El asteroide 2004 BL86 sobrevuela La Tierra, revelando que está acompañado por una pequeña luna.
Durante no poco tiempo el concepto de satélite estuvo ligado a los planetas, ya que solo en estos se habían detectado su existencia, y no es exagerado decir que una de las razones por la cual Plutón era considerado como tal era la presencia de Caronte, su gran luna (a la que más tarde se sumaría otras 4, mucho más pequeñas). Pero todo cambió el 28 de Agosto de 1993, cuando la sonda Galileo, en su camino hacia Júpiter, paso cerca del asteroide Ida y reveló la presencia de la pequeña Dactyl, la primera luna descubierta en un cuerpo celeste no planetario. El Sistema Solar nos recordaba nuevamente lo poco que lo conocíamos en realidad y la cantidad de sorpresas que podría seguir escondiendo, una sensación que en los años posteriores no dejó de aumentar, al mismo al ritmo que los nuevos descubrimientos (como los mundos más alla de Plutón, como Sedna o Iris) expandían sus fronteras cada vez más.
Hoy día sabemos que los asteroides no son siempre viajeros solitarios. Entre cuyas órbitas los aproximan en ocasiones a La Tierra, alrededor del 16% de los que miden 200 metros o más son sistemas binarios o triples, mientras que conocemos 240 asteroides con una luna, y 10 con un sistema triple de satélites. No es por tanto una situación habitual, pero tampoco es raro encontrarse con ellos. Y durante la reciente visita de 2004 BL86 (350 Metros de diámetro), que pasó a solo 1.2 millones de Kilómetros de nuestro planeta, las observaciones por radar revelaron que no venía solo: Una pequeña lunita de unos 70 Metros de diámetro lo acompañaba en su viaje.
Su descubrimiento se realizó no mediante observaciones visuales sino mediante la gran antena de 70 metros de Goldstone, perteneciente a la Deep Space Network de la NASA, que aunque tiene en la comunicación con las diversas misiones espaciales en el espacio profundo como principal función, también se utiliza para realizar actividad científica, entre ellas el estudio de este tipo de cuerpos, especialmente cuando son demasiado pequeños, estan demasiado lejos o ambas cosas al mismo tiempo como para tomar imágenes válidas. En su lugar el radar es una técnica más efectiva para conocer su tamaño, forma, rotación, y características de la superficie, además de mejorar el cálculo de órbitas de sus asteroides.
Este pasado día 26 de Enero fuimos visitados por un mundo en miniatura, un pedazo de roca, pero que dispone de su propia luna brillando en el cielo nocturno. Realmente el Sistema Solar sigue estando lleno de maravillosas sorpresas
2004 BL86 nos visitó este pasado día 26 de Enero, en uno de las mayores aproximaciones de un asteroide prevista para los próximas décadas. Y no venía solo.
Ida y Dactyl, vistas por la sonda Galileo en su camino hacia Júpiter. Fue esta la primera luna descubrirse en un asteroide, revelando que no solo los planetas disponían de ellas.
Las antenas de Goldstone, una de las 3 estaciones de seguimiento de la NASA, aunque también se utiliza para realizar ciencia con radar, como es el caso de la exploración de asteroides.
Asteroid That Flew Past Earth Has Moon
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