lunes, octubre 17, 2016

Una historia de dos

ExoMars y Schiaparelli se separan y afrontan ya sus respectivos viajes hasta Marte.

Era el paso previo a la gran jornada prevista para el 19 de Octubre, y como en cualquier misión interplanetaria, cada paso previsto debe cumplirse para el siguiente tenga la posibilidad de cumplirse. Por ello fue una jornada de tensión para todos, especialmente si se tiene en cuenta que, debido a que la señal entre la sonda y la Tierra tarda actualmente unos 10 minutos en cubrir la distancia que les separa, todo se seguía en diferido: Solo podíamos esperar, sin posibilidad alguna de intervención. Y con Marte a solo 3 días de distancia, podemos decir que pocas posibilidades de reacción en caso de problemas técnicos.

Afortunadamente todo funcionó como estaba previsto. O casi, ya que hubo problemas posteriores que generaron cierta preocupación. ExoMars cumplió todos los pasos previstos, todos los sistemas de ambos vehículos quedaron listos, y a la hora señalada Schiaparelli se separó de ella, iniciando su propio viaje hacia Marte. Posteriormente se debía recuperar la señal con telemetría (datos sobre el estado de la sonda) de ExoMars, suspendida mientras durara la operación de eyección del módulo, pero eso no ocurrió inicialmente. Solo llegaba la señal, sin datos. Pasarían minutos, en realidad casi una hora, antes de que esta llegara. Un pequeño susto que finalmente quedó en nada, quizás fruto de la misma separación. En todo caso es algo que se sigue investigando para preparar con seguridad los acontecimientos del próximo 19 de Octubre.

Ese día ambas afrontaran duras pruebas. Mientras ExoMars iniciará una siempre delicada maniobra de inserción orbital, mediante el encendido de su impulsor principal durante 147 minutos para frenarla lo suficiente. Mientras tanto, y de forma paralela, Schiaparelli se adentrará en la atmósfera, con el objetivo de realizar un aterrizaje suave en Meridiani Planum, relativamente cerca de la actual posición de Opportunity. Ese es su meta, ya que no deja de ser una prueba de las tecnologías que se usarán con el rover ExoMars, la segunda parte de la misión, y que llegará en 2020. Por ello su vida será limitada, así como su retorno científico. Lo importante, y hay que tenerlo siempre en cuenta, es la sonda orbital, que a su vez dará cobertura al futuro rover. Y quizás nos de una respuesta al misterio del Metano marciano, siendo ese uno de sus objetivos principales.

Ambas viajan ya, en paralelo, hacia su destino. Esperemos que el 19 de Octubre sea un gran día para Europa. Y por extensión para cualquiera que crea que nuestro futuro está más allá de nuestro planeta. O simplemente para que nos apasiona el simple hecho de alcanzar otros mundos.

El 19 de Octubre ambos tiene una cita con destino opuestos. ExoMara para entrar en órbita y con una misión de años por delante, Schiaparelli para aterrizar y tener una vida breve en la superficie.

La separación de Schiaparelli marca el inicio del segundo intento de Europa de aterrizar en Marte, después de fallido Beagle-2, y busca experiencia de cara al auténtico reto, el rover ExoMars, previsto para 2020. Las imágenes tomadas durante el descenso, por parte de una cámara diseñada específicamente para este fin, serán las únicas que nos enviará.

Actualizaciones en tiempo real llegada y aterrizaje de ExoMars

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