viernes, abril 05, 2019

Bajo la sombra de las lunas marcianas

El fascinante espectáculo de los eclispses marcianos.

Los de la Tierra son únicos, especialmente los de Sol, ya que al tener este y la Luna tamaños (aparentes) muy parecidos producen el extraordinario efecto de ver la silueta lunar rodeada de un anillo de fuego, una de las imágenes más potentes que nos puede ofrecer la naturaleza terrestre. En comparación los que producen las lunas de Marte parece poca cosa, incapaces, aunque estén tan cerca de su planeta madre, de tapar a nuestra estrella. Pero esta sensación inicial se difumina cuando, gracias a exploradores como Spirit, Opportunity y Curiosity, tenemos la ocasión de verlos, y llegar a la conclusión de que no son ni mejores ni peores que los nuestros. Son simplemente diferentes, y eso no es malo en absoluto.

Curiosity está especialmente bien equipado para este tipo de observaciones, ya que su Mastcam está equipada con los filtros necesarios para mirar directamente al Sol sin peligro. Y por ello no son pocas las ocasiones que estuvo listo para captar los eclipses generados por Fobos y Deimos, la última de las cuales ocurrieron los días 17 de Marzo (para Deimos) y el 27 del mismo mes para la luna mayor, Fobos. Ver ambos tránsitos, que permiten obserrvar con claridad sus respectivas formas recortadas contra el mismo Sol que nos ilumina, nos recuerdan hasta que punto vivimos todos bajo una misma estrella, y que aquello que en la Tierra nos parece lo más natural, es solo fruto de las circunstancias, de un momento afortunado en el tiempo.

Hay algo más que simple deseo de maravillar a los terrestres, claro está. Nada es gratuito en la exploración espacial, y estas secuencias ayudan también a entender a estas diminutas lunas, especialmente a la hora de marcar con mayor precisión sus respectivas órbitas, no tan bien conocidas como sabemos. Por ejemplo, la primera vez que se obtuvo una imagen de Deimos desde la superficie de Marte, de la mano de Spirit,  se descubrió que estaba 40 kilómetros más lejos de lo estimado, lo que puede parece poco, pero para un cuerpo de 2.3 kilómetros de diámetro es mucho. Especialmente si se tiene en mente explorarlo algún día. Hoy día, por suerte, y gracias a estas campañas de observación, las cifras están mucho más definidas.

Pero no del todo, dada las perturbaciones que sufren, tanto de Marte como del Sol y Júpiter, y por ello siguen siendo necesarias. Afortunadamente aún tenemos muchos eclipses que ver. Y quizás, algún día, podamos verlo con nuestros propios ojos y ver como sus tenues sombras nos rodean por un fugaz momento.

La sombra de Fobos cruzando por encima de Curiosity. No se aproxima a la noche que crea un eclipse de Sol total en la Tierra, pero sin lugar a dudas tiene su propia magia. 

Curiosity Captured Two Solar Eclipses on Mars

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