Quizás la historia la recordará como una misión en parte fallida, ya que la pérdida de su instrumento para detectar el calor interno del planeta supuso un duro golpe para todos los implicados. Pero aunqueno deja del todo cierto, también lo es que su otro instrumento estrella, el sismógrafo SEIS, si que está trabajando a pleno rendimiento y ofreciendo una visión inédita del interior. Y recientemente hemos tenido nuevos resultados que confirman su valiosa contribución al estudio del planeta rojo.
Los pasados 7 y 18 de Marzo SEIS detectó dos nuevos seísmos de notable intensidad, de 3.3 y 3.1 en la escala de Ritcher, solo algo más débiles que los dos mas potentes detectados hasta ahora, de 3.6 y 3.5, y que confirma la actividad sísmica que está teniendo lugar en la región de Cerberus Fossae, donde las señales visuales de que algo se está moviendo a escala geológica están a la vista, y ahora confirmadas. Desde su llegada InSight lleva registrados más de 500, pero estos cuatro son con diferencia los más intensos y las mejores señales llegadas del corazón de Marte.
El estudio de los terremotos marcianos (o martemotos) es una de las formas en que el equipo científico de InSight busca desarrollar una mejor comprensión del manto y el núcleo planetario. Marte no tiene placas tectónicas como la Tierra, pero si regiones volcánicas que pueden causar movimientos sísmicos, algunos de ellos parecidos a los lunares, que son más dispersos, y otros de tipo terrestres, cuyas ondas viajan a través del planeta de forma más directa. Curiosamente estos cuatro mayores son todos ellos de tipo terrestre.
Existe también una curioso ciclo, ya que los dos anteriores ocurriendo hace un año marciano (dos terrestres), en la misma época del año, en pleno Verano. Por el contrario en Invierno Insight afrontó una total falta de confirmaciones de seísmos, que se explica ahora por la mayor intensidad de los vientos en esa estación, que genera vibraciones que ocultan las siempre tenues señales sísmicas. Un molesto sonido para los científicos que solo se desvanece en Verano. Igualmente los extremos cambios de temperatura entre el día y la noche genera interferencias, al provocar la expansión y contracción del cable que conecta a SEIS y la sonda.
Por intentar mejorar esta última situación, la pala de toma de muestra está realizando una curiosa operación: Coger suelo marciano y cubriendo el cable para aislarlo mejor del entorno, con lo que se espera tener registros más limpios de "ruidos" externos. Todo ello lidiando con unos niveles de energía actualmente muy bajos, tanto por la época del año como por el polvo acumulado en los paneles solares, y que hasta Julio obligará a reducir la actividad.
Los vientos marcianos son una fuente de "ruido" que afecta a la escucha de la actividad sísmica, incluso aunque el sismógrafo esta protegido por una cúpula. No puede decirse lo mismo del cable, que ahora se está cubriendo de tierra para protegerlo mejor.
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