viernes, noviembre 08, 2013

Cuando la ilusión se rompe


La ISS y sus ocupantes parecen flotar suavemente en el espacio, con La Tierra, desplazándose lentamente bajo sus pies, ofreciendo un fondo de belleza sin igual que completa un escenario casi idílico. La realidad, como sabemos, es un poco menos "tranquila" y más complicada de lo que las imágenes y vídeos que nos llegan de ella nos pueden transmitir, con la estación desplazándose a velocidades medias de 27.000 Kilómetros/Hora, tan rápida que si nos encontráramos estáticos en el espacio y pasara a nuestro lado posiblemente nuestros ojos casi no tendrían tiempo de verla antes de perderse de nuevo en la distancia. La ausencia de puntos de referencia claros, y la sensación de ingravidez, resultante de estar en caída libre hacia nuestro planeta, engañan a la mente, transmitiendo una sensación de lentitud irreal.

En ocasiones este ilusión desaparece, cuando la ISS, que va perdiendo altura de forma gradual por la tenue pero efectiva fricción atmosférica que existe incluso a esas alturas, maniobra para elevarse de nuevo, mediante el impulso que le ofrecen los diversos vehículos que siempre, en mayor o menor número, siempre se encuentran acoplado a ella. En esos instantes sus tripulantes notan la aceleración, una inercia inexistente durante el resto del tiempo, recordando que a pesar de todo se encuentran en un vehículo espacial que se desplaza a velocidades de vértigo.

Jeff Williams, en 2010, y mediante la ingeniosa utilización de una cámara fotográfico, nos ofreció un ilustrativo ejemplo de la aceleración que se vive en el interior de la estación y como esta es percibida desde el interior. Aunque la totalidad del vídeo resulta interesante, es a partir del punto 2:32 cuando comienza la demostración como tal, primero mostrando lo que se suele experimentar en situación normal, para posteriormente, aprovechando que la ISS afrontaba en ese momento una nueva maniobra  para aumentar su altura, mostrar como la aceleración se hace palpable en el interior de la estación. Una secuencia realmente realmente instructiva sobre lo que representa estar en órbita.

Otro demostración de los efectos de la aceleración, en este caso protagonizados por Mike Fossum, Satoshi Furukawa y Sergei Volkov. Una clase de física orbital...y de paso una buena manera de divertirse.


Un oasis de paz, aunque no tanto como nos pueda parecer viendo imágenes tan idílicas como estas.

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