jueves, octubre 13, 2016

Los colores de una leyenda

¿Por que motivo cambió el color del tanque principal de los Space Shuttle?

Es posiblemente el máximo exponente del deseo humano por alcanzar el espacio, y para aquellos nacidos en los 70 y 80, todo un símbolo que inspiró la pasión por el espacio a no pocos de ellos. Su imagen es ya icónica, quizás el único integrante de la flota aeroespacial que casi todo el mundo, sea de donde sea, es capaz de reconocer al instante, incluso hoy días, años después de su retirada. Un auténtico viajero de los sueños, aunque detrás de esa imagen se esconde la triste historia de un vehículo nacido para abaratar los costes de los lanzamientos pero que nunca pudo cumplir con tales expectativas. Como ocurre con tantas cosas en la historia, la percepción de algo y la realidad de ese algo, son términos divergentes.

Pese a todo su belleza era innegable, y verlo despegar era un espectáculo maravilloso. Y es aquí donde abordamos lo que no deja de ser una curiosidad, pero que seguramente habrá intrigado a no pocos entusiastas de los transbordadores espaciales, bien porque fueron testigos de esos primeros lanzamientos, quizás porque reuniendo información sobre su dilatada historia se encontrara con las fotografías de esos primeros y titánicos despegues. Y es que el aspecto del transbordador Columbia, protagonista de las misiones STS-1 y STS-2 (como su numeración indica, las dos primeras de la historia) era muy diferente a la que tanto este como sus hermanos tendrían más adelante, y que es el que todos recordamos y nos resulta más familiar.

La diferencia estaba en el gran depósito externo, sobre el cual estaban acoplado tanto el transbordador como los dos cohetes laterales, y que presentaba un reluciente y blanco aspecto, más en conjunto con sus acompañantes que posteriormente, cuando adquirió la tonalidad anaranjada que todos recordamos.¿Cual es el motivo de esta diferencia? Que en esos dos primeros viajes el tanque estaba cubierto por una pintura de látex blanco especial, no por motivos estéticos o para hacer juego con el conjunto, sino para añadir un extra de protección, especialmente ante los rayos ultravioletas, a lo que no dejaba de ser un inmenso depósito de hidrógeno y oxígeno líquido que era mejor para todos mantener bien refrigerados una vez cargados y en espera del lanzamiento.

Pero después de esos dos primeros y blancos vuelos, la NASA y Lockheed Martin, responsable de su construcción, llegaron a la conclusión que este recubrimiento extra no era realmente necesario. Su retirara significó rebajar en 270 Kilogramos su peso total, un ahorro que dejaba más espacio a la carga útil o simplemente para mejorar el rendimiento de los impulsores. Y que adquiera su color definitivo, que no es otro que el de la espuma aislante que lo recubría, que desde entonces quedó a la vista. Y con ello el transbordador espacial adquiriría su aspecto definitivo, el que lo acompañaría en su dilatada y tristemente complicada historia. Pero también el que conformó la nave de nuestros sueños.

El aspecto original que presentó durante los dos primeros lanzamientos, con el tanque externo pintado de color blanco.

El transbordador espacial con su aspecto definitivo.

Y con el muchos crecimos. 

Por qué cambió el color del enorme tanque de combustible de los transbordadores de la NASA

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