo!!! Tarde o temprano llegará el momento de poner punto final a esta aventura, aunque de momento, con altibajos, las ganas de seguir no se han extinguido. Sin planes a medio y largo plazo, simplemente avanzar día a día y ya veremos hasta donde llegamos. Este es básicamente mi único objetivo. En realidad lo viene siendo prácticamente desde los inicios, y no puede decir que haya salido mal.

Desde Los Viajeros Estelares os deseo a todos un buen inicio de año y que sea para cada uno de vosotros mejor que el que dejamos atrás. Y sobretodo que sigáis ahí acompañándome. Que al final es lo que te da energía para seguir adelante. Gracias por todo y feliz 2017!!