El tercer planeta en tamaño del Sistema Solar es extraño. En realidad muy extraño en muchos aspectos, tan espectacular en sus diferencias que parece gritar a viva voz que algo terrible le pasó en el pasado. Su eje de rotación esta inclinado 98 grados, y para hacernos una idea de lo que eso significa, es como si sus anillos fueran una rueda que se desplaza sobre el plano de la eclíptica. A eso se le suma que no emite más calor del que recibe del Sol, como si hacen sus hermanos gigantes. Como resultado Neptuno, pese a estar mucho más lejos, presenta temperaturas parecidas o superiores. Y para terminar su campo magnético esta completamente descentrado, lo que hace que la propia rotación del planeta lo deforme como nunca hemos visto en ningún otro lugar. En definitiva, un planeta misterioso que deberíamos visitar de nuevo algún día.
La pregunta inevitable es "que" lo convirtió Urano en lo que es hoy día. Ya hace tiempo que la idea de un impacto colosal que literalmente lo ladeó por completo está presente en en mundo de las hipótesis, pero ahora el trabajo realizado astrónomos de la Universidad de Durham (Reino Unido) han definido esa opción, marcando los parámetros que habrían sido necesarios para llevar la evolución del planeta hasta su punto actual. De ellos surge un escenario que parece capaz explicar cada una de sus particularidades.
Este presenta un colosal protoplaneta de hielo y roca, varias veces mayor que la Tierra, precipitándose hacia el naciente Urano. El impacto provocó que el eje se inclinara hasta los 98º grados actuales, inyectara una capa de desechos cerca del borde de la capa de hielo del planeta, bloqueando el flujo de calor desde su núcleo a su atmósfera exterior, explicando así las bajísimas temperaturas que se registran en ellas (-216 Cº), y generando un caos interno que daría lugar a su extraño campo magnético.
Tal como explica el autor principal Jacob Kegerreis,"Urano gira de costado, con su eje apuntando casi en ángulo recto con los de todos los otros planetas del sistema solar. Esto fue casi seguramente causado por un impacto gigante, pero nosotros sabemos muy poco acerca de cómo sucedió esto realmente y cómo afectó al planeta. Ejecutamos más de 50 escenarios de impacto diferentes para ver si podíamos recrear las condiciones que dieron forma a la evolución del planeta. Nuestros hallazgos confirman que el resultado más probable fue que el joven Urano estuvo involucrado en una colisión catastrófica con un objeto con el doble de masa de la Tierra, si no más grande. Golpeándolo hacia un lado y poniendo en proceso los eventos que ayudaron a crear el planeta vemos hoy".
Este escenario también muestra que el planeta habría sido capaz de retener buena parte de su atmósfera, y que los restos de la colisión habría dando forma a su actual sistema de lunas y anillos. Es así como ocurrió? Todo esto no deja de ser una simulación que encaja con todos las extrañas características de Urano, aunque no necesariamente implica que fuera así realmente como ocurrió. Pero ante la idea de una colisión tan gigantesca que fue capaz de tumbar un mundo 4 veces mayor que la Tierra, es posiblemente el escenario más plausible.
Una colisión cataclísmica forjó la evolución de Urano
No hay comentarios:
Publicar un comentario