Debería haber sido el gran protagonista de la jornada pero el meteoro de Rusia lo eclipsó por completo, incapaz de competir con lo inesperado de un fenómeno de tal intensidad y el haber ocurrido sobre una zona densamente habitada, y por ello con numerosos testimonios directos. Realmente no fue el mejor día para para romper récords y realizar la más cercana aproximación de uno de estos cuerpos celeste de los últimos tiempos.
A pesar de todo ello numerosos observatorios y astrónomos aficionados siguieron la llegada de este asteroide, que a las 19:24 GMT alcanzaba su mínima distancia a La Tierra, algo más de 27.000 Kilómetros sobre la vertical de Sumatra, Indonesia, por dentro de la órbita geoestacionara, situada a unos 36.000 Kilómetros de altura y donde se mueven numerosos satélites de comunicación, posicionamiento y meteorológicos, que no corrieron peligro en ningún momento ya que la llegada de 2012 DA14 se conocía con suficiente antelación.
Tan rápido con llegó se alejó nuevamente, a unos 28.100 Kilómetros/Hora con respecto a La Tierra, no sin antes ser inmortalizado por numerosas fotografías y vídeos en forma de una débil estrella que se movía rápidamente en la bóveda celeste. La NASA tampoco perdió la oportunidad de estudiar a fondo lo que no deja de ser restos de la formación del Sistema Solar, incluido un amplio seguimiento con la antena Goldstone, en el desierto de Mojave, enviando ondas de radio hacia 2012 DA14 y registrando el eco resultante para estudiar su tamaño y forma, así como posibles cambios en la superficie fruto de las mareas gravitatorias generadas por nuestro planeta.
2012 DA14 sigue su propia órbita alrededor del Sol en regiones cercanas a la órbita terrestre, por lo que es inevitable, como ocurre con tantos otros, que su camino y el nuestro se aproximen nuevamente tarde o temprano, aunque no existe peligro de colisión en un futuro previsible. Aunque, como nos recuerda lo ocurrido en Rusia, hay muchos otros, más pequeños pero no por ello menos peligrosos, que pueden llegar cuando menos lo esperemos.
Digo yo que si uno tan pequeño como este está detectado y registrado, va a ser difícil que nos sorprenda un pedrusco de tamaño considerable.
ResponderEliminarDe todos modos, démosle 50 o 100 años más a la raza humana y yo pienso que ya dispondremos de la tecnología y medios suficientes para salvaguardarnos de este tipo de amenazas
Ten en cuenta que este asteroide se descubrió hace solo 1 año (de ahí la donominación,2012 DA14), lo que a escala planetaria es ayer.
ResponderEliminarDe lo segundo lo comparto, e incluso diría que se podría hacer ya bastantes cosas en este campo con las tecnologías disponibles...el problema, como siempre, no es tanto material como la falta de iniciativa de los gobiernos y las políticas cortas de miras que suelen seguir, la "¿para que gastar si posiblemente no pase en un futuro previsible?" La triste realidad es que los fondos destinados a este seguimiento son muy limitados.
Ahora, con la conjunción entre este asteroide y el meteoro de Rusia se hablará en serio del tema...hasta que pase el tiempo y todo se olvide. Espero equivocarme, pero hasta que no pase algo grave, con pérdidas humanas, no creo que se haga nada de forma decidida.