Es uno de los objetivos predilectos de cualquier astrónomo aficionado, y razones no les faltan para ello. Situada a solo 1350 año-luz, es la "guardería estelar" más cercana a nuestro planeta y la única que es visible a simple vista como una tenue mancha luminosa en la constelación de Orión (de la que recibe su nombre) si uno encuentra cielos lo suficientemente oscuros y limpios para ellos. Lugar de nacimiento de nuevas generaciones de estrellas, que ionizan el gas que las rodea y lo hace brillar, y como es lógico uno de los objetos más estudiados de la historia, puede parecer que ya conocemos todo lo que es posible conocer de ella, que tenemos las mejores imágenes humanamente posibles. Pero siempre hay un "más allá", un nuevo paso adelante listo para dejarnos sin habla.
Así nos lo demuestra ahora un equipo astronómico internacional, que ha utilizado el potente instrumento infrarrojo HAWK-I, instalado en el VLT (Very Large Telescope), para producir la imagen más profunda y completa de la nebulosa de Orión hasta la fecha. No solo espectacular por su belleza, sino por toda la nueva información científica por ella desvelada, y que demuestra que incluso en su caso, por cerca que se encuentre y por siglos que llevemos observándola, sigue guardando secretos. Entre ellos una hasta ahora desconocida gran abundancia de tenues enanas marrones (estrellas fallidas) y de objetos aislados de masa planetaria, que a su vez ofrece nueva e interesante información sobre la historia de la formación estelar dentro de la propia nebulosa.
Amelia Bayo (Universidad de Valparaíso e Instituto Max-Planck de Astronomía), miembro del equipo de investigación, explica que "para poder limitar las teorías actuales sobre formación estelar es muy importante comprender y conocer cuántos objetos de baja masa se encuentran en la nebulosa de Orión. Ahora somos conscientes de que la manera en que se forman estos objetos de muy baja masa depende de su entorno". Los astrónomos cuentan cuántos objetos de diferentes masas se forman en regiones como esta para tratar de entender el proceso de formación de estrellas. Antes de este nuevo estudio, la mayor parte de los objetos encontrados tenían masas de alrededor de un cuarto de la masa de nuestro Sol. Ahora esta plétora de nuevos objetos con masas muy inferiores ha creado un segundo máximo, con masas mucho más bajas en la distribución total de estrellas.
Estas observaciones también sugieren que el número de objetos de tamaño planetario podría ser mucho mayor de lo que se pensaba. El futuro E-ELT (European Extremely Large Telescope) de ESO, que comenzará sus operaciones en 2024, está diseñado precisamente para perseguir objetivos como este."Para mí, nuestros resultados son como un vistazo a una nueva era para las ciencias que estudian la formación de planetas y estrellas. El enorme número de planetas que flotan libremente en nuestro actual límite de observación me está dando esperanzas para creer que, con el E-ELT, vamos a descubrir una gran cantidad de pequeños planetas del tamaño de la Tierra" explica el investigador principal del equipo, Holger Drass.
Orión sigue escondiendo muchas sorpresas. Y con la llegada de los nuevos colosos de la astronomía podemos estar seguros de que seremos testigos de una nueva era de descubrimientos
La imagen ahora presentada representa la combinación de numerosas tomas individuales. Aquí algunas de las más destacadas.
La imagen más profunda de Orión
Maravilloso
ResponderEliminarY tanto q maravilloso no se pueda decir otra cosa
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