Recuperadas las comunicaciones con STEREO-B después de casi dos años de silencio.
Cuando una sonda queda inesperadamente en silencio podemos temer lo peor, que se convierte casi en certeza cuando este se prolonga ya semanas o meses. El espacio es un lugar desafiante en extremo para cualquier ingenio interplanetario, y por tanto cuando se quedan mudos durante un tiempo prolongado, más allá de las horas y días inmediatamente posteriores, donde los cuales aún es posible su recuperación, ya que cuentan con cierta capacidad autónoma para gestionar fallos y regresar a la actividad por si mismas, poco menos que se puede dar por perdida. Pero no siempre. En ocasiones pueden ocurrir lo imposible. Fruto del incesante esfuerzo de gentes que nunca se dieron por vencidas, pero no por ello menos sorprendente.
Este es el caso de STEREO-B, cuya señal portado fue captada por la Deep Space Network de la NASA a las 22:27 GMT de este pasado Domingo 21 de Julio. Hasta aquí nada extraño, la DSN hace eso con muchas otras misiones interplanetarias, tanto de la propia NASA como de otras naciones. Lo extraordinario es que hacia 22 meses que permanecía en silencio. O mejor dicho, no eramos capaces de escucharla, ya que el origen del problema parece encontrarse en el fallo de las unidades de medición inercial (IMU) y los seguidores de estrellas, que son los que indican a la nave su orientación. Puede que girando sobre si misma, confundida por unos datos del IMU que no se correspondían con la realidad, y con la consecuente falta de energía por parte de sus paneles solares, al menos para comunicarse. Y sin energía suficiente, el silencio.
Lo cierto es que nadie podía esperar ya, de forma realista, que fuéramos capaces de contactar con ella de nuevo. Pero su equipo en tierra nunca se rindió desde ese aparentemente fatídico 1 de Octubre de 2014. Ese día se quiso poner a STEREO-B y su hermana gemela, STEREO-A, a prueba. En su viaje alrededor del Sol, afrontarían varios meses de total incomunicación, al colocarse al otro lado de nuestra estrella vistas desde la Tierra. Durante esta fase su ordenador central debía reiniciarse cada 3 días mientras no recibiera de nuevo señales desde nuestro planeta. Para comprobar que todo funcionaría sin problemas se sometió a ambas sondas a una simulación, en que se suponía que habían pasado ya esas 72 horas. "A" regreso sin problemas. Pero de "B" ya no tuvo más noticias. Se había reiniciado correctamente, pero como hemos visto antes, algo falló en su orientación.
Su equipo en tierra nunca dejó de realizar un seguimiento, esperando que tarde o temprano se recuperara la señal. Y a principio de año cambiaron de táctica. Se empezaron a radiar comandos hacia donde se calculaba que debía situarse STEREO-B, esperando que pudiera captarlas y llevarlas a efecto:Desconectar ciertos sistemas que se encendieron automáticamente tras el reinicio para ahorrar energía, y activar el transmisor si esta era suficiente. Y por lo que parece, funcionó, en todo un homenaje a la persistencia y capacidad de no darse nunca por vencidos de su equipo.
Aún queda trabajo por hacer, aunque el primer paso, oír su señal, contactar con ella y ejecutar los primeros comandos ya se han cumplido. Conocer la salud de la nave, restablecer el control de la orientación y evaluar todos los instrumentos y subsistemas serán los siguientes. Con un poco de suerte (y sobretodo de duro trabajo) posiblemente habremos asistido a una las recuperaciones espaciales más asombrosas de los últimos tiempos. Y con ella la misión STEREO, uno de los más eficientes vigilantes del Sol, habrá recuperado todo su potencial. "A" seguía trabajando y enviándonos imágenes y datos espectaculares, pero ella solo era, haciendo un símil, como si perdiéramos la visión de un ojo. Podemos seguir viendo con el otro, pero no sería lo mismo. Perderíamos buena parte de nuestra percepción en profundidad. Y eso es lo que le ocurría. Era un observatorio magnífico, pero no diferente a otros igualmente efectivos.
Ahora "B" está de regreso. Queda trabajo por delante, pero si retorna a la plena activa, se abrirán de nuevo puertas que parecían haberse cerrado para siempre un día hace 22 meses. Y es que en ocasiones, incluso en el espacio, puede ocurrir lo imposible. En el mejor sentido de la palabra.
STEREO A y B se desplazan en una órbita muy parecida a la terrestre. Esto les permitió con el tiempo situarse al otro lado del Sol, permitiendo así observarlo desde todos los ángulos de forma simultanea. Es solo una situación temporal, y en 2023 se situarán otra vez cerca de la Tierra.
NASA Establishes Contact With STEREO Mission
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