martes, junio 21, 2011

Encuentro con la bella Helena

Cassini nos ofrece el rostro más bello de este curioso satélite de Saturno.

Existió una mujer, hija de Zeus y una mortal, tan extraodinariamente bella que todos la pretendian y cuyo rapto fue el origen de la guerra de Troya...asi podríamos resumir (de forma extrema, eso si) la leyenda de Helena, una de las figuras claves de la mitología (en su momento religión venerada) de la antigua Grecia, tanto que sus pobladores, con el tiempo, acabaron por denominarse a si mismos Helenos.

Varios milenos después la llama de esa fe ya no existe, pero su herencia sigue siendo un pilar para entender lo que somos (siempre hablando de Occidente, claro está) y su enorme y variada mitología, empezando por lo narrado en la Illiada y la Odisea de Homero, se mantiene muy viva, no en forma religiosa pero si como elemento cultural prestigioso y atrayente, hasta el punto que, con el avance de la astronomía y de nuestro conocimiento del Sistema Solar, muchos de los nombres de los protagonistas de esas historia son ahora también de inumerables cuerpos planetarios, asteroides y lunas...Fobos, Deimos, Io, Europa, Hiperión, Titan, Encelado, Mimas, Tritón, Caronte,...la llama Helénica se extiende hoy por docenas y docenas de pequeños mundos.

¿También es el caso Helena, la bella dama centro de toda esa mitología? La respuesta es que también ella tiene su nombre el cielo estrellado, escondido entre las grandes lunas de Saturno. Porque es ahí donde tiene su hogar un pequeño cuerpo de unos 30 Kilómetros de diámetro llamado Helena, y que ahora Cassini nos ofrece la posibilidad de ver con toda su belleza. Realmente no desmerece el nombre mitológico, pues es un astro extraño pero realmente hermoso.

Estamos ante una curiosa luna co-orbital, es decir, que se mueve alrededor de Saturno compartiendo la la órbita de otra mucho mayor, en este caso Dione, manteniendo siempre la distancia al estar atrapada en uno de sus puntos de Lagrange...es lo que en astronomía se llama un asteroide Troyano (nueva referencia a la mitología griega), uno de los 4 que podemos encontrar en el interior del sistema de Saturno.

Fue el pasado 18 de Junio cuando la Cassini pasó a unos 7.000 Kilómetros de Helena, proporcionando espectaculares fotografías del rostro de Helena, que como podemos apreciar es realmente complejo, lejos de la "roca llena de agujeros" que uno puede esperar ver en este tipo de pequeños cuerpos. No era la primera vez que la sonda la visitaba, pues el pasado 3 de Mayo de 2010 ya la había sobrevolado, y a una distancia mucho menor, pero en esta ocasión sus cámaras pudieron ver el hemisferio que siempre mira hacia Saturno (como nuestra Luna, siempre muestra la misma cara), desvelando las notables diferencias entre ambas caras.

Las fotografías muestran una superficie llena de valles, formaciones geológicas que en La Tierra, e incluso en Marte, se consideraría probable que fueran fruto de la acción erosiva del agua líquida al fluir, pero que, lógicamente, no puede ser el caso...por lo que probablemente estamos ante procesos secos, el fluir en cascada de material polvoriento hacia las partes más bajas de esta luna.

Otro pequeño misterio son las abruptas diferencias de color entre las "tierras altas" y los valles, en un grado tal que solo en Japeto podemos ver límites tan nitidos entre las diferentes áreas.

Finalmente podemos apreciar cráteres, algunos de ellos con signos de erosión que indican que son realmente antiguos, pero su numero total es relativamente escaso, muchos menos de los que esperaríamos encontrar teniendo en cuenta su posición orbital, y que contrasta con el hemisferio opuesto, el que mira hacia el exterior, y que esta cubierto de ellos en un numero que, ahí si, encaja con lo esperado. Puede que los procesos erosivos que formaron esos valles hayan borrado la mayoría de ellos, o que simplemente el flujo de meteoritos, atraído por la gravedad de Saturno, se precipite principalmente en la cara más expuesta, mientras que la que mira al planeta se encuentra, por así decirlo, a cubierto.

Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que el hemisferio ahora observado representa el rostro más bello de Helena, digno del nombre de la hija de Zeus, y una muestra que incluso los mundos más diminutos pueden ser mucho más de lo que pensamos.


Sobrvuelo de Helena, en una animación realizada a partir de las imágenes enviadas por Cassini.

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