En ocasiones las imágenes más memorables, los mayores éxitos científicos de una misión interplanetaria llegan de la forma más imprevista, por estar en el lugar y el momento adecuado más allá de lo que se podrían haber planificado inicialmente, y tener la suerte de estar mirando en dirección. Y un cometa, ejemplo de cuerpo de comportamiento impredecible una vez se aproximan al Sol y despiertan de su letargo, es quizás uno de los lugares donde más posibilidades existen de lograr la "imagen afortunada", esa instantánea que parece valer por toda una misión.
Rosetta, en sus dos años de viaje junto con Churyumov-Gerasimenko, fue testigo de grandes momentos, de como este viajero, de permanecer dormido cuando llegó hasta el, se despertaba de forma cada vez más violenta. Por ello tuvo más de una oportunidad de observar en más de una ocasión la furia de un cometa Pero de todas ellas, quizás la más notable tuvo lugar el 19 de febrero, cuando una espectacular estallido de actividad ocurrió junto en el momento en que 9 de los instrumentos de Rosetta, incluidas sus cámaras, colectores de polvo y analizadores de gas y plasma, lo vigilaban a unos 35 km de distancia, en una secuencia programada y coordinada.
"A lo largo del pasado año, Rosetta ha demostrado que, aunque la actividad que provocan puede prolongarse, estas emisiones son altamente impredecibles, por lo que capturar un evento así fue cuestión de suerte", explica Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA."Dio la casualidad de que, en ese momento, la mayoría de los instrumentos apuntaban al cometa y, ahora, todas esas mediciones simultáneas nos ofrecen los datos más completos jamás recogidos sobre una emisión".
Y el resultado fue un torrente de datos científicos, que proporcionaron una visión en conjunto de lo ocurrido. Al espectacular resplandor captado por la cámara OSIRIS, se siguió varias horas después un aumento de todos parámetros transmitidos por estos instrumentos, que multiplicaban hasta por cien los niveles base de algunos casos. Por ejemplo, ALICE detectó un fuerte aumento del polvo emitido, que se sextuplicó, MIRO registró un aumento de 30 ºC en la temperatura del gas colindante y, poco después, Rosetta fue azotada por una nube de polvo, detectando casi 200 partículas, cuando la media hasta entonces era de entre 3 y 10. Incluso desde la Tierra se pudo ver que algo había ocurrido, ya que la Coma del cometa aumento claramente su brillo.
Todo esto permitió dar con una probable explicación."A partir de las observaciones de Rosetta, creemos que se originó en una pendiente pronunciada en el lóbulo mayor del cometa, en la región de Atum", explica Eberhard Grün, del Instituto Max-Planck. Que lo hiciera justo cuando esta área acababa de salir de la sombra parece sugerir que el brusco cambio de temperara podría haber provocado un deslizamiento de tierra, que dejó hielo de agua expuesto a la radiación solar. Este se habría evaporado rápidamente, arrastrando consigo polvo. Este generaría la explosión luminosa captada, y el aumento posterior del cometa visto desde observatorios terrestres."La combinación de las imágenes recogidas por las cámaras de OSIRIS con los datos recopilados por GIADA durante la fase de impacto del polvo nos lleva a pensar que el diámetro del cono de polvo fue de gran tamaño. Por eso creemos que la emisión pudo deberse a un deslizamiento de tierra en la superficie, y no a una ráfaga concreta que expulsara materia desde el interior, por ejemplo".
Fue un momento preciso, inesperado y maravilloso. Un golpe de suerte extraordinaria, aunque esta, como se suele decir, hay que buscarla. Y tanto Rosetta como toda la gente que está detrás de ella no dejaron de hacerlo en ningún momento. Este es el resultado. Un hermoso diamante de fortuna, destinado a formar parte ya, y en una posición privilegiada, de la legendaria historia de esta sonda.
Los datos reunidos por este estallido de actividad, capturado justo en su nacimiento por 9 de los instrumentos de Rosetta.
Rosetta captura una potente emision
No hay comentarios:
Publicar un comentario