jueves, enero 23, 2014

El gran año de los pequeños mundos

Detectadas claras evidencias de la presencia de plumas de vapor de agua en Ceres.

Hay misiones interplanetaria que una vez lanzadas, y mientras aún dura su viaje, van adquiriendo mayor transcendencia y obligando a la gente implicada en ella a un sobresfuerzo (sin duda bienvenido) para adaptar la planificación incial a las nuevas circunstancias, a media que los descubrimientos realizados desde La Tierra convierten su objetivo final es un lugar mucho más extraodionario de lo que en principio podíamos imaginar. Un ejemplo de ello es la sonda New Horizons, que se aproxima a un Plutón ahora con 5 lunas, una atmósfera que se mantiene a medida que se aleja del Sol a pesar de que los modelos teóricos indicaban lo contrario, y quizás incluso con la presencia de un anillo a su alrededor. Es decir, un lugar muy diferente al pequeño mundo gélido del que se partía incialmente a la hora de preparar el encuentro.

Una circuntancia que ahora se repite con Dawn, la exploradora del Cinturón de Asteroides, actualmente en camino a su encuentro con el enorme asteroide (o planeta enano, según se prefiera) Ceres y que en las últimas horas está viendo como la espectación por lo que pueda encontrar una vez entre en órbita a su alrededor. Y es que los datos ahora publicados del recientemente retirado observatorio espacial Herschel han revelado la inequívoca señal espectral de la presencia de vapor de agua alrededor de este pequeño mundo, y lo que es más relevante, no de forma uniforme sino con variaciones claras ligadas a su periodo de rotación, que es de unas 9 horas, lo que permite identificar 2 zonas concretas donde parece que se está produciendo esta emisión, en cantidades estimadas de unos 6 kilogramos por segundo.

La explicación más simple para esta producción de vapor de agua sería mediante la sublimación del hielo, calentado (los puntos señalados son un 5% más oscuros que el resto del planeta, y por tanto con una mayor capacidad de absorver el calor solar) hasta transformarse directamente en gas, arrastrando el polvo de la superficie en el proceso, lo que provocaría la exposición de más hielo fresco situado por debajo del primero, permitiendosostener el proceso. Sería algo muy parecido a lo que ocurre en los cometas. Alternativas menos probables pero sin duda más emocionantes sería la presencia de geisers (como los de Encelado) o criovolcanes, la versión fría de los ardientes volcanes terrestres, y que expulsan agua y otros elementos en estado líquido en lugar del magma que conocemos.

Este hallazgo podría proporcionar pistas claves sobre la evolución de nuestro planeta. Cuando el Sistema Solar se formó, hace unos 4.600 millones años, sus regiones internas eran demasiado calientes para que el agua se puediera en los planetas rocoso como Mercurio, Venus, La Tierra y Marte. En lugar de ello, se cree que esta legó posteriormente, durante un largo período de intensa actividad en de impactos de cometas y asteroides ocurrido hace unos 3.900 millones de años. Pero mientras de estos primeros es de sobre conocido que pueden contener hielo de agua, no se sabía si los segundos disponían de este elemento y, por tanto, fueron o no pieza clave para que La Tierra sea el planeta oceánico que sigue siendo hoy día. Ahora podemos suponer con mayor certeza que la respuesta es positiva.

"El descubrimiento de Herschel de la desgasificación de vapor de agua en Ceres nos da nueva información sobre cómo se distribuye el agua en el Sistema Solar", explica Göran Pilbratt, científico del proyecto Herschel de la ESA."Ya que Ceres constituye aproximadamente una quinta parte de la masa total del cinturón de asteroides, este hallazgo es importante no sólo para el estudio de pequeños cuerpos del Sistema Solar en general, sino también para aprender más sobre el origen del agua en la Tierra".

De ser considerado un asteroide, Ceres "ascendió" de categoría pasando a la de planeta enano, la misma que Plutón, y ahora estos hallazgos convierten a este pequeño mundo de apenas 980 Kilómetros de diámetro en un lugar aún más sorprendente, exactamente como le ocurre a su lejano familiar. Por ello la llegada de Dawn, que debería entrar en órbita a su alrededor a principios de 2015 y examinarlo en profundidad, adquiere ahora una mayor transcendencia, así como un aumento exponencial de las espectativas de lo que sus cámaras nos pueden mostrar. Un sentimiento compartido por la misión New Horizons y su cita con el antaño planeta más lejano del Sistema Solar.

2015 promete ser, ahora aún más que ayer, en el gran año de los pequeños planetas. Ceres y Plutón esperan ya nuestra inminente visita. Y lo hacen vistiendo sus mejores galas.

La presencia de vapor de agua detectada por Herschel alrededor de Ceres, y que parece tener sus picos máximos en 2 regiones concretas de la superficie. ¿Sublimación, geisers o criovolcanes?

 Una visión artística de las plumas de vapor ahora detectadas.

La mejor imagen de Ceres que tenemos hasta la fecha, obtenida por el telescopio Hubble. En pocos meses, a medida que Dawn se vaya aproximando, será rápidamente superada.

Los recientes descubrimientos han disparado las espectativs sobre lo que veremos en Plutón (al que corresponde esta impresión artística) y Ceres.

2015, el gran año de Dawn y New Horizons. 

Herschel discovers water vapour around dwarf planet Ceres

Herschel Discovers Water Vapor Spewing from Ceres

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa foto de Ceres sugiere que tiene el mismo color que Marte e incluso una pequeña atmósfera. Es así o se trata de un efecto óptico?

Tokaidin dijo...

Por lo que se es color natural. Sobre la atmósfera no creo que existe, simplemente la imagen está taa ampliada que los bordes aparecen difuminados.