Los datos de las sondas GRAIL nos ofrecen una nueva visión del rostro de nuestra compañera celeste.
A lo largo de la historia, desde Asia a América, numerosas son las leyendas que se han proyectado sobre el rosto de La Luna, viendo en esas extrañas manchas oscuras las más diversas figuras. El maravilloso deseo del ser humano de entender lo que estaba viendo, pero la imposibilidad de saberlo realmente, hizo que este vacío tan molesto se llenara, como muchas otras cosas, con explicaciones que pertenecen al reino de la mitología pero que aún hoy, aunque desligadas de su función inicial y convertidas en simples cuentos, sobreviven aún en nuestros tiempos. La historia japonesa conocida como Tsuki no Usagi, el conejo de La Luna, que aún hoy se celebra cada 25 de Septiembre con el nombre de otsukimi (de tsuki=luna y mi=mirar, literalmente mirar la luna) es un buen ejemplo de ello.
Sabemos hoy día que la naturaleza de ese rostro esta muy lejos de la magia que transmitían dichas leyendas, pero en cambio estamos desvelando una historia de miles de millones de años, de un mundo bajo el fuego, de inmensos impactos y de mares de magma que un día la hicieron resplandecer. Una realidad igualmente con sus propios misterios, ya que estos oscuros mares de antiguo magma ahora solidificado, responsables de que La Luna tenga ante nuestros ojos el aspecto que conocemos, se encuentran precisamente en la parte visible principalmente, mientras que en la cara oculta, ajena a nuestra mirada hasta la llegada de la carrera espacial y las primeras sondas exploradoras, casi carece de ellos.
Las sondas GRAIL fueron una de las últimas misiones enviadas por la NASA a nuestro satélite, en este caso para profundizar, mediante el estudio de su campo gravitatorio y las fluctuaciones que las diversas formaciones geológicas, superficiales y subterráneas, causan en el. Una oportunidad magnífica de desvelar el auténtico rostro del hemisferio visible de La Luna, no tan conocido como podemos pensar precisamente porque estos mares cubrieron con su formación amplias zonas de la superficie, ocultando, total o parcialmente, las grandes cuencas de impacto y dificultando por tanto su medición desde La Tierra. Conocerlas mejor ayudaría a comprender la estructura interna de nuestro satélite, en especial el grosor de la corteza lunar, y compararla con los del lado oculto.
Y esto precisamente es lo que hicieron durante su corta pero intensa aventura, cuyos resultados siguen produciéndose a medida que se analizan una y otra vez los datos enviados, y se les aplica diversos modelos teóricos. Y el último de ellos está directamente relacionado con este enigma, desvelando 2 detalles clave que ofrecen una visión clara del motivo de estas diferencia entre la cara visible y oculta: Ambos hemisferios sufrieron un bombardeo similar, pero reaccionaron de forma muy diferente.
La clave se encuentra en que las grandes cuencas de impacto de esta primera son en general bastante más grandes, más o menos en doble, que los que existen en la segunda, lo que encaja con bastante precisión con lo que se esperaría de una corteza más delgada y caliente que su contrapartida oculta. Eso explicaría porque los mares, las oscuras figuras que dibujan su rostro celeste, son mucho más abundantes en la cara visible,
Este nuevo estudio fruto de la misión de las GRAIL también está ayudando a redefinir el concepto conocido como Bombardeo Intenso Tardío, un aumento propuesto en el ritmo de creación de cráteres por impactos hace unos 4 millones de años. Esta teoría se basa en gran medida de la edad de las grandes cuencas de impacto de la cara visible, ya sea dentro o adyacentes a las cuencas oscuras , llenas de lava, o mares lunares, llamados Oceanus Procellarum y Mare Imbrium. Sin embargo la composición especial del material en y por debajo de la superficie en la cara visible implica que las temperaturas en esta región no eran representativos de La luna en su conjunto en el momento del bombardeo intenso tardío, algo que habría causado una sobrestimación en la magnitud de la formación de cuencas de impacto durante esta fase. El trabajo de los científicos apoya la hipótesis de que la distribución del tamaño de las cuencas de impacto en el lado oculto es un indicador más preciso de la historia del sistema solar interior que los del la cara que todos conocemos.
Parte de nuestra pequeña historia, para la cual esas oscuras figuras en el resto de Selene siempre han estado ahí y sobre la cual se han tejido innumerables historias fantásticas y mitológicas, algunas realmente preciosas, son el eco de una historia mucho mayor, la que marcaron su nacimiento, y por extensión, de La Tierra y el propio Sistema Solar, quizás sin tanta magia pero mucho más espectacular y trascendental para comprender nuestros orígenes.
Un mapa global del grosor de la corteza lunar, que permite apreciar como la de la cara oculta (derecha) es claramente más gruesa, así como el mayor diámetro de las cuencas de impacto de la cara visible, una consecuencia de que esta es más fina. Dejando de lado la enorme cuenca Aitken, señalada con un gran círculo en la cara oculta, existen una docena en cada hemisferio con diámetros por encima de los 200 Kilómetros. El la visible, señalada en verde, las amplias llanuras que conforman Oceanus Procellarum, donde se han detectado grandes concentraciones de Potasio, Fósforo y elementos raros en La Tierra.
Las sondas GRAIL, trabajando en conjunto durante 1 año, midieron con precisión el campo gravitatorio lunar, permitiendo levantar con completo mapa.
La teoría del Bombardeo Intenso Tardío señala un periodo, comprendido entre 3800-4100 millones de años, donde se cree que tuvo lugar un último y catastrófico periodo de impactos, responsable de la mayor parte de los cráteres que vemos en La Luna o Mercurio.
Donde no llega el conocimiento llega la imaginación y la pareidolia (la tendencia de la mente humana en ver formas reconocibles allí donde no hay nada), llenado el resto lunar de imágenes familiares. El "conejo de la Luna" es una de las más famosas, y la encontramos tanto en el lejano Oriente como culturas de la antigüedad, como la Azteca.
NASA's GRAIL Mission Puts a New Face on the Moon
domingo, abril 30, 2017
sábado, abril 29, 2017
La Tierra que nunca pudo ser
Descubriendo un exoplaneta de la misma masa y distancia a su estrella que el nuestro, pero sumergido en el frío más intenso.
Que ahí fuera, más allá del Sistema Solar, existen innumerables mundos ya es una realidad no solo contrastada sino en constante aumento, a medida que se van acumulando más y más descubrimientos. Y cuya variedad es extraordinaria también. No es una sorpresa, si tenemos en cuenta que solo en nuestro rincón estelar cada uno de los planetas que lo conforman tiene una personalidad bien definida, con características propias que los diferencian de los demás, dejando en evidencia que cada uno siguió su propio camino a través de las eras. Y eso vale tanto para el Sol como para el resto de estrellas de nuestra galaxia.
El último ejemplo de ello llega de la mano del ahora conocido con la denominación oficial de OGLE-2016-BLG-1195Lb, un exoplaneta situado a unos 13.000 años luz de la Tierra y que sin lugar a dudas tiene varias características interesantes. Una de ellas la forma en que se descubrió, utilizando la técnica llamada de "micro-lente", termino que se utiliza para definir el fenómeno en que una estrella cruza por delante de otra estrella brillante en el fondo, momento en que la gravedad de la primer centra la luz de la segunda, haciéndola parecer más brillante. Básicamente como si fuera un telescopio celeste. Y si esta última tiene un planeta, el efecto se magnifica.
Y eso es precisamente lo que hizo 1195Lb, causando un aumento extra en el brillo resultante y delatando su presencia, además de permitir suponer con mayor o menor precisión algunos de sus características, como su masa y distancia a su Sol. Una técnica que es especialmente valiosa para mundos lejanos y de poca masa.
Pero si algo convierte a este exoplaneta en un objeto realmente curioso es que tiene la misma masa que la Tierra, y se encuentra en la misma distancia de su estrella. Pero aquí acaban las semejanzas, ya que esta última es muy, muy diminuta y tenue, tanto que en realidad no está claro que sea una estrella o su vertiente fallida, una enana marrón. Su masa es del 7.8% de la del Sol, moviéndose en el filo entre ser y no ser. Sea cual sea la repuesta lo único seguro que el calor recibido por este mundo será mínimo. Un lugar gélido, congelado en el tiempo, más frío que Plutón, por ejemplo.
Tenía todo para ser como el nuestro, pero le falló lo más importante, un Sol digno de ese nombre. Un recordatorio de que la Tierra, tal y como la conocemos, como un oasis de vida, es el fruto de la conjunción de una serie de afortunadas circunstancias. Un juego de azar que posiblemente tuvo lugar miles de millones de estrellas, y que sigue teniendo lugar en otras tantas actualmente en pleno proceso de formación.
El OGLE (Experimento de lente óptica gravitacional), desde el Observatorio Las Campanas en Chile, y el telescopio Spitzer, los responsables de este nuevo hallazgo.
Si es una estrella activa podría ser parecida a la tenue y fría enana roja como TRAPPIST-1. Pero en este último caso sus planetas están muy cerca de ella, por lo que siguen recibiendo calor suficiente para mantener agua líquida en la superficie. OGLE-2016-BLG-1195L, sin embargo, se encuentra tan lejos como lo está la Tierra de su Sol, y recibe menos luz y calor que Plutón.
-"Para ser el planeta Hot hace un frío que te mueres" - "Eso lo dices porque no has estado en OGLE-2016-BLG-1195Lb".
'Iceball' Planet Discovered Through Microlensing
Que ahí fuera, más allá del Sistema Solar, existen innumerables mundos ya es una realidad no solo contrastada sino en constante aumento, a medida que se van acumulando más y más descubrimientos. Y cuya variedad es extraordinaria también. No es una sorpresa, si tenemos en cuenta que solo en nuestro rincón estelar cada uno de los planetas que lo conforman tiene una personalidad bien definida, con características propias que los diferencian de los demás, dejando en evidencia que cada uno siguió su propio camino a través de las eras. Y eso vale tanto para el Sol como para el resto de estrellas de nuestra galaxia.
El último ejemplo de ello llega de la mano del ahora conocido con la denominación oficial de OGLE-2016-BLG-1195Lb, un exoplaneta situado a unos 13.000 años luz de la Tierra y que sin lugar a dudas tiene varias características interesantes. Una de ellas la forma en que se descubrió, utilizando la técnica llamada de "micro-lente", termino que se utiliza para definir el fenómeno en que una estrella cruza por delante de otra estrella brillante en el fondo, momento en que la gravedad de la primer centra la luz de la segunda, haciéndola parecer más brillante. Básicamente como si fuera un telescopio celeste. Y si esta última tiene un planeta, el efecto se magnifica.
Y eso es precisamente lo que hizo 1195Lb, causando un aumento extra en el brillo resultante y delatando su presencia, además de permitir suponer con mayor o menor precisión algunos de sus características, como su masa y distancia a su Sol. Una técnica que es especialmente valiosa para mundos lejanos y de poca masa.
Pero si algo convierte a este exoplaneta en un objeto realmente curioso es que tiene la misma masa que la Tierra, y se encuentra en la misma distancia de su estrella. Pero aquí acaban las semejanzas, ya que esta última es muy, muy diminuta y tenue, tanto que en realidad no está claro que sea una estrella o su vertiente fallida, una enana marrón. Su masa es del 7.8% de la del Sol, moviéndose en el filo entre ser y no ser. Sea cual sea la repuesta lo único seguro que el calor recibido por este mundo será mínimo. Un lugar gélido, congelado en el tiempo, más frío que Plutón, por ejemplo.
Tenía todo para ser como el nuestro, pero le falló lo más importante, un Sol digno de ese nombre. Un recordatorio de que la Tierra, tal y como la conocemos, como un oasis de vida, es el fruto de la conjunción de una serie de afortunadas circunstancias. Un juego de azar que posiblemente tuvo lugar miles de millones de estrellas, y que sigue teniendo lugar en otras tantas actualmente en pleno proceso de formación.
El OGLE (Experimento de lente óptica gravitacional), desde el Observatorio Las Campanas en Chile, y el telescopio Spitzer, los responsables de este nuevo hallazgo.
Si es una estrella activa podría ser parecida a la tenue y fría enana roja como TRAPPIST-1. Pero en este último caso sus planetas están muy cerca de ella, por lo que siguen recibiendo calor suficiente para mantener agua líquida en la superficie. OGLE-2016-BLG-1195L, sin embargo, se encuentra tan lejos como lo está la Tierra de su Sol, y recibe menos luz y calor que Plutón.
-"Para ser el planeta Hot hace un frío que te mueres" - "Eso lo dices porque no has estado en OGLE-2016-BLG-1195Lb".
'Iceball' Planet Discovered Through Microlensing
jueves, abril 27, 2017
Crónicas de una despedida (11): Allí donde nadie había podido llegar antes
Completado con éxito el primer paso a través de la inexplorada región entre Saturno y sus anillos.
"Estos son los viajes de la nave estelar Cassini, explorando mundos desconocidos, alcanzando lugares donde nadie ha podido llegar". Así, con estas palabras, podría comenzar el primer episodio de una serie que tuviera a esta sonda de protagonista. No muy diferente a la famosas palabras con las que lo hacían los capítulos de Star Trek. El motivo es evidente, y es que en muchos aspectos, más allá de pertenecer a mundos diferentes, comparten ese mismo espíritu. Quizás no se adentró en otros sistemas estelares, pero si lo hizo en regiones de nuestro Sistema Solar igualmente ignotas.
Puede parecer exagerado, dado que la estábamos observando desde la distancia, y Cassini la había fotografiado en innumerables ocasiones. Pero desde la distancia no es lo mismo que directamente, y cuando se precipitó hacia ese aparente vacío entre los anillos y el planeta lo hizo con el riesgo evidente de que no lo fuera tanto como parecía. ¿Podrían existir otros anillos, demasiado tenues para ser detectados anteriormente, ahí escondidos? O una fina lluvia de partículas precipitándose hacia la atmósfera? Dada la extraordinaria velocidad con la que se realizará el cruce, unos 124.000 Kilómetros/Hora, cualquier impacto podría ser potencialmente fatal. Por eso lo hizo con la antena principal por delante, como si fuera un escudo. Una indicación clara de la incertidumbre que rodeaba a este momento.
Fueron muchas hora de silencio, nada menos que 20, esperando que la sonda regresara a su orientación con la Tierra y esta estuviera en posición adecuada para escuchar su llamada. Algo parecido a lo ocurrido con New Horizons. Y a las 7 UTC, a la primera ocasión donde era posible restablecer el contacto, la voz de Cassini nos llegó de nuevo. Había sobrevivido sin ningún percance al paso por esa zona inexplorada y comenzaba su transmisión de datos e imágenes."Ninguna nave espacial jamás ha estado tan cerca de Saturno, sólo podíamos confiar en predicciones basadas en nuestra experiencia con los otros anillos, de lo que pensábamos que sería esta brecha entre los ellos y el planeta", explicó Earl Maize, director del proyecto en el JPL. "Estoy encantado de informar que Cassini ha salido por la brecha justo como planeamos y ha salido del otro lado en excelente forma".
Pero nada resume mejor lo sucedido que las palabras de Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias: "En la más grandiosa tradición de exploración, la sonda ha vuelto a abrir una senda mostrándonos nuevas maravillas y demostrando dónde nuestra curiosidad puede llevarnos si nos atrevemos". Los diversos capitanes de la mítica nave estelar Enterprise las firmarían punto por punto. Ellos se atrevieron a cruzar las fronteras de su Universo de ficción, tanto para descubrir sus maravillas como para afrontar sus peligros. Cassini acaba de hacer lo mismo dentro de sus más limitados horizontes, adentrándose donde nadie había podido llegar antes.
Casi como si fuera una nueva misión (y así es en cierto sentido), muchos esperamos la llegada de la señal que confirmara la supervivencia de Cassini, que fue celebrada por todo lo alto.
La (nueva) gran aventura de Cassini.
Las primeras imágenes recibidas de Cassini, aún sin tratar para mejorar su resolución y detalle, pero que muestran detalles atmosféricos más que notables. Una pequeña muestra de lo que está por llegar.
NASA Spacecraft Dives Between Saturn and Its Rings
"Estos son los viajes de la nave estelar Cassini, explorando mundos desconocidos, alcanzando lugares donde nadie ha podido llegar". Así, con estas palabras, podría comenzar el primer episodio de una serie que tuviera a esta sonda de protagonista. No muy diferente a la famosas palabras con las que lo hacían los capítulos de Star Trek. El motivo es evidente, y es que en muchos aspectos, más allá de pertenecer a mundos diferentes, comparten ese mismo espíritu. Quizás no se adentró en otros sistemas estelares, pero si lo hizo en regiones de nuestro Sistema Solar igualmente ignotas.
Puede parecer exagerado, dado que la estábamos observando desde la distancia, y Cassini la había fotografiado en innumerables ocasiones. Pero desde la distancia no es lo mismo que directamente, y cuando se precipitó hacia ese aparente vacío entre los anillos y el planeta lo hizo con el riesgo evidente de que no lo fuera tanto como parecía. ¿Podrían existir otros anillos, demasiado tenues para ser detectados anteriormente, ahí escondidos? O una fina lluvia de partículas precipitándose hacia la atmósfera? Dada la extraordinaria velocidad con la que se realizará el cruce, unos 124.000 Kilómetros/Hora, cualquier impacto podría ser potencialmente fatal. Por eso lo hizo con la antena principal por delante, como si fuera un escudo. Una indicación clara de la incertidumbre que rodeaba a este momento.
Fueron muchas hora de silencio, nada menos que 20, esperando que la sonda regresara a su orientación con la Tierra y esta estuviera en posición adecuada para escuchar su llamada. Algo parecido a lo ocurrido con New Horizons. Y a las 7 UTC, a la primera ocasión donde era posible restablecer el contacto, la voz de Cassini nos llegó de nuevo. Había sobrevivido sin ningún percance al paso por esa zona inexplorada y comenzaba su transmisión de datos e imágenes."Ninguna nave espacial jamás ha estado tan cerca de Saturno, sólo podíamos confiar en predicciones basadas en nuestra experiencia con los otros anillos, de lo que pensábamos que sería esta brecha entre los ellos y el planeta", explicó Earl Maize, director del proyecto en el JPL. "Estoy encantado de informar que Cassini ha salido por la brecha justo como planeamos y ha salido del otro lado en excelente forma".
Pero nada resume mejor lo sucedido que las palabras de Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias: "En la más grandiosa tradición de exploración, la sonda ha vuelto a abrir una senda mostrándonos nuevas maravillas y demostrando dónde nuestra curiosidad puede llevarnos si nos atrevemos". Los diversos capitanes de la mítica nave estelar Enterprise las firmarían punto por punto. Ellos se atrevieron a cruzar las fronteras de su Universo de ficción, tanto para descubrir sus maravillas como para afrontar sus peligros. Cassini acaba de hacer lo mismo dentro de sus más limitados horizontes, adentrándose donde nadie había podido llegar antes.
We did it! Cassini is in contact with Earth and sending back data after a successful dive through the gap between Saturn and its rings. pic.twitter.com/cej1yO7T6a— CassiniSaturn (@CassiniSaturn) 27 d’abril de 2017
Las primeras imágenes recibidas de Cassini, aún sin tratar para mejorar su resolución y detalle, pero que muestran detalles atmosféricos más que notables. Una pequeña muestra de lo que está por llegar.
NASA Spacecraft Dives Between Saturn and Its Rings
miércoles, abril 26, 2017
Regreso al punto 0
Observando el punto de aterrizaje 13 años después.
Toda leyenda tiene un origen, y la de Opportunity se encuentra a 13 años y 44 Kilómetros de distancia. Para un vehículo que inicialmente tenía una vida prevista de 3 meses, o siendo optimistas quizás un año terrestre, eso es muy, muy lejos, un abismo en el espacio y en el tiempo. Nunca podrá regresar allí donde todo comenzó, y evidentemente nunca intentará nada parecido. Su destino es seguir hacia adelante y no mirar atrás. Hasta el día que, simplemente, se haga el silencio.
Pero si es posible para Mars Reconnaissance Orbiter, que lleva estudiando el planeta rojo desde 2006, y que cuenta con HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment), la cámara más potente jamás enviada a otro mundo. Y el pasado 8 de Abril nos ofreció la posibilidad de rememorar esos emocionantes minutos vividos en un ya lejano 25 de Enero de 2004, cuando Opportunity, siguiendo la estela de su hermano Spirit, se adentró en la atmósfera de Marte, iniciando los llamados "7 minutos de terror", durante los cuales todo estuvo en sus manos, sin que el equipo en tierra pudiera hacer nada más que sentarse y esperar. Y como si ya avisara de que lo suyo sería una sucesión de triunfos, lo hizo de la mejor manera posible, con un aterrizaje perfecto, una recuperación de la señal casi inmediata y un punto de descenso definitivo increíble: En el interior de un pequeño cráter, el Eagle, con estratos alterados por el agua a solo un par de metros de distancia. Un maravilloso "Hoyo en uno".
Aunque podamos tener la sensación de que Mars Reconnaissance Orbiter lleva acompañando a Opportunity desde su llegada misma, en realidad entró en órbita dos años después, y uno de sus primeras imágenes fue precisamente cuando este último había alcanzado ya el borde del cráter Victoria, a la que siguieron otras a lo largo de su viaje hacia Endeavour. En realidad esta sonda sigue siendo un apoyo vital para esta misión, permitiendo planificar su ruta, buscar objetivos interesantes y complementando sus datos científicos. Pero quedaba regresar al "punto 0". No es que no lo hubiera hecho antes, pero nunca con toda la capacidad de la que HiRISE es capaz. Hasta ahora.
Las imágenes de la MRO, toda una demostración de su enorme capacidad, nos llevan de nuevo al cráter Eagle, donde aún permanece la plataforma de aterrizaje, la que en su momento, y protegida un airbag que la envolvía completamente, transportó a Opportunity hasta la superficie. El rover permaneció más de 1 mes terrestre en su interior, casi la mitad de su vita útil estimada inicialmente, tan valioso fueron las señales de agua encontrados en su interior. Cuando finalmente emergió lo hizo con la sensación de ya haber logrado todo lo que era posible conseguir, y que a partir de ese momento todo era un tiempo añadido que podía terminar en cualquier momento. Y de eso hace 13 años.
Se suponía que era principio del fin, pero fue en realidad el fin del principio, los primeros pasos de una odisea que hoy aún continúa. Hoy regresamos al punto 0, al lugar donde todo empezó.
Un noche de hace 13 años.
La primera visión de su entono de un recién llegado Opportunity. situado dentro de un pequeño cráter aislado en la llanura. El primer golpe favorable de una diosa Fortuna que nunca lo dejó de lado.
13 años y 44 kilómetros después la aventura continúa. Evidentemente ya no tan en forma como al principio, con problemas en una rueda, varios instrumentos fuera de servicio y una memoria Flash inservible, pero teniendo en cuenta las condiciones a las que se enfrenta, no dejan de ser achaques mínimos.
El primer encuentro de Mars Reconnaissance Orbiter con Opportunity, que ese momento el el borde del cráter Victoria. Llegarían muchos más, hasta el punto de ser clave para ayudarle en la planificación de su ruta.
New Look at 2004's Martian Hole-in-One Site
Toda leyenda tiene un origen, y la de Opportunity se encuentra a 13 años y 44 Kilómetros de distancia. Para un vehículo que inicialmente tenía una vida prevista de 3 meses, o siendo optimistas quizás un año terrestre, eso es muy, muy lejos, un abismo en el espacio y en el tiempo. Nunca podrá regresar allí donde todo comenzó, y evidentemente nunca intentará nada parecido. Su destino es seguir hacia adelante y no mirar atrás. Hasta el día que, simplemente, se haga el silencio.
Pero si es posible para Mars Reconnaissance Orbiter, que lleva estudiando el planeta rojo desde 2006, y que cuenta con HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment), la cámara más potente jamás enviada a otro mundo. Y el pasado 8 de Abril nos ofreció la posibilidad de rememorar esos emocionantes minutos vividos en un ya lejano 25 de Enero de 2004, cuando Opportunity, siguiendo la estela de su hermano Spirit, se adentró en la atmósfera de Marte, iniciando los llamados "7 minutos de terror", durante los cuales todo estuvo en sus manos, sin que el equipo en tierra pudiera hacer nada más que sentarse y esperar. Y como si ya avisara de que lo suyo sería una sucesión de triunfos, lo hizo de la mejor manera posible, con un aterrizaje perfecto, una recuperación de la señal casi inmediata y un punto de descenso definitivo increíble: En el interior de un pequeño cráter, el Eagle, con estratos alterados por el agua a solo un par de metros de distancia. Un maravilloso "Hoyo en uno".
Aunque podamos tener la sensación de que Mars Reconnaissance Orbiter lleva acompañando a Opportunity desde su llegada misma, en realidad entró en órbita dos años después, y uno de sus primeras imágenes fue precisamente cuando este último había alcanzado ya el borde del cráter Victoria, a la que siguieron otras a lo largo de su viaje hacia Endeavour. En realidad esta sonda sigue siendo un apoyo vital para esta misión, permitiendo planificar su ruta, buscar objetivos interesantes y complementando sus datos científicos. Pero quedaba regresar al "punto 0". No es que no lo hubiera hecho antes, pero nunca con toda la capacidad de la que HiRISE es capaz. Hasta ahora.
Las imágenes de la MRO, toda una demostración de su enorme capacidad, nos llevan de nuevo al cráter Eagle, donde aún permanece la plataforma de aterrizaje, la que en su momento, y protegida un airbag que la envolvía completamente, transportó a Opportunity hasta la superficie. El rover permaneció más de 1 mes terrestre en su interior, casi la mitad de su vita útil estimada inicialmente, tan valioso fueron las señales de agua encontrados en su interior. Cuando finalmente emergió lo hizo con la sensación de ya haber logrado todo lo que era posible conseguir, y que a partir de ese momento todo era un tiempo añadido que podía terminar en cualquier momento. Y de eso hace 13 años.
Se suponía que era principio del fin, pero fue en realidad el fin del principio, los primeros pasos de una odisea que hoy aún continúa. Hoy regresamos al punto 0, al lugar donde todo empezó.
La primera visión de su entono de un recién llegado Opportunity. situado dentro de un pequeño cráter aislado en la llanura. El primer golpe favorable de una diosa Fortuna que nunca lo dejó de lado.
13 años y 44 kilómetros después la aventura continúa. Evidentemente ya no tan en forma como al principio, con problemas en una rueda, varios instrumentos fuera de servicio y una memoria Flash inservible, pero teniendo en cuenta las condiciones a las que se enfrenta, no dejan de ser achaques mínimos.
El primer encuentro de Mars Reconnaissance Orbiter con Opportunity, que ese momento el el borde del cráter Victoria. Llegarían muchos más, hasta el punto de ser clave para ayudarle en la planificación de su ruta.
New Look at 2004's Martian Hole-in-One Site
martes, abril 25, 2017
Los mundos del futuro
LHS 1140b, un nuevo exoplaneta con las mayores opciones de habitabilidad de todos los conocidos.
"Es el más interesante que he visto en la última década", afirmaa Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (Cambridge, EE.UU.). "Es el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra". Un optimismo desbordante rodea al último de los exoplanetas descubiertos, uno más de los miles ya conocidos y una más de las no pocas supertierras (planetas rocosos mayores que el nuestro) localizadas en otras estrellas. Pero esta parece especial por varios motivos, hasta el punto de que se ve propulsado hasta el primero puesto en la selecta lista de mundos donde podrían existir condiciones adecuadas para la vida. Siempre hablando de posibilidades, pero en este caso parecen ser las más elevadas de cuantas conocemos.
Descubierto por el observatorio MEarth, y posteriormente confirmado por el instrumento HARPS (High Accuracy Radial velocity Planet Searcher) del Observatorio La Silla, que delimitó su periodo, masa y la densidad, se estima que LHS 1140b tiene 1,4 veces la Tierra, pero con una masa unas siete veces mayor, lo que implica una densidad mucho más alta, quizás con un gran núcleo de hierro. Y más importante, está situado en plena zona habitable de su estrella, una pequeña enana roja.
Esto por si solo será intrigante, pero no es el primer exoplaneta que cumple este tipo de condiciones. Pero esta estrella, LHS 1140 gira más lentamente y emite menos radiación de alta energía. A diferencia de muchas otras enanas rojas, que parecen sufrir episodios de violenta actividad que ponen el jaque las opciones de habitabilidad de sus mundos rocoso, en este caso parece que tenemos un astro mucho más tranquilo. Y nada es más favorable para la vida que un ambiente estable. Es su falta lo que limita las opciones en otros casos, y su presencia en este caso lo que las aumenta. Nuevamente siempre hablando de posibilidades, porque también tiene elementos en contra, como que probablemente no entró en esta región hasta unos 40 millones de años después de la formación de la estrella. Una travesía que podría haber sellado su destino vital.
Pero a pesar de ello tiene suficientes puntos a favor para ponerse en cabeza de la lista de futuras observaciones para estudiar y analizar la composición química de se atmósfera, en caso de tenerla . Dos de los miembros europeos del equipo responsable de este hallazgo, Xavier Delfosse y Xavier Bonfils, ambos del CNRS y el IPAG, en Grenoble (Francia), no pueden ser más rotundos en este punto: "Para la futura caracterización de planetas en la zona habitable, el sistema LHS 1140 podría ser un objetivo aún más importante que Proxima b o TRAPPIST-1. ¡Este ha sido un año extraordinario para el descubrimiento de exoplanetas!".
A partir de 2018 empieza, con el lanzamiento del James Webb, una nueva era en la observación del Universo y la búsqueda de otros mundos como el nuestro, a la que se irán sumando colosos como el Extremely Large Telescope entre otros. Y podemos estar seguros que desde el momento en que habrán los ojos tendrán objetivos inmediatos a los que fijar su mirada. Quizás las transcendentales noticias que todos esperamos escuchar llegarán más pronto de lo que imaginamos.
Posición de LHS 1140b en el firmamento terrestre.
Un viaje simulado hasta LHS 1140b.
Los observatorios MEarth, en Mount Hopkins, Arizona, y Cerro Tololo, Chile. Una combinación de telescopios de 40 centímetros de abertura y dotados de cámaras CDD sensibles a la luz visible e infrarrojos. Cada noche, como vemos aquí, realizan un extraordinario baile autónomo en busca de variaciones en la luminosidad de las estrellas observadas, y que puedan delatar la presencia de un planeta.
Un nuevo exoplaneta recién descubierto podría ser el mejor candidato para la búsqueda de señales de vida
"Es el más interesante que he visto en la última década", afirmaa Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (Cambridge, EE.UU.). "Es el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra". Un optimismo desbordante rodea al último de los exoplanetas descubiertos, uno más de los miles ya conocidos y una más de las no pocas supertierras (planetas rocosos mayores que el nuestro) localizadas en otras estrellas. Pero esta parece especial por varios motivos, hasta el punto de que se ve propulsado hasta el primero puesto en la selecta lista de mundos donde podrían existir condiciones adecuadas para la vida. Siempre hablando de posibilidades, pero en este caso parecen ser las más elevadas de cuantas conocemos.
Descubierto por el observatorio MEarth, y posteriormente confirmado por el instrumento HARPS (High Accuracy Radial velocity Planet Searcher) del Observatorio La Silla, que delimitó su periodo, masa y la densidad, se estima que LHS 1140b tiene 1,4 veces la Tierra, pero con una masa unas siete veces mayor, lo que implica una densidad mucho más alta, quizás con un gran núcleo de hierro. Y más importante, está situado en plena zona habitable de su estrella, una pequeña enana roja.
Esto por si solo será intrigante, pero no es el primer exoplaneta que cumple este tipo de condiciones. Pero esta estrella, LHS 1140 gira más lentamente y emite menos radiación de alta energía. A diferencia de muchas otras enanas rojas, que parecen sufrir episodios de violenta actividad que ponen el jaque las opciones de habitabilidad de sus mundos rocoso, en este caso parece que tenemos un astro mucho más tranquilo. Y nada es más favorable para la vida que un ambiente estable. Es su falta lo que limita las opciones en otros casos, y su presencia en este caso lo que las aumenta. Nuevamente siempre hablando de posibilidades, porque también tiene elementos en contra, como que probablemente no entró en esta región hasta unos 40 millones de años después de la formación de la estrella. Una travesía que podría haber sellado su destino vital.
Pero a pesar de ello tiene suficientes puntos a favor para ponerse en cabeza de la lista de futuras observaciones para estudiar y analizar la composición química de se atmósfera, en caso de tenerla . Dos de los miembros europeos del equipo responsable de este hallazgo, Xavier Delfosse y Xavier Bonfils, ambos del CNRS y el IPAG, en Grenoble (Francia), no pueden ser más rotundos en este punto: "Para la futura caracterización de planetas en la zona habitable, el sistema LHS 1140 podría ser un objetivo aún más importante que Proxima b o TRAPPIST-1. ¡Este ha sido un año extraordinario para el descubrimiento de exoplanetas!".
A partir de 2018 empieza, con el lanzamiento del James Webb, una nueva era en la observación del Universo y la búsqueda de otros mundos como el nuestro, a la que se irán sumando colosos como el Extremely Large Telescope entre otros. Y podemos estar seguros que desde el momento en que habrán los ojos tendrán objetivos inmediatos a los que fijar su mirada. Quizás las transcendentales noticias que todos esperamos escuchar llegarán más pronto de lo que imaginamos.
Posición de LHS 1140b en el firmamento terrestre.
Los observatorios MEarth, en Mount Hopkins, Arizona, y Cerro Tololo, Chile. Una combinación de telescopios de 40 centímetros de abertura y dotados de cámaras CDD sensibles a la luz visible e infrarrojos. Cada noche, como vemos aquí, realizan un extraordinario baile autónomo en busca de variaciones en la luminosidad de las estrellas observadas, y que puedan delatar la presencia de un planeta.
Un nuevo exoplaneta recién descubierto podría ser el mejor candidato para la búsqueda de señales de vida
lunes, abril 24, 2017
Crónicas de una despedida (10): Hasta siempre, luna naranja
Cassini completa el último sobrevuelo de Titán y se dirige ya a sus órbitas finales alrededor de Saturno.
Y ya estamos en el "Gran Finale", los últimos meses de actividad antes de su inevitable destrucción, programada para el próximo 15 de Septiembre. Su órbita ya estaba ajustada, pero faltaba un último empujón gravitatorio para empujar su punto de máxima aproximación hasta el espacio que se extiende entre los anillos y la atmósfera. Y eso es lo que ocurrió esta pasado 22 de Abril, cuando en un último y definitivo paso por la mayor de sus lunas, de la que pasó a algo menos de 1000 Kilómetros. Titán, la luna de los misterios, un mundo que sería considerado en planeta de orbitar alrededor del Sol, que tiene una atmósfera mas densa que la terrestre y es el único cuerpo celeste conocido, además de la Tierra, con ríos y mares en la superficie, es ya historia. A futuros exploradores les tocará coger el testigo.
Pero Cassini no desaprovechó la ocasión de estudiar a fondo, una vez más y por última vez, este mundo singular que tantas sorpresas esconde. Sus ondas de radar se dirigieron nuevamente hacia sus grandes mares, incluía la zona donde anteriormente hizo acto de presencia la llamada "Isla mágica", y cuya naturaleza, de la que se han elaborado todo tipo de hipótesis, como que sean grandes burbujas de gas emergiendo desde las profundidades, sigue siendo un misterio por resolver. Fue la última oportunidad de encontrar la respuesta, y el estudio de los datos recibidos deberán revelar si dicha respuesta se esconde entre ellos.
Su atención también se centró en los lagos más pequeños, hasta ahora a la sombra de sus hermanos mayores, y de los cuales se espera obtener información sobre su composición y profundidad. Es la primera vez (y por tanto la última) que se estudian. Más vale tarde que nunca, como dice el refrán.
El resto de los instrumentos también trabajaron intensamente. El Ion and Neutral Mass Spectrometer (INMS) tomó las últimas muestras de Iones y partículas neutras, el Magnetometer (MAG) exploró el sector norte de la cola magnética de Titán (No produce un campo magnético propio detectable, pero tiene una estructura de cola resultante de la interacción de su ionosfera con el gas atrapado en la magnetosfera de Saturno) y el Imaging Science Subsystem (ISS) adquirió los últimos mosaicos a escala global y regional, incluyendo la intrigante región conocida como Hotei Regio. Los resultados se irán conociendo con el tiempo, y con los que los científicos planetarios deberán "jugar" los próximos años, quizás décadas, ya que no habrán de nuevos durante mucho, mucho tiempo.
Titán es historia y Cassini afronta ya el principio del fin. Las últimas páginas de esta maravillosa aventura se están ya escribiendo, y cuando así ocurra con la última de ellas, en el momento mismo en que se haga el silencio y este libro se cierre para siempre, llegará la gran pregunta "¿Y para cuando una continuación?". Dicen que las segundas partes (casi) nunca son buenas, pero podemos estar seguros de que no sería este el caso. Sabiendo lo que ya sabemos, donde y que buscar, tarde o temprano llegará la hora de regresar y ampliar el camino que hemos abierto en estos 13 años de maravillas.
Las primeras imágenes recibidas. Vendrán muchas más. Son el último tesoro que nos llegará de Titán.
El sobrevuelo 126 de Titán lanzó a Cassini hacia la fase final de su misión, 22 órbitas (en azul) que terminarán con su destrucción final en la atmósfera.
Comienza el último viaje.
Titan Flyby T-126: Final Close Encounter, Gateway to the Grand Finale
Y ya estamos en el "Gran Finale", los últimos meses de actividad antes de su inevitable destrucción, programada para el próximo 15 de Septiembre. Su órbita ya estaba ajustada, pero faltaba un último empujón gravitatorio para empujar su punto de máxima aproximación hasta el espacio que se extiende entre los anillos y la atmósfera. Y eso es lo que ocurrió esta pasado 22 de Abril, cuando en un último y definitivo paso por la mayor de sus lunas, de la que pasó a algo menos de 1000 Kilómetros. Titán, la luna de los misterios, un mundo que sería considerado en planeta de orbitar alrededor del Sol, que tiene una atmósfera mas densa que la terrestre y es el único cuerpo celeste conocido, además de la Tierra, con ríos y mares en la superficie, es ya historia. A futuros exploradores les tocará coger el testigo.
Pero Cassini no desaprovechó la ocasión de estudiar a fondo, una vez más y por última vez, este mundo singular que tantas sorpresas esconde. Sus ondas de radar se dirigieron nuevamente hacia sus grandes mares, incluía la zona donde anteriormente hizo acto de presencia la llamada "Isla mágica", y cuya naturaleza, de la que se han elaborado todo tipo de hipótesis, como que sean grandes burbujas de gas emergiendo desde las profundidades, sigue siendo un misterio por resolver. Fue la última oportunidad de encontrar la respuesta, y el estudio de los datos recibidos deberán revelar si dicha respuesta se esconde entre ellos.
Su atención también se centró en los lagos más pequeños, hasta ahora a la sombra de sus hermanos mayores, y de los cuales se espera obtener información sobre su composición y profundidad. Es la primera vez (y por tanto la última) que se estudian. Más vale tarde que nunca, como dice el refrán.
El resto de los instrumentos también trabajaron intensamente. El Ion and Neutral Mass Spectrometer (INMS) tomó las últimas muestras de Iones y partículas neutras, el Magnetometer (MAG) exploró el sector norte de la cola magnética de Titán (No produce un campo magnético propio detectable, pero tiene una estructura de cola resultante de la interacción de su ionosfera con el gas atrapado en la magnetosfera de Saturno) y el Imaging Science Subsystem (ISS) adquirió los últimos mosaicos a escala global y regional, incluyendo la intrigante región conocida como Hotei Regio. Los resultados se irán conociendo con el tiempo, y con los que los científicos planetarios deberán "jugar" los próximos años, quizás décadas, ya que no habrán de nuevos durante mucho, mucho tiempo.
Titán es historia y Cassini afronta ya el principio del fin. Las últimas páginas de esta maravillosa aventura se están ya escribiendo, y cuando así ocurra con la última de ellas, en el momento mismo en que se haga el silencio y este libro se cierre para siempre, llegará la gran pregunta "¿Y para cuando una continuación?". Dicen que las segundas partes (casi) nunca son buenas, pero podemos estar seguros de que no sería este el caso. Sabiendo lo que ya sabemos, donde y que buscar, tarde o temprano llegará la hora de regresar y ampliar el camino que hemos abierto en estos 13 años de maravillas.
Las primeras imágenes recibidas. Vendrán muchas más. Son el último tesoro que nos llegará de Titán.
El sobrevuelo 126 de Titán lanzó a Cassini hacia la fase final de su misión, 22 órbitas (en azul) que terminarán con su destrucción final en la atmósfera.
Comienza el último viaje.
Titan Flyby T-126: Final Close Encounter, Gateway to the Grand Finale
domingo, abril 23, 2017
Post Vintage (226): Entre luces y sacudidas
El duro y agotador viaje de regreso a La Tierra a bordo de una Soyuz.
Es, junto con el lanzamiento, la fase más crítica de cualquier vuelo tripulado, y en muchos aspectos la peor y más agotadora de ellas, ya que mientras que entre el despegue y la entrada en órbita solo pasan unos minutos, el regreso implica un auténtico "tour de force" de varias horas, tanto para el vehículo, que debe soportar temperaturas por encima de los 2.000 Cº que se generan en buena parte por las ondas de presión atmosférica que se crean durante la propia reentrada, como para los tripulantes, que están sometidos a fuerzas de 4g, incluso hasta 9g en caso de un descenso más vertical. Pero la parte más dura llega cuando más cerca se está ya de tocar tierra.
"Al final de la reentrada en la atmósfera empiezas a escuchar el ruido del viento y estás casi rompiendo la barrera del sonido", explica el astronauta de la ESA Frank De Winne. "Y es sobre los 10 kilómetros que el paracaídas se tiene que abrir", añade. "Es un momento crítico y es uno de los pocos momentos en que los tripulantes no tenemos que hacer nada, es un sistema casi automático. (...) Es también un momento muy violento. Puedes imaginar esta cápsula de 2.000 kilos que está llegando a la velocidad del sonido a través de la atmósfera, y de pronto tienes un paracaídas que se abre en un lado y que tira de ti con una pequeña cuerda. Es casi como un yoyó. Ves la cápsula yendo para todos los lados, es mucho peor que una montaña rusa porque se mueve en todas las direcciones".
A pesar de todo ello, del largo camino de regreso en una posición realmente incomoda, soportando sacudidas de tal intensidad que serían suficiente para que cualquier persona no entrenada para este tipo de situaciones entrara en pánico (sin contar algún hueso roto), la Soyuz sigue siendo la personificación de la seguridad, como atestiguan todas las tripulaciones de la ISS que siguen viajando y volviendo de ella sin afrontar apenas problemas dignos de mención.
La experiencia de la reentrada en la atmósfera dentro de un Soyuz. Hay que estar física y mentalmente preparado para algo así.
Despedida de la ISS, reentrada atmosférica y aterrizaje.
La reentrada atmosférica desde un transbordador espacial, más cómodo pero no menos exigente.
Lo que ven los astronautas en su reentrada a la Tierra
Es, junto con el lanzamiento, la fase más crítica de cualquier vuelo tripulado, y en muchos aspectos la peor y más agotadora de ellas, ya que mientras que entre el despegue y la entrada en órbita solo pasan unos minutos, el regreso implica un auténtico "tour de force" de varias horas, tanto para el vehículo, que debe soportar temperaturas por encima de los 2.000 Cº que se generan en buena parte por las ondas de presión atmosférica que se crean durante la propia reentrada, como para los tripulantes, que están sometidos a fuerzas de 4g, incluso hasta 9g en caso de un descenso más vertical. Pero la parte más dura llega cuando más cerca se está ya de tocar tierra.
"Al final de la reentrada en la atmósfera empiezas a escuchar el ruido del viento y estás casi rompiendo la barrera del sonido", explica el astronauta de la ESA Frank De Winne. "Y es sobre los 10 kilómetros que el paracaídas se tiene que abrir", añade. "Es un momento crítico y es uno de los pocos momentos en que los tripulantes no tenemos que hacer nada, es un sistema casi automático. (...) Es también un momento muy violento. Puedes imaginar esta cápsula de 2.000 kilos que está llegando a la velocidad del sonido a través de la atmósfera, y de pronto tienes un paracaídas que se abre en un lado y que tira de ti con una pequeña cuerda. Es casi como un yoyó. Ves la cápsula yendo para todos los lados, es mucho peor que una montaña rusa porque se mueve en todas las direcciones".
A pesar de todo ello, del largo camino de regreso en una posición realmente incomoda, soportando sacudidas de tal intensidad que serían suficiente para que cualquier persona no entrenada para este tipo de situaciones entrara en pánico (sin contar algún hueso roto), la Soyuz sigue siendo la personificación de la seguridad, como atestiguan todas las tripulaciones de la ISS que siguen viajando y volviendo de ella sin afrontar apenas problemas dignos de mención.
La experiencia de la reentrada en la atmósfera dentro de un Soyuz. Hay que estar física y mentalmente preparado para algo así.
Lo que ven los astronautas en su reentrada a la Tierra
sábado, abril 22, 2017
Crónicas de una despedida (9): Adiós, pequeño hogar
Una última mirada a La Tierra desde Saturno.
Allí lejos, en la distancia, un tenue punto de luz azulado asoma en ocasiones entre el resplandor del lejano Sol. Es nuestro lejano mundo, el lugar de nacimiento de una sonda ahora al final de su vida. Y en ocasiones, con un aire nostálgico, no puede evitar mirar de nuevo hacia sus orígenes, hacia el lugar de donde partió y al que nunca podrá volver. No es sencillo lograrlo, pero cuando surge la oportunidad y la aprovecha, no podemos sino tener sentimientos encontrados, entre lo maravilloso de vernos desde la lejos y la cura de humildad de capar la inmensidad que nos rodea y lo poco que somos en comparación.
El 12 de Abril la sonda Cassini logró de nuevo estar en la posición adecuada para captar a la Tierra, en ese momento, vista desde Saturno, en su punto de máxima separación del Sol, equivalente a Venus en nuestro atardecer, cuando es conocida como "estrella vespertina". Nuestro pequeño planeta se encontraba al otro lado de los anillos desde el punto de vista de Cassini, y lo vemos (nos vemos) navegado a través del A, seguido por los huecos de Keeler y de Encke, y finalmente el F. La escena es maravillosa a todas luces.
Y con un halo de tristeza, ya que con toda posibilidad esta el la última vez. Con Cassini ya dirigiéndose hacia su etapa final, sumergiéndose en el vacío que existe entre los anillos y el planeta, en lo que se espera que sea una cierre espectacular a su misión, difícilmente tendrá otra oportunidad para ello. Es por tanto una imagen de despedida, su último adiós al pequeño planeta que la vio nacer. Otra página que se cierra en lo que promete ser una etapa final llena de emociones. Y ver a nuestro pequeño mundo en la distancia, como un punto de luz rodeado de los anillos de Saturno, es la personificación misma de todos estos sentimientos.
Ampliando lo suficiente la imagen es posible distinguir tenuemente nuestra Luna, mucho más oscura que nuestro planeta. En ese momento era el Océano Atlántico meridional el que estaba mirado hacia Saturno.
Una última mirada hacia la Tierra.
Earth Between the Rings of Saturn
Allí lejos, en la distancia, un tenue punto de luz azulado asoma en ocasiones entre el resplandor del lejano Sol. Es nuestro lejano mundo, el lugar de nacimiento de una sonda ahora al final de su vida. Y en ocasiones, con un aire nostálgico, no puede evitar mirar de nuevo hacia sus orígenes, hacia el lugar de donde partió y al que nunca podrá volver. No es sencillo lograrlo, pero cuando surge la oportunidad y la aprovecha, no podemos sino tener sentimientos encontrados, entre lo maravilloso de vernos desde la lejos y la cura de humildad de capar la inmensidad que nos rodea y lo poco que somos en comparación.
El 12 de Abril la sonda Cassini logró de nuevo estar en la posición adecuada para captar a la Tierra, en ese momento, vista desde Saturno, en su punto de máxima separación del Sol, equivalente a Venus en nuestro atardecer, cuando es conocida como "estrella vespertina". Nuestro pequeño planeta se encontraba al otro lado de los anillos desde el punto de vista de Cassini, y lo vemos (nos vemos) navegado a través del A, seguido por los huecos de Keeler y de Encke, y finalmente el F. La escena es maravillosa a todas luces.
Y con un halo de tristeza, ya que con toda posibilidad esta el la última vez. Con Cassini ya dirigiéndose hacia su etapa final, sumergiéndose en el vacío que existe entre los anillos y el planeta, en lo que se espera que sea una cierre espectacular a su misión, difícilmente tendrá otra oportunidad para ello. Es por tanto una imagen de despedida, su último adiós al pequeño planeta que la vio nacer. Otra página que se cierra en lo que promete ser una etapa final llena de emociones. Y ver a nuestro pequeño mundo en la distancia, como un punto de luz rodeado de los anillos de Saturno, es la personificación misma de todos estos sentimientos.
Ampliando lo suficiente la imagen es posible distinguir tenuemente nuestra Luna, mucho más oscura que nuestro planeta. En ese momento era el Océano Atlántico meridional el que estaba mirado hacia Saturno.
Earth Between the Rings of Saturn
viernes, abril 21, 2017
Navegando hacia nuevos horizontes
Opportunity abandona Cape Tribulation.
No deja de ser una circunstancia del mismo viaje, que ahora mismo tiene como meta final el cada vez más cercano Perseverance Valley, que se cree fue tallado por el fluir del agua en tiempos pasados, pero no deja de tener una notable carga simbólica, ya que representa dejar atrás la que durante los últimos 2 años y medio fue su pequeño hogar. Cada vez que alcanza un nuevo lugar, siempre existe la posibilidad que sea el último, allí donde encontrará finalmente el descanso definitivo. Pero sigue superando, y una tras otra todas quedan atrás.
Cape Tribulation, una de las secciones del borde exterior que delimitan el cráter Endeavour, ha sido el último hogar de Opportunity desde hace 30 meses, cuando lo alcanzó una vez explorados Cape York, Solander Point y Murray Ridge. Mucho mayor en extensión que sus predecesores, en esta especie de isla solitaria de 5 Kilómetros de longitud vivió momentos más que notables de una epopeya que está lleno de ellos. Aquí superó la simbólica distancia de una Marathon, escaló hasta la cima para obtener las mejores panorámicas de toda su misión, reunió grandes cantidades de datos científicos de Marathon Valley y sus afloramientos minerales con presencia de arcillas, que se cree fruto de la acción del agua.
Y haciendo honor al nombre de la región el equipo de Opportunity tuvo que enfrentarse con los problemas irresolubles de su memoria Flash, que le permitía guardar la información reunida diariamente aunque el vehículo se desconectara al llegar la noche sin que esta se perdiera, y aprender a vivir sin ella. Desde entonces el rover transmite toda los datos posibles antes de ponerse a dormir, aunque eso implica hacer una selección para dar preferencia a los más importante y aceptar la pérdida de los que no lo son tanto.
Todo eso ya es historia, y también Cape Tribulation, ya que a principios de Abril alcanzó la frontera, el punto donde sus laderas se unen con la llanura que lo rodea. Opportunity se hace de nuevo a la mar, utilizando un símil náutico, y ya navega hacia el que ahora su siguiente gran sueño."Desde el punto de partida de Cape Tribulation, nos dirigiremos a la cabecera de Perseverance Valley, luego giraremos a la izquierda y bajaremos por todo el valle, si podemos. Es lo que harías si fueras un astronauta llegando a un rasgo como este: se empieza por la parte superior, mirando el material de origen. Luego continúas por el valle, mirando los depósitos a lo largo del camino y en el fondo", resume Ray Arvidson, del equipo científico. Así, observando la disposición de los diversos estratos rocosos, rocas y grava, se podría tener una imagen clara de como se formó y durante cuanto tiempo el agua corrió el este pequeño valle.
Todo esto aún está por llegar, y de lo que se hablará en su momento. Ahora toca despedirnos de Cape Tribulation, durante tanto tiempo el escenario de los sueños de Opportunity, y de todos aquellos que los compartimos desde hace ya tantos años. Podría haber sido un digno lugar de reposo final, pero afortunadamente el tiempo aún parece quedar lejos. Quizás llegará en Perseverance. O quizás no. Es lo que tienen los sueños, frágiles, fugaces, pero al mismo tiempo eternos.
Una última mirada a Cape Tribulatión, en la zona conocida como Rocheport.
Una vista general de la zona donde se encuentra Opportunity. Una vez abandonado Cape Tribulation, el objetivo es Cape Byron, donde se encuentra Perseverance Valley.
Los últimos desplazamientos, con el rover ya abandonado su "isla" y adentrándose en la llanura, el "mar" que la rodea.
Y que el viaje continúe.
NASA's Mars Rover Opportunity Leaves 'Tribulation'
No deja de ser una circunstancia del mismo viaje, que ahora mismo tiene como meta final el cada vez más cercano Perseverance Valley, que se cree fue tallado por el fluir del agua en tiempos pasados, pero no deja de tener una notable carga simbólica, ya que representa dejar atrás la que durante los últimos 2 años y medio fue su pequeño hogar. Cada vez que alcanza un nuevo lugar, siempre existe la posibilidad que sea el último, allí donde encontrará finalmente el descanso definitivo. Pero sigue superando, y una tras otra todas quedan atrás.
Cape Tribulation, una de las secciones del borde exterior que delimitan el cráter Endeavour, ha sido el último hogar de Opportunity desde hace 30 meses, cuando lo alcanzó una vez explorados Cape York, Solander Point y Murray Ridge. Mucho mayor en extensión que sus predecesores, en esta especie de isla solitaria de 5 Kilómetros de longitud vivió momentos más que notables de una epopeya que está lleno de ellos. Aquí superó la simbólica distancia de una Marathon, escaló hasta la cima para obtener las mejores panorámicas de toda su misión, reunió grandes cantidades de datos científicos de Marathon Valley y sus afloramientos minerales con presencia de arcillas, que se cree fruto de la acción del agua.
Y haciendo honor al nombre de la región el equipo de Opportunity tuvo que enfrentarse con los problemas irresolubles de su memoria Flash, que le permitía guardar la información reunida diariamente aunque el vehículo se desconectara al llegar la noche sin que esta se perdiera, y aprender a vivir sin ella. Desde entonces el rover transmite toda los datos posibles antes de ponerse a dormir, aunque eso implica hacer una selección para dar preferencia a los más importante y aceptar la pérdida de los que no lo son tanto.
Todo eso ya es historia, y también Cape Tribulation, ya que a principios de Abril alcanzó la frontera, el punto donde sus laderas se unen con la llanura que lo rodea. Opportunity se hace de nuevo a la mar, utilizando un símil náutico, y ya navega hacia el que ahora su siguiente gran sueño."Desde el punto de partida de Cape Tribulation, nos dirigiremos a la cabecera de Perseverance Valley, luego giraremos a la izquierda y bajaremos por todo el valle, si podemos. Es lo que harías si fueras un astronauta llegando a un rasgo como este: se empieza por la parte superior, mirando el material de origen. Luego continúas por el valle, mirando los depósitos a lo largo del camino y en el fondo", resume Ray Arvidson, del equipo científico. Así, observando la disposición de los diversos estratos rocosos, rocas y grava, se podría tener una imagen clara de como se formó y durante cuanto tiempo el agua corrió el este pequeño valle.
Todo esto aún está por llegar, y de lo que se hablará en su momento. Ahora toca despedirnos de Cape Tribulation, durante tanto tiempo el escenario de los sueños de Opportunity, y de todos aquellos que los compartimos desde hace ya tantos años. Podría haber sido un digno lugar de reposo final, pero afortunadamente el tiempo aún parece quedar lejos. Quizás llegará en Perseverance. O quizás no. Es lo que tienen los sueños, frágiles, fugaces, pero al mismo tiempo eternos.
Una última mirada a Cape Tribulatión, en la zona conocida como Rocheport.
Una vista general de la zona donde se encuentra Opportunity. Una vez abandonado Cape Tribulation, el objetivo es Cape Byron, donde se encuentra Perseverance Valley.
Los últimos desplazamientos, con el rover ya abandonado su "isla" y adentrándose en la llanura, el "mar" que la rodea.
Y que el viaje continúe.
NASA's Mars Rover Opportunity Leaves 'Tribulation'
jueves, abril 20, 2017
Los ecos del visitante
2014 JO25 completa su paso cercano con La Tierra.
Tal como estaba anunciado, a las 14:24 UTC de este pasado 19 de Abril, uno de los mayores asteroides que han visitado en los últimos años, pasó a solo 1.8 millones de Kilómetros de nuestro planeta, una distancia segura aunque pequeña a escala cósmica. Así lo indicaba sus parámetros orbitales, y así ocurrió. Y con ello se presentó a la comunidad astronómica mundial una oportunidad magnífica para conocerlo mejor, dado que su descubrimiento ocurrió apenas hace 3 años y eran muchas las lagunas que teníamos sobre el.
Ante la llegada de estos pequeños visitantes ningún instrumento es más útil para estudiarlos que envío de ondas de radar, cuyo eco es recogido posteriormente y a partir del cual se puede generar una imagen, revelando con ello facetas como tamaño, las características superficiales, sus formaciones geológicas o el periodo de rotación. Nada de ello es posible son los telescopios ópticos, que difícilmente pueden entrever, y más en este caso, poco más que un punto de luz. Como es fácil suponer el paso de 2014 JO25 no fue una excepción. Diversos radiotelescopios, como el de Arecibo, lo siguieron atentamente. Y los resultados han ofrecido una pequeña sorpresa.
Y es que estamos ante un asteroide cuya estructura es el de una binaria en contacto, es decir dos lóbulos con un "puente" que los conecta. Su aspecto recuerda al del ya famoso cometa Churyumov–Gerasimenko, explorado en su momento por la ya desaparecida sonda Rosetta. Las imágenes creadas con la antena de 70 metros de Goldstone, uno de los 3 centros de seguimiento de la Deep Space Network (DSN) de la NASA, y que tienen una resolución de 7.5 metros por píxel, permite discernir incluso detalles superficiales, como zonas planas, concavidades y elevaciones montañosos. Una periodo de rotación de 5 horas y un tamaño que, en el caso del mayor de los dos lóbulos, llega a los 620 metros de diámetro.
Nada mal para ser roca (o dos) de menos de 1 Kilómetro de diámetro situada mucho más allá de La Luna, casi a dos millones de Kilómetros en su momento de mínima distancia. Una demostración de la extraordinaria capacidad de esta técnica, clave en el terreno del estudio de los asteroides. Solo una sonda llegando directamente podría superar estos resultados, pero a falta de ella es un remplazo más que efectiva.
2014 JO25 ya es historia, y no se aproximará tanto a nosotros de nuevo hasta dentro de unos 500 años. Pero objetivos nunca faltarán, ya que vivimos rodeados de invisibles compañeros de viaje. Estudiarlos en profundidad es tanto una puerta abierta a tiempos pasados, como restos de la formación del Sistema Solar que son, como una necesaria precaución, ya que el riesgo de impacto siempre está ahí. Y tenerlos catalogados y con sus órbitas definidas con claridad es un primer paso para afrontarlo.
30 imágenes de 2014 JO25 generadas a partir del eco generado por las ondas de radar que la antena de 70 metros de Goldstone emitió hacia el. Ningún telescopio óptico podrá llegar a tanto.
La antena de 70 metros de Goldstone. Aunque habitualmente centrada en la comunicación con sondas en el espacio profundo, también ejerce otras funciones, como el estudio de asteroides que pasen cerca de la Tierra.
A pesar de ser tan tenue, algunos astrónomos aficionados fueron capaces de captar, con paciencia y buenos telescopios, este visitante cruzando la Bóveda Celeste.
Así es el asteroide 2014 JO25, el mayor cerca de la Tierra desde 2004
Asteroid 2014JO25
Tal como estaba anunciado, a las 14:24 UTC de este pasado 19 de Abril, uno de los mayores asteroides que han visitado en los últimos años, pasó a solo 1.8 millones de Kilómetros de nuestro planeta, una distancia segura aunque pequeña a escala cósmica. Así lo indicaba sus parámetros orbitales, y así ocurrió. Y con ello se presentó a la comunidad astronómica mundial una oportunidad magnífica para conocerlo mejor, dado que su descubrimiento ocurrió apenas hace 3 años y eran muchas las lagunas que teníamos sobre el.
Ante la llegada de estos pequeños visitantes ningún instrumento es más útil para estudiarlos que envío de ondas de radar, cuyo eco es recogido posteriormente y a partir del cual se puede generar una imagen, revelando con ello facetas como tamaño, las características superficiales, sus formaciones geológicas o el periodo de rotación. Nada de ello es posible son los telescopios ópticos, que difícilmente pueden entrever, y más en este caso, poco más que un punto de luz. Como es fácil suponer el paso de 2014 JO25 no fue una excepción. Diversos radiotelescopios, como el de Arecibo, lo siguieron atentamente. Y los resultados han ofrecido una pequeña sorpresa.
Y es que estamos ante un asteroide cuya estructura es el de una binaria en contacto, es decir dos lóbulos con un "puente" que los conecta. Su aspecto recuerda al del ya famoso cometa Churyumov–Gerasimenko, explorado en su momento por la ya desaparecida sonda Rosetta. Las imágenes creadas con la antena de 70 metros de Goldstone, uno de los 3 centros de seguimiento de la Deep Space Network (DSN) de la NASA, y que tienen una resolución de 7.5 metros por píxel, permite discernir incluso detalles superficiales, como zonas planas, concavidades y elevaciones montañosos. Una periodo de rotación de 5 horas y un tamaño que, en el caso del mayor de los dos lóbulos, llega a los 620 metros de diámetro.
Nada mal para ser roca (o dos) de menos de 1 Kilómetro de diámetro situada mucho más allá de La Luna, casi a dos millones de Kilómetros en su momento de mínima distancia. Una demostración de la extraordinaria capacidad de esta técnica, clave en el terreno del estudio de los asteroides. Solo una sonda llegando directamente podría superar estos resultados, pero a falta de ella es un remplazo más que efectiva.
2014 JO25 ya es historia, y no se aproximará tanto a nosotros de nuevo hasta dentro de unos 500 años. Pero objetivos nunca faltarán, ya que vivimos rodeados de invisibles compañeros de viaje. Estudiarlos en profundidad es tanto una puerta abierta a tiempos pasados, como restos de la formación del Sistema Solar que son, como una necesaria precaución, ya que el riesgo de impacto siempre está ahí. Y tenerlos catalogados y con sus órbitas definidas con claridad es un primer paso para afrontarlo.
30 imágenes de 2014 JO25 generadas a partir del eco generado por las ondas de radar que la antena de 70 metros de Goldstone emitió hacia el. Ningún telescopio óptico podrá llegar a tanto.
La antena de 70 metros de Goldstone. Aunque habitualmente centrada en la comunicación con sondas en el espacio profundo, también ejerce otras funciones, como el estudio de asteroides que pasen cerca de la Tierra.
A pesar de ser tan tenue, algunos astrónomos aficionados fueron capaces de captar, con paciencia y buenos telescopios, este visitante cruzando la Bóveda Celeste.
Así es el asteroide 2014 JO25, el mayor cerca de la Tierra desde 2004
Asteroid 2014JO25
miércoles, abril 19, 2017
Cuando mueren los héroes
Así será los últimos desafíos de Cassini antes de su destrucción.
El "Gran Finale" ya está aquí, y con el inminente inicio de esta última y espectacular etapa en la vida de esta sonda, llega la hora de conocer un poco mejor como serán estas órbitas finales, que peligros afrontará, como se harán frente, cuales son los objetivos científicos que se esperan alcanzar y como serán los últimos segundos antes de la destrucción.
Después de descartarse otras opciones, como enviarla hacia Urano en un viaje que habría necesitado nada menos que 30 años, o estrellarla contra una de las lunas menores de Saturno, se decidió finalmente que la mejor forma de evitar cualquier riesgo de impacto futuro contra Titán o Encélado, y la contaminación que ello podría provocar, era asegurarse que Cassini quedara reducida a cenizas una vez los bajos niveles de combustible hiciera que el final fuera inminente. La decisión definitiva ya es conocida, 22 órbitas finales, cruzando por la inexplorada región entre los anillos y el planeta. Se espera que el tesoro científico que pueda reunir sea inmenso.Como explica Linda Spilker del equipo científico del JPL, "de algún modo el final de la sonda es una misión nueva… nos adentraremos en el interior de Saturno, mediremos el campo magnético, buscaremos si existe algún tipo de dinamo magnética ¿hay o no desfase entre el eje de rotación y el eje magnético? Poco o mucho configuraremos una idea básica de lo que pasa ahí dentro".
Si logra sobrevivir, claro, ya que los riegos son evidentes. Cada órbita será ligeramente diferente, las primeras más cercas del borde del anillo, y las últimas cada vez más próximas a las capas altas de la atmósfera. Y en ambos casos es peligro es muy alto. Pero precisamente su condición de sonda a punto de concluir su vida útil hace que se permitan estos riesgos.
¿Está realmente libre de obstáculos esta región? Será la primera sonda que pase por esta zona, y aunque las observaciones previas (este viaje se lleva "cocinando" desde 2010) no han detectado nada peligroso, no podemos estar seguros. Y con la gran velocidad relativa con la que cruzará este región de 2400 Kilómetros de amplitud, cualquier partícula de cierto tamaño que se interpusiera en su camino podría representar el final, tanto por su destrucción total o porque quedara tan dañada que quedara fuera de control. "El anillo mas interior, el D, posee partes que se incorporan y desvanecen en lugares que no somos capaces de ver", explica Earl Maize jefe del proyecto. "Creemos que será seguro pero al acercarnos tanto uno debe tomar las precauciones necesarias…como parapetarse detrás de la antena"
Y así será. Como un soldado de la antigüedad o un caballero de la Edad Media avanzado hacia un enemigo que no deja de dispararle flechas y otros proyectiles, Cassini cruzará, al menos en los primeras órbitas, mucho más cercanas al borde de los anillos, de "espaldas", con su gran antena por delante, para proteger sus zonas vitales, así como los delicados instrumentos, de cualquier posible impacto con partículas de polvo. Eso será especialmente importante entre Mayo y Julio, cuando se aproxime mucho a ello. Con el escudo por delante, avanzando sin miedo.
Pero si esta parte será peligrosa, aún afrontará desafíos mayores en las últimos, ya que paulatinamente cada una de las órbitas lo aproximará un poco más a las capas altas de la atmósfera, suficiente para generar una fricción que podría desestabilizara de forma fatal. Demasiado intensa para ser compensada solo con sus ruedas de reacción, aún funcionales pero que notan ya el paso del tiempo. Será la hora de poner todo la capacidad de Cassini en acción y activar sus impulsores , que serán los encargados de estabilizar la sonda. Buena parte del poco combustible que aún le queda se dedicará a este último servicio. O mejor dicho penúltimo.
Y es que no todo terminará en el momento de adentrarse en la atmósfera. No se rendirá facilmente y durante unos segundos, quizás un minuto, luchará contra la terrible y creciente fricción, aún mayor si se tiene en cuenta que entrará en ella a 110.000 kilómetros/Hora, para mantener su antena orientada hacia la Tierra para ir transmitiendo todos los datos que le sea posible de su entorno. Y quizás incluso una imágen, una última y soñada instantánea entre las nubes de Saturno y con los anillos de fondo, que se quiere intentar aunque las posibilidades no juegan a favor. La velocidad de trasmisión unos 140kb/s, lo que implica que una imagen tarda entre 10 y 20segundos completar su envío, y teniendo en cuenta que la vida de Cassini se extinguirá quizás en menos de un minuto, quizás más quizás menos según lo que aguante la sonda, el plazo es realmente ajustado.
No deja de ser solo una fascinante posibilidad, y con los números en contra. Pero si se consigue podría ser una de las más extraordinarias de la historia de la carrera espacial.
Pero esto solo sería un premio extra a una vida extraordinaria, un último regalo de un viajero que nunca nos dejó de enviarnos regalos uno tras otro. Lo importante es que se mantendrá en activo hasta casi hasta el fin, enviando información del planeta. Una sonda como esta, que tanto logró y tanto nos dio, no podía simplemente apagarse y desaparecer sin hacer ruido. Por el contrario luchará hasta el último momento en una batalla perdida, pero dejando un legado que sobrevivirá para siempre en nuestros corazones. Y es que así mueren los héroes.
Los diversos pasos en la región entre el planeta y los anillos. Unas primeras relativamente centradas, seguidas de 7 muy cerca de los anillos, otras 5 nuevamente centradas y finalmente 5 rozando la atmósfera superior. Y la última, ya precipitándose hacia la nada.
Con la antena como escudo, adelante y sin miedo.
La soñada imagen final de Cassini, ya entre las nubes del planeta y los anillos cruzando el firmamento. Las opciones de lograrlo son bajas, pero si se consigue...
Peligros y hallazgos en el camino final de la Cassini
El "Gran Finale" ya está aquí, y con el inminente inicio de esta última y espectacular etapa en la vida de esta sonda, llega la hora de conocer un poco mejor como serán estas órbitas finales, que peligros afrontará, como se harán frente, cuales son los objetivos científicos que se esperan alcanzar y como serán los últimos segundos antes de la destrucción.
Después de descartarse otras opciones, como enviarla hacia Urano en un viaje que habría necesitado nada menos que 30 años, o estrellarla contra una de las lunas menores de Saturno, se decidió finalmente que la mejor forma de evitar cualquier riesgo de impacto futuro contra Titán o Encélado, y la contaminación que ello podría provocar, era asegurarse que Cassini quedara reducida a cenizas una vez los bajos niveles de combustible hiciera que el final fuera inminente. La decisión definitiva ya es conocida, 22 órbitas finales, cruzando por la inexplorada región entre los anillos y el planeta. Se espera que el tesoro científico que pueda reunir sea inmenso.Como explica Linda Spilker del equipo científico del JPL, "de algún modo el final de la sonda es una misión nueva… nos adentraremos en el interior de Saturno, mediremos el campo magnético, buscaremos si existe algún tipo de dinamo magnética ¿hay o no desfase entre el eje de rotación y el eje magnético? Poco o mucho configuraremos una idea básica de lo que pasa ahí dentro".
Si logra sobrevivir, claro, ya que los riegos son evidentes. Cada órbita será ligeramente diferente, las primeras más cercas del borde del anillo, y las últimas cada vez más próximas a las capas altas de la atmósfera. Y en ambos casos es peligro es muy alto. Pero precisamente su condición de sonda a punto de concluir su vida útil hace que se permitan estos riesgos.
¿Está realmente libre de obstáculos esta región? Será la primera sonda que pase por esta zona, y aunque las observaciones previas (este viaje se lleva "cocinando" desde 2010) no han detectado nada peligroso, no podemos estar seguros. Y con la gran velocidad relativa con la que cruzará este región de 2400 Kilómetros de amplitud, cualquier partícula de cierto tamaño que se interpusiera en su camino podría representar el final, tanto por su destrucción total o porque quedara tan dañada que quedara fuera de control. "El anillo mas interior, el D, posee partes que se incorporan y desvanecen en lugares que no somos capaces de ver", explica Earl Maize jefe del proyecto. "Creemos que será seguro pero al acercarnos tanto uno debe tomar las precauciones necesarias…como parapetarse detrás de la antena"
Y así será. Como un soldado de la antigüedad o un caballero de la Edad Media avanzado hacia un enemigo que no deja de dispararle flechas y otros proyectiles, Cassini cruzará, al menos en los primeras órbitas, mucho más cercanas al borde de los anillos, de "espaldas", con su gran antena por delante, para proteger sus zonas vitales, así como los delicados instrumentos, de cualquier posible impacto con partículas de polvo. Eso será especialmente importante entre Mayo y Julio, cuando se aproxime mucho a ello. Con el escudo por delante, avanzando sin miedo.
Pero si esta parte será peligrosa, aún afrontará desafíos mayores en las últimos, ya que paulatinamente cada una de las órbitas lo aproximará un poco más a las capas altas de la atmósfera, suficiente para generar una fricción que podría desestabilizara de forma fatal. Demasiado intensa para ser compensada solo con sus ruedas de reacción, aún funcionales pero que notan ya el paso del tiempo. Será la hora de poner todo la capacidad de Cassini en acción y activar sus impulsores , que serán los encargados de estabilizar la sonda. Buena parte del poco combustible que aún le queda se dedicará a este último servicio. O mejor dicho penúltimo.
Y es que no todo terminará en el momento de adentrarse en la atmósfera. No se rendirá facilmente y durante unos segundos, quizás un minuto, luchará contra la terrible y creciente fricción, aún mayor si se tiene en cuenta que entrará en ella a 110.000 kilómetros/Hora, para mantener su antena orientada hacia la Tierra para ir transmitiendo todos los datos que le sea posible de su entorno. Y quizás incluso una imágen, una última y soñada instantánea entre las nubes de Saturno y con los anillos de fondo, que se quiere intentar aunque las posibilidades no juegan a favor. La velocidad de trasmisión unos 140kb/s, lo que implica que una imagen tarda entre 10 y 20segundos completar su envío, y teniendo en cuenta que la vida de Cassini se extinguirá quizás en menos de un minuto, quizás más quizás menos según lo que aguante la sonda, el plazo es realmente ajustado.
No deja de ser solo una fascinante posibilidad, y con los números en contra. Pero si se consigue podría ser una de las más extraordinarias de la historia de la carrera espacial.
Pero esto solo sería un premio extra a una vida extraordinaria, un último regalo de un viajero que nunca nos dejó de enviarnos regalos uno tras otro. Lo importante es que se mantendrá en activo hasta casi hasta el fin, enviando información del planeta. Una sonda como esta, que tanto logró y tanto nos dio, no podía simplemente apagarse y desaparecer sin hacer ruido. Por el contrario luchará hasta el último momento en una batalla perdida, pero dejando un legado que sobrevivirá para siempre en nuestros corazones. Y es que así mueren los héroes.
Los diversos pasos en la región entre el planeta y los anillos. Unas primeras relativamente centradas, seguidas de 7 muy cerca de los anillos, otras 5 nuevamente centradas y finalmente 5 rozando la atmósfera superior. Y la última, ya precipitándose hacia la nada.
Con la antena como escudo, adelante y sin miedo.
La soñada imagen final de Cassini, ya entre las nubes del planeta y los anillos cruzando el firmamento. Las opciones de lograrlo son bajas, pero si se consigue...
Peligros y hallazgos en el camino final de la Cassini