lunes, diciembre 18, 2017

El increíble Ceres

Siguiendo las huellas de actividad geológica en este pequeño mundo.

Si sobrevoláramos este pequeño mundo inicialmente tendríamos la sensación de estar ante un lugar inerte, gris y lleno de cráteres, donde todo movimiento cesó hace tiempo. Sin embargo pronto nos daríamos cuenta de que algo rompe esa sensación de mortecina tranquilidad, cientos de zonas brillantes, cubiertas de un material más reflectante que el terreno circundante. Es evidente que algo sucede, y quizás no son tanto huellas de un pasado lejano como señales de una actividad cercana al presente, quizás incluso ahora mismo. Y es que gracias a los datos e imágenes de la sonda Dawn los científicos tienen ahora una mejor idea de cómo estas áreas reflexivas se formaron y cambiaron a lo largo del tiempo, mostrando procesos indicativos de un mundo activo y en evolución.

"Los misteriosos puntos brillantes en Ceres, que han cautivado tanto al equipo científico de Dawn como al público, revelan evidencia de un pasado océano subsuperficial e indican que, lejos de ser un mundo muerto, está sorprendentemente activo. Los procesos geológicos crearon estos brillantes áreas y aún puede estar cambiando su cara hoy día", comenta Carol Raymond, investigadora principal adjunta de la misión Dawn.

Desde que esta sonda entró en órbita, en Marzo de 2015, los científicos han localizado más de 300 áreas brillantes. Un nuevo estudio en la revista Icarus, dirigido por Nathan Stein, investigador doctoral en Caltech en Pasadena, California, las divide en cuatro categorías:

La primera contiene el material más reflectante, que se encuentra en los suelos de cráteres. El ejemplo más emblemáticos se encuentran en Occator, que alberga dos áreas brillantes prominentes. La más importante es Cerealia Facula, consiste en un material brillante que cubre una fosa de 10 kilómetros de ancho, dentro de la cual se encuentra una pequeña cúpula, acompañada por otra ligeramente menos reflectante y más difusa llamada Vinalia Faculae. Todo el material brillante presente en ambos casos está hecho de material rico en sal, que probablemente se mezcló una vez en el agua. Es muy reflectante por el contraste con el entorno, aunque si estuviéramos de pie sobre ella tendría un aspecto que recordaría la nieve sucia.

La segunda categoría abarca el material brillante en los bordes de los cráteres, y que muestra señales de deslizamiento. Posiblemente estaba originalmente bajo la superficie y quedó expuesto por el impacto. Asociado directamente a esta encontramos la tercera, referente al material brillante que encontramos entre los restos de material eyectado por estos últimos. Ahuna Mons es una categoría en si misma, la cuarta y única donde el material brillante no está asociado con ningún cráter de impacto. Es con toda probabilidad un criovolcán, un volcán formado por la acumulación gradual de materiales gélidos que fluyen lentamente, y que muestra prominentes vetas brillantes en sus flancos.

Aunque como vemos dista de ser única, si es cierto que las zonas brillantes de Occator no se parecen a ninguna otra, indicando procesos que no se han visto en otros lugares. La explicación que tiene más apoyos hoy día es que bajo Cerealia Facula pudo haber existido, al menos en el pasado reciente, un depósito de agua salada. Mientras Vinalia Faculae, podría haberse formado a partir de un fluido expulsado a la superficie por una pequeña cantidad de gas (vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano o el amoniaco), similar al champán que sale de su botella cuando se saca el corcho.

Cerealia Facula debe haberse formado en un proceso algo diferente, dado que es más elevado y más brillante. En este caso podría haberse comportando más como magma helado, filtrándose a través de las fracturas e hinchándose en la cúpula que vemos hoy día.

La historia de Ceres, lejos de esa primera impresión que su gris superficie llena de cráteres puede transmitirnos, se revela como un lugar de una complejidad extraordinaria, donde la actividad geológica terminó recientemente, si es que aún no se mantiene de alguna forma, y del que se han extraído conclusiones tan notables como el hecho de que seguramente dispuso de un océano en tiempos pasados, cuyas huellas químicas pueden detectarse en la superficie. El tiempo que aún le queda a Dawn se espera intensa, especialmente ahora que se dirige a órbitas más bajas de la que jamás alcanzó antes. Un mundo extraño y aún lleno de sorpresas espera esta visita definitiva.

El cráter Oxo es un ejemplo de la segunda categoría, con material brillante en sus bordes.

El cráter Haulani, con un diámetro de 34 kilómetros, muestra evidencia de deslizamientos de tierra desde sus bordes.

Ahuna Mons, un más que posible y espectacular criovolcán.

Las 4 categorías en que se pueden dividir las zonas brillantes de Ceres, con Ahuna como un elemento único.  

Bright Areas on Ceres Suggest Geologic Activity

2 comentarios:

javiliz dijo...

Hola, donde pone, tendría una pecto que recordaría la nueve sucia, entiendo que te refieres a un aspecto que recordaría a la nieve sucia.

Saludos.

Tokaidin dijo...

Arreglado. Gracias por el aviso