lunes, julio 30, 2018

Una brújula en los cielos del Norte

Revelando la distancia y propiedades físicas de la "estrella polar".

En realidad no deja de ser un titulo temporal, en que una serie de estrellas se han sucedido de forma cíclica a lo largo de un periodo de 25.776 años, el tiempo en que tarde el eje terrestre en completar lo que se conoce como precesión de los equinoccios. En la época estimada de la construcción de las grandes pirámides de Guiza, hace unos 5 milenios, ese honor recaía en Thuban, hoy día muy lejos del polo celeste, y anteriormente lo fue Vega. También existieron grandes eras donde no existió ninguna suficientmente brillante como destacar, como durante el Imperio Romano. El Firmamento es todo menos firme y estático.

Lo que hoy llamamos "polar" (Polaris) es el nombre popular que recibe la estrella α Ursae Minoris, una de las más brillantes del cielo terrestre y ahora mismo tan cerca del polo norte celeste que parece casi inmóvil mientras todo gira a su alrededor. Y aún lo será más en el futuro, hasta 2100, momento en que la distancia se habrá reducido a su mínimo. A partir de entonces se irá alejando lentamente, pero los habitantes del hemisferio Septentrional seguiremos teniendo nuestra estrella guía, nuestra brújula, durante varios milenios más.

Para los astrónomos Polaries resulta también un cuerpo estelar muy interesante por sí mismo, no solo por ser un sistema estelar triple, sino porque la estrella principal, una supergigante amarilla 45 veces más masiva que el Sol, es lo que se conoce como una Cefeida, un tipo raro y muy valioso de estrellas variables, que presentan una relación fija entre su luminosidad intrínseca y su período de pulsación. Eso las convierte en "velas estándar" que permiten calcular de un margen de error aceptable largas distancias, incluso a escala intergaláctica. Y en el caso de Polar, es la más cercana a la Tierra que conocemos, y por ello podemos estudiar sus características de una forma imposible de lograr con las más lejanas.

A pesar de ello existía un margen amplio en cuanto a su distancia a nosotros, que se movía entre los 322 y los 520 años-luz. La cifra exacta estaba entre ambos puntos, pero no se conocía de forma exacta. Hasta que la misión Gaia llegó y nos ofreció números mucho más concretos, 447 años-luz. Y sabiendo eso astrofísicos de la Villanova University han podido determinar el radio, el brillo intrínseco, la edad y la masa de Polaris.

"La gran incertidumbre previa en la distancia era un impedimento real para fijar las propiedades de nuestra Cefeida más cercana (y más querida). La Misión Gaia midió su distancia a menos del 0,5 por ciento. Trabajar con una medición de distancia precisa abre nuevos caminos para la investigación de la estructura y evolución tanto de ella como de otras Cefeidas", explica Edward Guinan, uno de los líderes del equipo que realizó este estudio. Lo que ahora hemos aprendido de ella se podrá extrapolar a otras, y con ello lograr una precisión mucho mayor."Nuestro estudio proporciona una comprensión más clara de las estrellas variables Cefeidas como una clase", continuó Guinan."Son fundamentalmente importantes para determinar las distancias a las galaxias y la velocidad de expansión del universo. Todas, salvo unas pocas, están demasiado lejos para determinar sus propiedades físicas fundamentales con la precisión que ahora proporciona Polaris".

Ursae Minoris, Polaris, la estrella Polar. Diferentes nombre para una misma cosa, la de una brújula para los navegantes del Norte, y también para los navegantes del Universo. Y es que tanto para unos como para otros, representa una guía entre las tinieblas.

La estrella Polar, en realidad un sistema estelar triple

La actual estrella polar es fruto del movimiento del eje terrestre en un ciclo de 25.776 años. Vega, Deneb o Thuban también lo han sido en el pasado y lo serán de nuevo en el futuro.
  
Revelada distancia y propiedades físicas de la Estrella Polar

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