jueves, julio 30, 2015

El legado de Philae

Presentados los primeros resultados científicos de su viaje a la superficie de 67P/Churyumov–Gerasimenko.

Mientras sigue el misterio sobre su estado y situación actual, ya que el 9 de Julio se produjo el último contacto y desde entonces reina el silencio, el caudal de datos científicos reunidos durante las frenéticas horas que siguieron al aterrizaje están ya produciendo los primeros resultados, aún preliminares, pero que dibujan ya una imágen más definida sobre la naturaleza de este cometa, y por extensión, de todos los demás. Moléculas complejas que podrían ser bloques de construcción clave de la vida, oscilaciones térmicas diarias, y una evaluación de las propiedades de la superficie y estructura interna son sólo algunos de los aspectos más destacados ahora presentados.

Los datos fueron obtenidos durante las 7 horas el descenso de Philae hacia su punto inicial de aterrizaje, en la región conocida como Agilkia, donde la toma de contacto con la superficie provocó el inicio de una secuencia de experimentos predefinidos. Pero poco después se hizo evidente que había rebotado en ella, elevándose otra vez al fallar los sistemas de anclaje, lo que la llevó a desplazarse durante 2 horas adicionales a considerable altura, hasta detenerse en algún lugar de en Abydos. En total se completó el 80% de la secuencia científica primaria antes de que cayera en hibernación, con la ventaja inesperada que los datos se recogieron en más de una ubicación, lo que permite comparaciones entre ambos lugares.

Después de la primera toma de contacto en Agilkia, los detectores de gas de los instrumentos Ptolemy y COSAC analizaron muestras que entraron en el módulo de aterrizaje y determinaron su composición química. Así, COSAC lo hizo con muestras recogidas por los tubos situados en la parte inferior y que se elevaron de la superficie con el "impacto" del módulo, detectando un predominio de ingredientes volátiles en los granos de polvo, por otro lado pobres en hielo. Esto puso de manifiesto una serie de 16 compuestos orgánicos, ricos en nitrógeno y carbono, incluido cuatro - Isocianato de metilo, acetona, propionaldehído y acetamida - que nunca antes se habían detectado en los cometas.

Mientras tanto, Ptolemy tomó muestras de gas ambiente y detectó los principales componentes de los gases de la Coma - vapor de agua, monóxido de carbono y dióxido de carbono, junto con cantidades más pequeñas de compuestos orgánicos que contienen carbono, incluyendo formaldehído.

Es importante destacar que algunos de estos compuestos juegan un papel clave en la síntesis prebiótica de aminoácidos, azúcares y nucleobases: Los ingredientes para la vida. Por ejemplo, el Formaldehído está implicado en la formación de la ribosa, en última instancia parte de moléculas como el ADN. Su existencia en un cometa, una reliquia de los inicios del Sistema Solar, implica que procesos químicos, ocurridos en los albores de nuestro mundo, podrían haber desempeñado un papel clave en la formación de material prebiótico.

Gracias a las imágenes tomadas por ROLIS en Agilkia y CIVA en Abydos, es posible una comparación visual de la topografía en estos dos lugares

Las de ROLIS, tomadas poco antes de la primera toma de contacto, revelaron una superficie con bloques de material del orden de Metros, grueso regolito con granos del tamaños de 10 a 50 cm, y gránulos de menos de 10 cm de diámetro. Se estima que esta capa tiene unos 2 metros de profundidad en algunos lugares. La roca más grande observada dentro del campo de visión de ROLIS mide unos 5 metros de altura, con una estructura peculiar que sugieren la presencia de fuerzas erosivas están trabajando para fragmentarla . La roca también tiene una "cola" de escombros detrás de ella, al igual que otras observadas por Rosetta desde la órbita, dando pistas sobre cómo las partículas que se elevan en un lugar del cometa se depositan en otros.

Por su lado CIVA reveló detalles del terreno circundante de Abydos a escala milimétrica, mostrando fracturas en las paredes de los acantilados del cometa que son omnipresentes en todas las escalas. El material que rodea a Philae está dominado por aglomerados oscuros, que comprenden quizá granos ricos en materia orgánica. Manchas brillantes probablemente representan diferencias en la composición mineral, e incluso pueden apuntar a materiales ricos en hielo

Los conjunto de instrumentos MUPUS, por su parte, proporcionaron una idea de las propiedades físicas de Abydos. Su penetrante 'martillo' mostró que el material de la superficie y el subsuelo es sustancialmente más duro que en Agilkia, como se infiere del análisis mecánico del primer aterrizaje. Los resultados apuntan a una fina capa de polvo de menos de 3 cm de espesor que recubre una mezcla mucho más compactada de polvo y hielo, algo que encaja con las variaciones de las temperaturas diarias, desde los -180 Cº a los -145 Cº, registradas por su sensor térmico.

Finalmente, los resultados de CONSERT, que estudió el interior del cometa mediante ondas de radio, en conjunción con Rosetta, muestran que el pequeño lóbulo del cometa es consistente con una mezcla poca compacta (porosidad 75-85%) de polvo y hielo (relación de 0,4 a 2,6) que es bastante homogénea en la escala de decenas de metros.

Son los primeros resultados, pero no los últimos, pues la experiencia muestra que el adentrarse en los datos científicos reunidos, mientras se van aplicando nuevos  métodos y modelos, es como viajar a bordo de una sonda virtual, en la que se van realizando nuevos descubrimientos incluso mucho más allá del final de la exploradora física. Incluso si Philae no puede regresar, y su despertar se queda finalmente en una triste anécdota, su legado seguirá dando que hablar.

La activación de los instrumentos científicos de Philae durante las algo más de 60  horas que permaneció activa antes de entrar en hibernación. Todos los datos reunidos durante este periodo siguen siendo analizados, y ahora se presentan los primeros resultados.

La polvorienta región de Agilkia, con la roca de algo más de 5 metros destacando en la imagen, y donde hay indicios de erosión en forma de fracturas.

La escarpada superficie de Abydos, o al menos de lugar donde Philae aterrizó de forma definitiva.

Ampliando las imágenes de CIVA permiten delatar variaciones en el brillo que podrían indicar presencia de hielo. 

 Las investigaciones de MUPUS en Abydos. 

El instrumento CONSERT, presente tanto en Rosetta como en Philae, permitió en envío de ondas de radio de una a otra a través del cometa, permitiendo revelar detalles de su estructura interna, como es la densidad y la composición.

Rosetta está cerca ya del momento cumbre de su viaje, el 13 de Agosto, cuando el cometa, y con el sus acompañantes robóticos, llegue al punto de mínima distancia al Sol.

Science on the surface of a comet

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