El rover ExoMars inicia su "entrenamiento" en entornos extremos.
Mientras la BebiColombo se aproxima al final del camino y afrontará en unos meses su lanzamiento hacia Mercurio, la otra gran apuesta interplanetaria de la ESA lo está iniciando. Con la parte orbital del proyecto ya en Marte y trabajando a pleno rendimiento, el róver que deberá aterrizar en el planeta rojo en 2021 y del cual se espera pueda determinar la existencia de vida, presenta o pasada, en el, sigue avanzando para convertirse en una realidad definitiva. Aún no lo es físicamente, pero un avance de lo que será, conocido como "modelo térmico y estructural" afronta el reto de demostrar su viabilidad.
Tal como ocurre con todas las misiones espaciales, y sobretodo en el caso de una interplanetaria, es necesario probar que su estructura mecánica del rover, así como sus componentes térmicos y eléctricos y sus interfaces con los instrumentos científicos, están listos para soportar todo tipo de escenarios extremos, capaces de dejar fuera de servicio en segundos a cualquier otro ingenio tecnológico. Viajar a otros mundos no es para débiles.
El plan de pruebas así lo demuestas. Las próximas semanas y meses este Pre-reover ExoMars afrontará pruebas de todo tipo. Primero de vibraciones y sacudidas intensas, replicando lo que deberá aguantar durante el lanzamiento a bordo de un cohete Protón, así como los relacionados conla entrada a alta velocidad en la atmósfera de otro planeta y a la
apertura de los paracaídas, así como al aterrizaje final.
Pero esto solo será el principio, ya que seguidamente le esperarán dos meses donde deberá resistir condiciones ambientales marcianas en una cámara especialmente diseñada para ellos.Condiciones de bajísima presión atmosférica, una atmósfera rica en dióxido de carbono y temperaturas de hasta 120 Cº le esperan, y durante las cuales el róver deberá ser capaz de reproducir la actividad que tendrá que afrontar su versión final. Una campaña que terminará en Agosto, pero que solo será un descanso mientras afronta su nuevo destino: Se trasladará a Lavochkin (Rusia), donde se sellará en una réplica del módulo de descenso y volverá a someterse de nuevo a ensayos de vibraciones, impactos y temperatura.
"Esta campaña da inicio a una serie de ensayos en los que se comprobará
el diseño mecánico y térmico del róver, preparativos
esenciales que nos acercan aún más a la exploración in situ del Planeta Rojo", señala Pietro Baglioni, jefe del equipo del róver de ExoMars de la ESA. Ciertamente viajar a otro mundo, incluso a uno tan cercano como Marte, nunca es sencillo.
El modelo estructural de ExoMars. Las partes azules representan los paneles solares. Los
dos objetos de forma cuadrada en la parte inferior albergarán las
antenas de radar de penetración terrestre del róver, que usarán ondas de
radio para detectar la estructura del subsuelo hasta cinco metros. Esto permitirá detectar una capa helada, por ejemplo, lo que ayudará a guiar de dónde recolectará las muestras.
La caja negra contendrá el taladro del rover, que
recuperará las muestras y las entregará al laboratorio de a bordo a
través del espacio que se ve en el panel blanco en la parte delantera
izquierda.
ExoMars listo para su entrenamiento en entornos extremos
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