martes, septiembre 04, 2018

El legado del viajero imposible

Recontruyendo la agitada vida del asteroide Itokawa.

La  Hayabusa 2 está iniciando la exploración de Ryugu, una misión compleja que promete ir mucho más que su predecesora, el primer intento de la JAXA por alcanzar y traer muestras de un asteroide a la Tierra para su análisis. Esa sonda sufrió todo los problemas imaginables, hasta el punto que lograr hacerla regresar fue en si mismo el mayor de los éxitos, y como recompensa por no rendirse nunca, ella entregó un regalo inesperado, muestras del asteroide. Inesperado porque el propio proceso de aproximación y recogida de muestras tuvo serios problemas, por lo que se esperaba que la cápsula que llegara a la Tierra estuviera vacía. Y lo estaba, aunque no del todo. Y ese "no del todo", marcó la diferencia.

Unas pocas muestras de polvo, pero que siguen siendo estudiadas hoy día y que han permitido a los científicos reconstruir una historia detallada del asteroide. En concreto gracias a unas pequeñas partículas de un mineral rico en fosfato, del cual se midió el Uranio que contenían y medir en que proporción se había descompuesto en plomo, una reacción que ocurre a un ritmo determinado. Eso les dio una imagen clara de una vida ciertamente compleja y violenta.

El análisis sugiere que Itokawa nació de un cuerpo más grande que se formó hace 4.600 millones de años. Luego, hace unos 1.500 millones de años, una gran colisión lo fragmentó y algunos de los restos finalmente se unieron para formar el actual asteroide, algo que encaja con las extrañas diferencias de densidad entre las diferentes partes del asteroide, y que se explicaría precisamente por ser, básicamente, un montón de restos ligados por su gravedad común. Pero todo eso sucedió en el Cinturón de Asteroides: Fue expulsado hacia la Tierra hace solo entre 100.000 y 400.000 años. Y debido a que los objetos no tienden a sobrevivir mucho tiempo en órbitas como la que tiene actualmente, el equipo estima que no durará mucho más, quizás expulsado de nuevo por un encuentro gravitatorio con alguno de los planetas interiores, o por una colisión directa contra alguno de ellos.

Un logro extraordinario, especialmente porque pasaron innumerables incidentes cualquiera de los cuales hubiera sido suficiente para que eso no ocurriera nunca  Poco después de su lanzamiento en 2003, fue dañado por una gran llamarada solar. Se dirigió como pudo hacia su objetivo, fallando varias de sus ruedas de reacción, luchando contra todo por lograr aproximarse al asteroide. Y los problemas siguieron, con el fracasado despliegue del módulo de aterrizaje y el falló del sistema de disparo del pequeño proyectil que debía levantar material suficiente para que la Hayabusa, a pocos metros de la superficie, pudiera capturadas, y incluso esa maniobra de aproximación tuvo serios problemas, hasta el punto que la sonda directamente se posó sobre la superficie durante unos momentos.

Curiosamente esto último fue la calve para salvar la misión, ya que gracias a ello algunos granos de polvo, levantados por la propia sonda, terminaron dentro del recipiente de recolección. Y unas muestras tan frágiles que seguramente no habrían sobrevivido intactas de haberse seguido el plan previsto y el impactador hubiera hecho su trabajo, lo que facilitó estos últimos hallazgos. Un golpe de suerte en la desgracia continua que permitió a Hayabusa pasar a la historia. Por ser capaz de regresar y de entregar algo que se creía ya imposible cuando todo parecía derrumbarse. Hayabusa 2 deberá hacer un gran trabajo para superar el mito de su predecesora.

Una muestra del asteroide Itokawa traído a la Tierra por la Hayabusa. Los minerales de fosfato marcados en la imagen ayudaron a los científicos a comprender mejor su historia.

La Hayabusa, la sonda que logró lo imposible, sobrevivir y cumplir su misión pese a todos los fallos.

How Old Is Asteroid Itokawa? Scientists Say They Finally Know

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues mis ojos han podido contemplar (ayer mismo) una de esas partículas de polvo.
Se puede ver, a través de un microscopio electrónico, en el Museo de Ciencias Naturales de Tokyo.
ESAs_sondas

Tokaidin dijo...

Ostras, pues eres afortunado, quién pudiera hacer lo mismo :(