martes, mayo 28, 2013

El camino del cometa

PanSTARRS nos ofrece una magnífica visión de la llamada anti-cola, el rastro de partículas que deja tras de si.

Poco antes del amanecer o después del atardecer el horizonte parece desprender un tenue resplandor que se extiende de forma triangular, rompiendo lo que de otra forma, sin la presencia de La Luna, una noche oscura y estrellada. Es algo que todos, en algún momento, hemos visto, y que se conoce como luz zodiacal, nombre que recibe por extenderse a lo largo del plano de la elíptica donde se encuentran las constelaciones del Zodíaco. Un bello fenómeno fruto de la dispersión de la luz solar por parte de las partículas de polvo que llenan el Sistema Solar.

Los cometas son, por encima de posibles colisiones entre asteroides, la fuente principal de estas partículas, que de otra forma hace tiempo habrían desaparecido al ir cayendo lentamente en espiral hacia el Sol...sus repetidos pasos, y la llegada de nuevos visitantes de las profundidades, que remplazan a los que ya han agotado su reserva de materiales volátiles y cesado con ello su actividad, han mantenido hasta nuestros días. PanSTARRS, que se encuentra ya alejándose de nosotros, nos ofrece una espectacular visión de este proceso.

Como un filo de luz que se extiende desde la Coma del cometa y conocida como anti-cola al hacerlo en dirección contraria a las colas de gas y polvo habituales, el río de partículas dejadas atrás por el propio cometa, que en esta imágen se va desplazando hacia la Izquierda, resplandece aquí de forma espectacular. La posición actual de La Tierra con respecto a PanSTARRS, mirando casi directamente al plano orbital del cometa, y la propia posición de este último permite observar este fenómeno con una claridad que no se recuerda desde el cometa Arend-Roland de 1957. En realidad la presión de la luz y calor del Sol está presionando y dispersando este camino de polvo, pero en ese momento, mirando justo en su filo y desde el lado en que la radiación solar está incidiendo en ella, lo podemos ver en todo su esplendor.

Maravillosa en su insual belleza, también nos hace conscientes de hasta que punto estos visitantes de las profundidades dejan una huella de su paso por el interior del Sistema Solar que no se llega a borrar nunca y de las cuales las lluvias de estrellas periódicas son su manifestación más evidente.

Actualmente, mirando directamente hacia el plano orbital de PanSTARRS, podemos ver el rastro de partículas que deja en su desplazamiento con una claridad poco habitual.

El cometa C/1956 R1 (Arend-Roland) fotografiado en 1957, con su espectacular anti-cola extendiéndose en dirección contraria a su movimiento órbital. 

PanSTARRS Anti-Tail Grows
  
What Do Comet PANSTARRS And Pinocchio Have In Common? 

C/1956 R1 (Arend-Roland)

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