viernes, marzo 27, 2020

Una luz en el oscuro tunel

Presentado NEXT-C, el motor iónico que impulsará a la misión "anti-asteroides" DRAT.

Nuestro mundo está viviendo momentos duros, una situación de alerta sanitaria que atrae toda la atención mundial, cosa tan inevitable como compresible. Pero más allá de la atmósfera se esconden otro tipo de amenazas, que las agencias espaciales se toman muy en serio y que llevan años estudiando para intentar dar forma a una estrategia viable que permitiera hacer frente a la peor de los escenarios, la de un gran asteroide cuya trayectoria le llevara a una futura colisión con la Tierra.¿Es posible desviar algo así, con la tecnología de la que disponemos hoy día? Eso es lo que intentará responder la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que deberá partir en 2021.

Bajo este nombre se esconde una sonda "suicida", cuya meta final será estrellarse contra el asteroide doble Didymos, y más concretamente contra el más pequeño de sus dos componentes, Didymos B, de unos 160 metros de diámetro, el tamaño medio de los asteroides que amenazan regularmente la Tierra. No es el caso de Didymos, pero este representa un excelente campo de pruebas, y cuando DART se precipite contra su objetivo, bajo la mirada de una serie de cubesats que se separarán antes del impacto y de los observatorios terrestres, sabremos si esto es capaz de cambiar la velocidad orbital de un cuerpo de este tamaño.

No mucho, apenas medio milímetro por segundo, pero sería suficiente para alterar la trayectoria hasta el punto de que un asteroide, si se localiza a tiempo, en ruta de colisión terminaría por pasar lejos de nosotros. Lejos de la idea de lanzarse bombas nucleares y hacerlo detonar, la idea es darle un ligero empujón, mucho más factible y menos peligroso.

Y aquí es cuando entra en escena NEXT-C (NASA’s Evolutionary Xenon Thruster), su nuevo y flamante impulsor iónico, que recientemente hemos podido ver y que está afrontando ya las duras pruebas necesarias para afrontar un lanzamiento lleno de exigencias y un viaje espacial no menos sencillo. Verlo nos recuerda que pese a todo el proyecto sigue adelante, al menos de momento, y la fecha de lanzamiento, mediados de 2021, se mantiene. 

Los motores iónicos son una de las apuestas de futuro que intentar dar una alterativa válida al que sigue siendo, desde los principios de la carrera espacial, el método clásico, consistente en la impulsión química, dependiendo del impulso del lanzamiento más el que se pueda lograr en encuentros gravitacionales con diversos mundos para ganar velocidad, lo que hace los viajes extremadamente largos, décadas cuando hablamos del Sistema Solar exterior. Los iónicos plantean la opción de un empuje muy tenue, apenas perceptible incluso su lo tuviéramos en la mano, pero que se puede mantener de forma indefinida, al tener un gasto de gas ionizado (Xenón en este caso) mínimo, y que con el tiempo termina dotando a una sonda, que no debe afrontar ningún tipo de resistencia digna de tal nombre, de un impulso superior.

NEXT-C representa un paso más allá en la evolución de esta tecnológica, y si en esta misión muestra su eficacia, podría tener un papel muy importante en futuras sondas interplanetarias, tanto a cometas, asteroides o otros planetas, como Venus. El éxito de DART no solo nos pondrá un paso más cerca de poder proteger nuestro planeta, sino que abrirá nuevos caminos hacia los confines del espacio.

El tenue resplandor de un brillante futuro. NEXT-C funcionando dentro de la cámara de vacío, generando un impulso apenas equivalente al peso de una hoja de papel, pero que puede mantenerse durante largos periodos de tiempo, y en el espacio, sin resistencia alguna, acelerar una sonda mucho más que una impulsión "tradicional".

DART, una sonda que se sacrificará por nosotros.

Didymos A y B. En Septiembre de 2021 se aproximará a la Tierra, pasando a unos 11 millones de kilómetros de distancia. Será entonces cuando DART, que habrá despegado en Julio, se encuentre con ellos para su cita fatal.

Los paneles solares de DART, conocidos como ROSA (Roll Out Solar Arrays),  testeados en la ISS en Junio de 2017.

This Powerful Ion Engine Will Be Flying on NASA’s DART Mission to Try and Redirect an Asteroid

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