sábado, enero 11, 2014

Cuando caen las barreras gélidas

Olas de frío extremos y vórtices atmosféricos.

Es la noticia meteorológica de principios de año, con escenas absolutamente espectaculares que en algunos momentos recordaban más a escenas de películas de temática catastrófica, como "El Día de Mañana" que a la realidad. Las imágenes de las Cataratas del Niágara casi congeladas forman parte ya de los libros de historia (aunque es un acontecimiento que tiene precedentes), y que como era previsible, hizo que muchos se preguntaran, cuando no lo utilizaron como argumento contrario, como encaja este acontecimiento con el el famoso "calentamiento global". Al fin y al cabo cuando soportas temperaturas que se acercan a los -30º es inevitable pensar de esta manera.

Sin embargo la realidad es más compleja que todo eso, y paradójicamente, ya que estamos hablando de temperaturas tan bajas, ambos acontecimientos no solo distan de ser incompatibles sino que incluso podrían estar relacionados. Y la clave esta en un término que los medios han utilizado repetidamente al tratar esta situación meteorológica hasta el punto de hacerlo familiar y repetido por todos, aunque posiblemente sin entender realmente de lo que se trata: Vórtice Polar.

Con esta expresión se define un sistema de bajas presiones a gran escala que se forma sobre las regiones polares en Invierno a gran altura, en la Troposfera media y alta, que en el caso del Ártico tiene habitualmente 2 centros, uno cerca de la isla de Baffin y el otro sobre el noreste de Siberia. Esta situación "atrapa" el aire extremadamente frío del interior (lo que en parte genera el agujero en la capa de Ozono, tanto aquí como en la Antártida), como una invisible barrera que lo contiene y mantiene confinado, y aunque existen pequeñas variaciones en la dirección de este corriente que determina que en una zona concreta un Invierno pueda ser más o menos duro, en general se mantiene estable. Pero no este 2014, cuando se debilitó y fragmentó en diversas masas de aire gélido, que se desplazaron a latitudes más bajas de lo habitual, que en el caso de la que barrió Canada y parte de los EEUU fue impulsada tan al Sur por la presencia de altas presiones sobre Groenlandia.

En los últimos años, los científicos especializados en el clima han apreciado como el vórtice polar está tomando una forma más ondulado en lugar del óvalo más típico alrededor del Polo Norte, lo que lleva a  brotes de más frío el clima en las latitudes medias y temperaturas más suaves en el Ártico. En este caso, mientras el interior de los EEUU se congelaba Alaska, situada mucho más al Norte, vivía uno de los inviernos más cálidos que los últimos años. Esta situación podría estar relacionada precisamente con el calentamiento global, ya que este afecta con mayor intensidad a las zonas polares, lo que significa que la diferencia térmica entre estas y las latitudes más bajas, que es el "motor" del sistema, se reduce, y con ella la intensidad de la corriente de chorro, lo que explicaría que esta se ondule, como un curso de agua cuando reduce su velocidad. 

Aunque es una teoría bastante sólida pero aún bajo estudio, y si bien un acontecimiento concreto por si solo nunca puede ser considerado una prueba definitiva en ninguna dirección, lo cierto es que sirve para entender que la gélida ola que azotó Norteamérica ahora ya en retirada, y que deja como rastro miles de millones de Dólares en pérdidas y, lo que es peor, una veintena de muertos, lejos de desmentir la idea de un aumento global de temperaturas puede encajarse perfectamente en este escenario, con fenómenos climáticos cada vez más extremos. Tampoco la confirma. Es la diferencia entre la meteorología, que abarca situaciones concretas en momentos concretos, y la Climatología, que abarca el conjunto del sistema.

A la derecha la situación habitual durante el Invierno Polar, con el vórtice reteniendo una gran masa de aire gélido. A la Izquierda la situación vivida este principio de año, con este debilitado hasta el punto de permitir que esta se escapa hacia latitudes más bajas.

Frío extremo, pero no en todas partes. La cantidad de aire gélido existente es limitado, y la situación en los EEUU implica que otra zonas han experimentado junto lo contrario.

El comportamiento del Vórtice Polar a lo largo del Invierno, más allá de fenómenos extremos como este, influye en como transcurre la estación en cada zona del hemisferio Norte.

Infografía: El vórtice polar que barrió EEUU.

La Tierra dista de ser el único planeta del Sistema Solar con la presencia de Vórtices Polares estacionarios, como podemos ver en Marte y Titán.

Wobbly polar vortex triggers extreme cold air outbreak

Polar vortices across the solar system

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