Y el espectáculo puede comenzar

JunoCam en perfecto estado operacional y enviando las primeras imágenes.

La sonda Juno está armada con un más que potente equipo de instrumentos científicos, con los cuales, y en el algo más de un año y medio que tiene por delante antes que la intensa radiación se cobre su precio, espera desvelar muchos de los enigmas que rodean a Júpiter, especialmente su estructura interna, que a su vez puede dar luz sobre las condiciones bajo las que se formó, y por extensión de todo el Sistema Solar. Todos ellos protegidos dentro de un cubo de titanio, una protección eficaz, que permitirá ganar tiempo, aunque al final terminará cediendo ante lo inevitable.

Entre ello no encontramos a JunoCam, situada fuerza de la coraza protectora. No es que no esté protegida en lo posible, pero ciertamente no cuenta con unas defensas tan poderosas. Por ello posiblemente será el primer instrumento en caer, quizás en 8 órbitas (de las algo más de 30 previstas), aunque estas estimaciones siempre tiene un amplio grado de incertidumbre. Es un recordatorio de que su inclusión en Juno fue sobretodo, aunque no únicamente, una cuestión de relaciones públicas, una cesión a la imposibilidad de justificar que la primera sonda a Júpiter en tantos años de ausencia no enviara imágenes, aunque la misión en si misma no tiene necesidad de ellas. Es parecido con lo ocurrido con MAVEN, aunque en ese caso, al viajar a Marte, donde ya se encontraban otras misiones en activo ofreciendo maravillosas panorámicas del planeta, no fue necesario esta concesión. Pero con Juno era una necesidad que no se podía eludir.

Por todo ellos tenemos a JunoCam. No es una cámara potente, en realidad es todo lo grande que podría ser sin comprometer la masa prevista de la sonda ni el prepuesto asignado, es decir poco. Y ni tan siquiera tiene un equipo científico asignado a ella, como ocurre con el resto de instrumentos. Será ese mismo gran público hacia el cual está dirigida, a través de peticiones enviadas a la NASA, el que escogerá los objetivos. Sin embargo esperamos grandes cosas de ella. En realidad muy grandes. Es pequeña, de relativamente poca capacidad, pero estará a menos de 6.000 Kilómetros por encima de las nubes de Júpiter en los momentos de máxima aproximación, y por eso mismo sus imágenes prometen ser maravillosas, 10 veces superiores a cualquier otra lograda hasta la fecha. Viendo ese océano aparentemente infinito y turbulento que conforma el rostro del planeta, lo que podemos presenciar podría dejarnos sin aliento.

Pero antes de ese momento, que aún deberá esperar hasta el 27 de Agosto, cuando Juno realice el primero de sus sobrevuelos rasantes, JunoCam debía despertar del sueño en el que fue puesta antes de la inserción orbital y demostrar que había sobrevivido sin problemas a esa primera entrada en los campos de radiación joviano. Y así lo hizo. El 10 de Julio, 6 días después de la entrada de Juno órbita, y en ese momento de nuevo lejos de Júpiter (4.3 millones de Kilómetros), JunoCam tomó sus primeras imágenes. Júpiter, con su inconfundible (pero muy disminuida) Gran Mancha Roja, así como 3 de sus grandes lunas, se hicieron visibles con claridad pesa a la distancia. 

JunoCam había superado su primera gran prueba. En unas semanas llegará el momento de que nos demuestra lo que es capaz. El espectáculo está a punto de comenzar. 
 

La imágen tomada el 10 de Julio anotada. 3 de sus lunas principales son claramente visibles. A estas últimas no las veremos mucho mejor, ya que no son su principal objetivo, pero si a turbulenta atmósfera joviana.

Un ejemplo de las nubes de Júpiter vistas a corta distancia. JunoCam nos ofrecerá imágenes como mínimo 10 veces mejor que todas ellas.

JunoCam es un instrumento modesto, en realidad muy modesto, hasta el punto que no está considerada parte del equipo científico de la nave. Sin embargo, aunque está destinada al gran público, también ofrecerá apoyo visual para estos.

Que comience el espectáculo. 

NASA's Juno Spacecraft Sends First In-orbit View