Explorando las rutas de ambas Voyager
Son nuestras dos enviadas más lejanas, exploradoras que están cruzando ya adentrándose en el espacio interestelar y que, a pesar de haber sido lanzadas hace 40 años, siguen teniendo suficiente energía para mantenerse en activo y enviar datos desde territorios inexplorados. La posibilidad de estudiar directamente la zona donde el viento solar finalmente se detiene ante la presión externa, dando forma definitiva a la burbuja dentro de la cual vivimos, y se produce la abrupta transición hacia el medio interestelar, es quizás uno de los mayores regalos que los astrónomos han recibido desde el inicio mismo de la carrera espacial.
Y seguirán haciéndolo hasta bien entrada la próxima década, cuando sus generadores termoeléctricos de radioisótopos ya no sean capaces de ofrecer energía suficiente para seguir activas. No será una cosa repentina. Poco a poco se irán apagando los instrumentos aún en activo, con el objetivo de concertar los menguantes recursos en aquellos más necesarios, después solo quedará su tenue señal de telemetría, y finalmente se hará el silencio definitivo. Y después? El Hubble nos ofrece la respuesta, permitiendo dibujar así el "mapa de ruta" de ambas Voyager, como serán sus respectivos viajes y con que se encontraran en el futuro.
Sabemos que Voyager 1 pasará, dentro de unos 40.000 años, a menos de 1.6 años luz de la estrella Gliese 445, en la constelación Camelopardalis. Su hermana Voyager 2, por su parte, se aproximará a 1.7 años luz de la estrella Ross 248, también en unos 40.000 años. Sin embargo su viaje parece que será algo más variado: Los datos del Hubble indican que saldrá fuera de la nube interestelar que rodea al Sistema Solar en un par de miles de años, cruzará una 2ª, permaneciendo en ella unos 90.000 años, para después adentrarse en una tercera.
Evidentemente el Hubble, que debe hacer frente a una lista de espera para nuevas observaciones prácticamente inacabable, no puede dedicar su tiempo a lo que, en el fondo, no deja de ser una curiosidad. El objetivo real era combinar sus datos con los que envían actualmente las Voyager para conocer mejor como el Sol (y nosotros con el) viaja a través del espacio interestelar, además de ayudar a comprender mejor lo que nos están diciendo estas sondas, dándoles un contexto más amplio."Es una gran oportunidad para comparar las mediciones in situ del ambiente espacial con las mediciones telescópicas por parte del Hubble", explica el líder del estudio Seth Redfield ,de la Universidad Wesleyan en Middletown, Connecticut."Las Voyager están tomando muestras de pequeñas regiones mientras se desplazan a gran velocidad. Pero no tenemos idea de si estas pequeñas áreas son típicas o raras. Las observaciones de Hubble nos dan una visión más amplia, porque está mirando a lo largo de una trayectoria más larga y más ancha. Eso da contexto a lo que cada Voyager está viviendo".
Una vida larga y fructífera, que se apagará cuando casi cumplan 50 años en activo. Ninguna otra puede igualar semejante marca, y parece dificil que ninguna otra pueda ni tan solo aproximarse en un futuro a largo plazo. Son las viajeras del infinito, en el sentido más amplio de la palabra. Y su viaje apenas acaba de comenzar. Por delante les espera el eterno reino de las estrellas.
El Hubble observó el espacio profundo a lo largo de la trayectoria de las Voyager, permitiéndole comparar sus datos con los de las propias sondas, ofrecer un contexto a sus observaciones y, por extensión, lo que les espera a ambas en un futuro lejano.
Hasta el infinito y más allá.
Hubble Provides Interstellar Road Map for Voyagers’ Galactic Trek
es increible lo lejos que han llegado y llegaran. con tecnologia de hace 40 años. viajan a unos 60.000 km/h y nisiquiera han salido del barrio. siempre que leo algo sobre estas dos viajeras irremediablemente tengo una sensacion de soledad y lejania. su periplo es el mejor ejemplo para por lo menos intentar concebir las inmensas distancias que rigen en el universo. saludos!!
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