lunes, noviembre 09, 2015

Regresos inesperados

Un gran fragmento de basura espacial, posiblemente la parte superior de un cohete, se desintegrará sobre el océano Indico este próximo 13 de Noviembre.

Aunque no es aspecto más agradable de la carrera espacial, lo cierto es que, como en la Tierra, nuestra presencia suele dejar un rastro de desechos inconfundible. Todo tipo de vehículos se lanzan cada año, la inmensa mayoría para colocarlos en la órbita terrestre, y unos pocos para ir más allá, y estos últimos suelen arrastrar con ellos las partes superiores de los cohetes que los impulsaron, que siguen su propio camino hacia el espacio profundo por el impulso que ellos mismos generaron. Y en ocasiones en órbitas que pueden hacer que regresen al cabo del tiempo. Este podría ser el caso de WT1190F.

"Se han utilizado datos de observación para estimar la densidad del objeto, lo que resulta ser mucho menor que la del material rocoso sólido que componen muchos asteroides", explica Detlef Koschny, responsable de las actividades del Near-Earth Object Coordination Center (NEOCC) de la ESA."Esta densidad es de hecho compatible con el objeto sea una cáscara hueca, como la etapa superior gastado de un cuerpo del cohete o parte de ella". Varios años de seguimiento han permitido, por ejemplo, medir el efecto de la presión de la radiación solar sobre su trayectoria prevista, y estimar que su densidad es alrededor de un 10% de la del agua. Demasiado baja para un asteroide, incluso tuviera una alta porosidad, pero que encaja, dado que su tamaño estimado es de unos pocos metros, con la idea de una carcasa vacía.

"El objeto es bastante pequeño, a lo sumo un par de metros de diámetro, y sr puede esperar que la mayor parte, si es que no totalmente, se incinere por completo en la atmósfera", explica Tim Flohrer, de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA en las operaciones ESOC centro en Darmstadt, Alemania. Lo que queda, si es que queda algo, se espera que caiga en el océano indico a unos 100 km de la costa sur de Sri Lanka. Su masa no es suficiente para que signifique riesgo alguno, pero es posible que genere un espectáculo espléndido durante los segundos que brille como un meteoro.

¿Cual es el origen? Terceras etapas de los cohetes Saturno-V que lanzaron las misiones Apolo a la Luna siguen aún ahí, como es el caso del inicialmente considerado asteroide J002E3, descubierto en 2003, y que análisis posteriores, comenzando por unos espectros de emisión que delataban la presencia de elementos de origen artificial (como pintura blanca y negra, así como aluminio), indicaron que posiblemente estábamos ante la 3ª etapa del cohete Apolo 12, que aún sigue en órbita terrestre, completando un viaje alrededor de la Tierra cada 48 días. Las de las Apolo 8,10 y 11 entraron en órbita solar, mientras que las del Apolo 13 se hicieron colisionar contra la Luna para recabar datos sísmicos. Las fases de impulsión de misiones rusas, las más recientes Chinas a La Luna, o las que dan a las sondas interplanetarias un empujón final también forman parte de las apuestas.

Para los astrónomos, que lo seguirán hasta su destrucción, representa una serie oportunidades muy bien recibidas:"El primer objetivo será comprender mejor el reingreso de los satélites y los escombros de órbitas muy excéntricas", explica Marco Micheli, del NEOCC. "En segundo lugar, proporciona una oportunidad ideal para poner a prueba nuestra preparación para los posibles eventos de entrada atmosféricas futuras que impliquen un asteroide, ya que los componentes de este escenario, desde el descubrimiento al impacto, son todos muy similares". 

Para el resto, excepto para los pocos que pueden estar en la zona, no representa nada absolutamente, ya que reentradas de basura espacial se producen de forma habitual, aunque normalmente no reciben esta atención mediática, fruto de que se descubrió hace varias semanas, se supo que se colisionaría contra la Tierra pero no se sabía su naturaleza, aunque su pequeño tamaño ya descartaba cualquier peligro. Pero todos ya sabemos que es lo que vende, tanto en los medios de comunicación como en las profundidades de Internet.

WT1190F observado desde desde el telescopio de 2.2 metros de la Universidad de Hawaii.

El punto esperado de impacto, sobre el Indico cerca de Sri Lanka. No se espera que nada significativo llegue hasta las aguas, aunque el espectáculo visual puede ser digno de verse.

El producto de las noticias sensacionalistas. Ni misiles ni fines de nada, solo un trozo de chatarra espacial desintegrándose en la atmósfera. No es necesario enviar a Bruce Willis.

Space Situational Awareness/Reentry data will help improve prediction models

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