miércoles, noviembre 01, 2017

Un visitante desde el más allá

El Hubble detecta el cometa activo más lejano conocido.

Durante mucho tiempo tuvimos una idea relativamente simple de la naturaleza de estos viajeros de las profundidades. Básicamente que eran "bolas de nieve sucia", restos de la formación del Sistema Solar, que se "activaban" cuando se aproximaban al Sol y su helada superficie de calentaba, en una curva de actividad previsible y sin muchas sorpresas. Una imagen que hoy día ya está completamente superada, y en su lugar se sitúa otra muy diferente, una en que los cometas con pequeños mundos por si mismos, complejos, únicos, con personalidad propia y en no pocas ocasiones impredecibles. Décadas de exploración y el trabajo extraordinario de sondas como Rosetta nos lo han dejado claro

K2 llega ahora para recordad esta realidad, ya que incluso entre una familia tan variopinta y extravagante destaca con luz propia. O mejor dicho con la que su coma refleja del Sol, algo que por si mismo no es extraordinario. Pero lo es si se tiene en cuenta la distancia en la que se encuentra actualmente, más allá de la órbita de Saturno, unos 2.400 millones de kilómetros de nuestra estrella. Nunca habíamos visto una ya activo a tal distancia, y eso sin tener en cuenta que ya lo estaba cuando se encontraba aún más lejos, a unos 3.500 millones de Kilómetros, aunque en este último caso era tan tenue que pasó inadvertido hasta que su actual descubrimiento sacó a la luz estos testimonios de arqueología interplanetaria.

Fue el Hubble, tanto ahora como (sin darse cuenta de ello) en 2013, quienes observaron al ahora resplandeciente K2, con una coma de 130.000 kilómetros de diámetro que rodea a un núcleo cuyo tamaño se estima en unos 20 Kilómetros o algo menos. Y con el misterio de que esconde un despertar tan prematuro."Está tan lejos del Sol y es tan frío, que sabemos con seguridad que la actividad. no se produce, como en otros cometas, por la evaporación del hielo de agua. En su lugar, creemos que la actividad se debe a la sublimación, que se produce cuando cuerpos super-volátiles como K2 hacen su primera entrada en la zona planetaria del sistema solar. Por eso es especial. Este cometa está tan lejos y tan increíblemente frío que el hielo de agua se congela como una roca", explica el investigador David Jewitt de la Universidad de California.

Los astrónomos creen, a partir de su órbita, que estamos ante un cometa recién llegado de la Nube de Oort, la inmensa reserva helada que se cree se extienden más allá del Cinturón de Kuiper y hasta los límites mismos de la influencia gravitatoria del Sol. Estaríamos ante su primera entrada, un nuevo visitante, y eso podría explicar esta explosión de actividad, fruto de que la tenue luz solar está calentado gases volátiles congelados (como oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono y monóxido de carbono) diseminados por la superficie, que al sublimarse en gas arrastran gran cantidad de partículas, responsables de la actual coma. Que en el caso de K2 haya ocurrido tan pronto, a diferencia de otros recién llegados, quizá tiene que ver con la distribución de estas reservas, de si estaban más expuestas al exterior o por el contrario se escondían bajo la superficie y en su liberación arrastraron suficiente material para hacerlo visible. Hay mucho que aprender de el.

Pero que ahora sea tan brillante no significa siga siéndolo más adelante, cuando se aproxime más al Sol. Podríamos estar ante una fase transitoria, que terminará cuando se agoten estas prístinas y antiguas reservas superficiales. No sería la primera vez que un cometa que promete ser extraordinariamente brillante por resplandecer a gran distancia después resulta mucho menos de lo esperado. Deberemos estar atentos estos próximos 5 años, seguirlo en su camino de aproximación, y que culminará en 2022, momento en que pasará algo más lejos que la órbita de Marte. En ese momento esperemos que el telescopio James Webb esta ya desplegado y en planea actividad, y pueda unirse en un esfuerzo internacional para explorar lo que no deja de ser una reliquia del pasado más lejano que resplandece  desde las mismas fronteras de nuestro pequeño hogar celeste.

La órbita de K2 en su "viaje inaugural" a través del Sistema Solar, detectado gracias que mostrarse activo a una distancia sin precedentes.

Un cometa que rompe los récords. 

Hubble observa el cometa más lejano conocido, más allá de Saturno

NASA's Hubble Observes the Farthest Active Inbound Comet Yet Seen

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