Nos preparamos para adentrarnos en una "terra incognita". Así define uno de los integrantes de su equipo científico, Daniel Müller, la aventura de la Solar Orbiter, cuyo lanzamiento es ya inminente. Y no le falta razón, ya que la sonda tiene como una de sus objetivos principales, cuando no el central, alcanzar a estudiar los polos del Sol, terreno poco conocido. Ahora se quiere cubrir ese hueco con una misión extremadamente ambiciosa. Veamos el motivo de que sea tan importante.
Para prepararse para la llegada de tormentas solares, los científicos monitorean el campo magnético del Sol. Pero cuanto más inclinado es el ángulo de visión, más imprecisos son los datos. En especial la visión lateral que tenemos de los polo desde el plano eclíptico donde habitamos deja grandes lagunas."Son particularmente importantes para que podamos crear modelos de con mayor precisión",explica Holly Gilbert, científica del proyecto de la NASA. "Para pronosticar estos eventos, necesitamos un modelo bastante preciso del campo magnético global del Sol". Es decir, superando el "vacío" que supone observar a nuestra estrella desde la Tierra o cualquier observatorio orbital.
Estudiar los polos solares podría dar sentido a enigmas centenarios. En 1843, el astrónomo alemán Samuel Heinrich Schwabe descubrió que la cantidad de manchas solares aumenta y disminuye en un patrón repetitivo. Hoy, lo conocemos como el ciclo solar de aproximadamente 11 años en el que el Sol cambia entre el máximo solar, cuando las manchas proliferan y se muestra activo y turbulento, y el mínimo solar, cuando en general está más tranquilo. "Pero no entendemos por qué son 11 años, o por qué algunos máximos son más fuertes que otros", explica Gilbert. Observar los campos magnéticos cambiantes de los polos podría ofrecer una respuesta.
No será la primera en intentarlo, ya que la Ulysses los sobrevoló en tres ocasiones, pero nunca se acercó más que la distancia de la Tierra al Sol, y su equipo de instrumentos, solo le permitía medir el ambiente inmediatamente alrededor de sonda. La Solar Orbiter no solo pasará mucho más cerca, por dentro de la órbita de Mercurio, sino que está mucho mejor equipado. En definitiva, se espera llegar donde esta veterana y ya desaparecida sonda nunca pudo soñar hacerlo. Es un viaje hacia lo desconocido.
La Ulysses fue la primera en mirar hacia los polos del Sol, aunque a gran distancia.
New Mission Will Take 1st Peek at Sun’s Poles