sábado, enero 04, 2014

El futuro de Asimov


"¿Cómo será la vida, digamos, en 2014, dentro de 50 años? No lo sé, pero puedo suponerlo". La Feria Mundial de Nueva York de 1964  era un escenario de excepción para soñar con el futuro, con lo que este nos podría deparar, algo del que un soñador como Isac Asimov no podía mantenerse al margen. Por ello, en un artículo publicado en el The New York Times intentó suponer lo que un visitante podría encontrar en una hipotética Fería Mundial de 2014, dando lugar a una serie de "profecías" de las cuales algunas se han cumplido, otras se han quedado a medias y otras no lo han sido en absoluto, al menos de momento. Veamos algunas de las más destacables.

- Los robots no serán ni muy comunes ni muy buenos en 2014, pero existirán.

Cierto. Díficilmente nadie podría estar más interesado sobre estos temas que el autor de el padre de las tres leyes de la robótica, y siempre fue bastante prudente a la hora de suponer lo que podría ocurrir 50 años en el futuro a pesas de que los robots, como tales, ya existían en ese momento. La existencia de algo parecido a Andrew Martin, el protagonista de The Bicentennial Man, un androide tan humano que lucha para ser reconocido como tal quedaba aún muy lejana.

- Las comunicaciones serán vista-oído y serás capaz de ver y oír a la persona que llames. La pantalla se podrá usar no solo para ver a la otra persona sino también para estudiar documentos. Los satélites geoestacioarios harán posible contactar con cualquier punto de La Tierra.

Cierto. En 1964 la telefonía móvil estaba apenas dando sus primeros pasos, con sistemas de radio VHF/UHF vinculados a las redes de telefonía fija, y terminales eran tan pesados que su uso estaba limitado a vehículos, por lo que sin duda su profecía en este aspecto era realmente arriesgada. ¿Puede que el famoso comunicador que aparecía en la serie Star Trek. también de en ese año, lo influyera? Podría ser, ya que su influencia sobre gente como Martin Cooper, considerado como el padre de la telefonía móvil actual, fue reconocida por ellos mismos. Así y todo es un acierto más que notable, e incluso se queda corto viendo los actuales iPhone. Sobre las comunicaciones mediante satélites geostacionarios sobran las palabras.

- Las ventanas estarán polarizadas para bloquear la luz. El grado de opacidad del cristal podrá alterarse automáticamente según la intensidad.

Cierto. Cabe señalar que Aimov se refería a grandes ventanas, no a gafas o las lunas de los coches, pero incluso eso hoy día una realidad, aunque de momento de forma experimental en algunos edificios y aviones. Solo se equivocó al hablar de vidrios, cuando el plástico seguramente es el futuro en este terreno gracias a su flexibilidad.

- General Electric enseñará películas en 3D en la Feria Mundial de 2014. 

Falso. Asimov se refería a a cubos transparentes, en cuyo interior se verían imágenes en relieve. Cabe señalar que ya, aunque el auténtico "boom" del 3D es reciente, existían pantallas capaces de generar efectos ópticos ya existían en fechas tan antiguas como 1922, lo que Asimov conocia y partir de lo cual desarrolló estas ideas.

- Habrá granjas de microorganismos. Levaduras y algas estarán disponibles en muchos sabores.

Cierto a medias. Aunque es cierto que existen ya algunos alimentos de origen microbiológico, estamos muy lejos de lo imaginado por Asimov, y en general los expertos no creen que el futuro vaya en esa dirección. El profesor de biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia José Miguel Mulet sostiene que "en el futuro se mejorarán las fermentaciones y se crearán nuevos alimentos, pero no creo que sean el alimento principal", y recuerda que las algas se utilizan más para medicamentos y biocombustibles que como alimento. "La agricultura del futuro utilizará transgénicos, nanotecnología y cultivos celulares", afirma Mulet.

- Una planta experimental de fusión nuclear ya existirá en 2014.

Falso. La investigación de la fusión como una alternativa viable a la fisión, que se utiliza en las actuales centrales nucleares, se inició en los años 50, por lo que es lógico que Asimov fuera optimista en este aspecto. El ITER promete resultados para 2020, por lo que es posible que esta profecía, aunque con retraso, finalmente se cumpla. De lo contrario el chiste "la fusión es la energía del futuro y siempre lo será" cogerá más fuerza que nunca.

- La enfermedad del aburrimiento se extenderá cada año, con consecuencias mentales, emocionales y sociológicas. La psiquiatría será la especialidad médica más importante en 2014.

Cierto a medias. Existe la idea, como existía en 1964, que el aburrimiento es típico en sociedades desarrolladas con una clase media consolidada, com pocas motivaciones ante un nivel de vida que en general cubre las necesidades básicas, pero Carles Soriano, psiquiatra e investigador en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge defiende que "con la crisis el desarrollo ha retrocedido a niveles de hace muchos años y la mayoría de gente no tiene tiempo para estar aburrida". Los trastornos mentales y neurológicos afectan en el mundo a unos 700 millones de personas.
  
- Los aparatos de 2014 no tendrán cables, pues funcionarán con baterías de larga duración con radioisótopos.

Cierto a medias. Los dispositivos inalámbricos son actualmente de uso absolutamente corriente. Por otro lado las "baterías nucleares" (que utilizarían radioisótópos para generar electricidad) aunque existen realmente, aún no está extendido, y será dificil que lo sean con toda la carga negativa que esta asociada al tema.

- Se diseñarán vehículos con cerebros robóticos, que podrán programarse para viajar sin la interferencia de los lentos reflejos del conductor. 

Cierto. Prototipos como Platero, el coche del CSIC capaz de recorrer 100 Kilómetros sin conductor demustran que disponemos ya de dicha tecnología. La capacidad de detectar su posición con un error de tan solo 50 centímetros, dotados de un sistema de visualización artificial para reconocer la calzada y los obstáculos, todo ello bajo un sistema de conducción automático, prometen revolucionar el futuro de la conducción.

- La tendencia será que los vehículos se eleven un par de pies sobre el suelo.

Cierto a medias. No existen coches voladores, ni monopatines que leviten al más puro estilo Regreso al Futuro, pero si  trenes magnéticos de alta velocidad, como el alemán Transrapid en Shanghai (China) y el Linimo en la prefectura japonesa de Aichi, que mediante campos magnéticosse mantiene flotando sin tocar en ningún momento nada físico. En todo caso son aún ejemplos putuales, no algo generalizado como quizás se imaginaba Asimov.

- La superpoblación forzará la colonización de desiertos y polos. Las casas submarinas tendrán sus atractivos. Los gobiernos impondrán controles de natalidad.

Cierto a medias. La población supera actualmente los 7.000 Millones, incluso más de los 6.500 Millones profetizados por Asimov, en que incluso advertía de que si no se ponía freno nos dirigíamos hacia un "mundo Manhattan" (completamente cubierto de edificios) en 2450, cuando finalmente la civilización se colapsaría. Pero las proyecciones actuales, tanto de la ONU como algunos modelos matemáticos indican que el crecimiento se detendrá en 2050, y que incluso podría iniciar un descenso a partir de 2100. Solo en China existe una política de control de natalidad (la llamada de "hijo único) e incluso allí todo parece indicar se irá relajando con el tiempo. Existen realmente casas bajo el mar, pero forman parte de hoteles de lujo, que ofrecen esta experiencia a quién pueda pagársela, en nigún caso como una forma de vivir permanente. 

- Solo naves sin tripulación habrán llegado a Marte.

Cierto. Diversos exploradores robóticos han tocado la superficie marciana, como Spirit, Opportunity, Curiosity o las Viking, pero un viaje tripulado sigue siendo por ahora un sueño, siendo el principal obstáculo, al menos de momento, los altos niveles de radiación que absorverían los viajeros durante el lago viaje de ida y vuelta.

- Podrás visitar a alguien en las colonias lunares, con vehículos adaptados al terreno. 

Falso. Quizás es en este punto, más que en ningún otro, donde se hace patante la diferencia entre los sueños de los años 60, impulsado por la carrera lunar con la URSS, y la realidad. Asimov no era ajeno a este ambiente optimista, y desde ellos dibujo un futuro 2014 totalmente alejado del real. Sin duda esta habría sido una enorme decepción para el, la mayor de todas las que habría tenido de poder observar, a través de una ventana temporal, lo que realmente les deparaba ese futuro aún por llegar.

Los robots son una realidad, pero tal como imaginó Asimov la llegada de androides que vayan mucho más allá, tan humanos como los humanos, aún queda muy lejos.

Asimov imaginó dispositivos portátiles capaces de transmitir tanto voz como vídeo, permitiendo la comunicación directa entre personas, quizás inspirado en el comunicador de Star Trek.

La exploración marciana sigue limitada a los vehículos automáticos. La llegada de misiones tripuladas aún queda a varias décadas de distancia.

En los años 60, en la víspera de los Apolo, todos, incluso los más prudentes, soñaban con colonias lunares a pocas décadas de distancia, como paso previo a una expansión aún mayor. Asimov no era impermeable a este ambiente.

Aunque no existen ciudades bajo el mar, como imaginó Asimov, si que existe la posibilidad de alojarse bajo las aguas como parte de una experiencia turística.

Ya existen prototipos de vehículos capaces de conducir por si mismos, aunque aún está lejos de ser algo habitual.

Aunque no existen vehículos personales capaces de hacer lo que veíamos en Regreso al Futuro, si que podemos encontrar en 2014 trenes que flotan en el aire, gracias al magnetismo.

La energía de Fusión nuclear sigue siendo, como era hace 50 décadas, la energía del futuro. Quizás en 6 años, finalmente, sea algo más. 

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Las profecías de Asimov, a examen 

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